«Espero que me dé como nueve o diez horas para poder hablar de todos los asuntos», ironizó Juanma Moreno sobre la cargada lista de cuestiones que le gustaría exponer ante el presidente del Gobierno. «La esperanza es lo último que se pierde, pero ya ... sabemos lo que vale la palabra de Pedro Sánchez», lamentó de forma anticipada el portavoz del PP en el Parlamento, Toni Martín, al ser preguntado por su expectativa ante la reunión que este viernes mantendrán el presidente del Gobierno y el de la Junta de Andalucía en el Palacio de La Moncloa.
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El anunciado tercer encuentro institucional entre ambos mandatarios desde que ambos ocupan sus respectivos cargos -que tendrá lugar en medio del debate sobre financiación autonómica desencadenado tras el acuerdo para un sistema singular para Cataluña-, está marcando la agenda política andaluza, pero no se puede decir que se esperen acuerdos que marquen una nueva etapa en las conflictivas relaciones entre ambas administraciones.
Después de que Juanma Moreno adelantara que el Gobierno andaluz no tiene intención de acordar de manera bilateral un nuevo modelo de financiación para Andalucía porque considera que éste debe estar consensuado por todas las comunidades autónomas, las valoraciones sobre el contenido de la reunión del próximo viernes han variado radicalmente a pesar de que nadie en su buen juicio podía esperar que de ese encuentro saliera una solución al asunto que desde hace meses la Junta viene intentando poner en la agenda pública.
Desde la oposición de izquierdas se ha criticado esta renuncia del Juanma Moreno a la negociación bilateral, una posibilidad que viene recogida en el Estatuto de Autonomía de Andalucía.
La socialista María Márquez, lamentó que el presidente de la Junta lleve años sosteniendo que Andalucía tiene un problema de financiación y que ahora, que «tiene la oportunidad de reunirse con el presidente del Gobierno de España, dice que no habla del modelo de financiación; nos parece cuanto menos ridículo».
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El coordinador general de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, consideró por su parte una «grave irresponsabilidad» que Moreno, renuncie a una negociación bilateral cuando en el Estatuto de Autonomía se recoge «literalmente» una comisión mixta de asuntos económicos y fiscales entre el Estado y la comunidad autónoma y, en el mismo sentido, desde Adelante Andalucía la parlamentaria Maribel Mora aseguró que la reunión «pinta mal, bastante mal» porque el presidente de la Junta «ha renunciado al andalucismo» y a sentarse de forma bilateral con el Gobierno de España.
También el portavoz de Vox, Manuel Gavira, mostró su escepticismo sobre la cumbre, aunque desde una perspectiva diferente. «Me gustaría que la reunión fuese muy bien y que el señor Moreno consiguiese cosas muy buenas para Andalucía, pero no espero absolutamente nada porque Moreno va a hacerse una foto y a decir que va a defender los intereses de los andaluces», dijo tras expresar su desconfianza en las verdaderas intenciones del presidente del Gobierno.
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Pese a estas críticas, en una intervención ante el plenario de la Cámara de Comercio, Moreno sí incluyó a la cuestión de la financiación autonómica entre las cuestiones que espera abordar en la reunión con Pedro Sánchez. El presidente recordó que se trata de un asunto que lleva demasiado tiempo lastrando el futuro de Andalucía. Recordó que se trata de una cuestión que se arrastra desde hace tiempo y, en la línea en la que el Gobierno andaluz viene insistiendo en las últimas semanas, subrayó que afecta a toda la sociedad.
«Es un problema que arrastramos de décadas y que va limitando mes a mes, año a año nuestras capacidades de futuro, y por lo tanto esto nos incumbe a toda la sociedad», afirmó.
Apuntó que por ello requiere de una respuesta del Gobierno acorde a esa necesidad y, ante las acusaciones de que se está recurriendo al agravio territorial y al enfrentamiento entre autonomías, aseguró que sólo se está reclamando lo justo para Andalucía. «No vamos contra nadie, ni hay tierra que amemos más que Cataluña», dijo antes de recordar que Barcelona es su ciudad de nacimiento.
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El presidente expuso una larga lista de asuntos en los que entiende que Andalucía, más allá de la cuestión de la financiación, está siendo discriminada por el Gobierno de Pedro Sánchez. Así, aludió a la red eléctrica, el atraso en las infraestructuras de transportes, los recursos para las universidades o el reparto de los fondos europeos.
El presidente señaló que todas estas deficiencias suponen un lastre para las empresas andaluzas a la hora de competir. «No puede ser que aquí sea más caro crear una empresa», dijo tras referirse a «las rutas del progreso que no tenemos instaladas», en referencia a la red de transportes y a la menor capacidad de la Junta a la hora de ofrecer incentivos a la inversión. «Demasiada paciencia hemos demostrado», concluyó.
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