Vox debe una explicación

Los últimos acontecimientos han dejado en claro que hasta qué punto Olona molestaba a Abascal y los suyos, que vieron en las elecciones andaluzas una oportunidad. También demuestran que la hasta entonces secretaria general del grupo parlamentario aceptó el envite como una oportunidad para ganar poder interno. Al fracasar en el objetivo de entrar en el Gobierno andaluz puso tierra de por medio en cuanto pudo. Macarena Olona no puede ya argumentar que vino a Andalucía por decisión propia. Su propia denuncia de falta de democracia interna en Vox es suficiente para desmentirla.

Olona ya no forma parte de Vox, pero posiblemente esta formación le deba una explicación a los electores andaluces, especialmente a los suyos, por esa sobreactuación que incluyó emocionadas declaraciones de amor a la tierra, trajes de gitana, exhibición pública de devoción por su Virgen homónima y empadronamiento fake en Granada. Una gran impostura. Una inmensa tomadura de pelo que, por cierto, no coló.