Cruce de reproches en el Parlamento de Andalucía bajo tenso clima preelectoral

El pleno se celebró a petición del Grupo Socialista y de Unidas Podemos, a cuyos votos Vox sumó los suyos en la Diputación Permanente para que la convocatoria saliera adelante ante el disgusto indisimulado de los dos grupos que sostienen al Gobierno. Los reproches que se escucharon en esa sesión -la acusación del PP y Ciudadanos de que la oposición ha formado una pinza para desgastar al Gobierno y bloquear su acción; la censura al Gobierno por el colapso sanitario y la supuesta inacción para solucionarlo por parte de la oposición-, encontraron este viernes la amplificación de un pleno extraordinario en el que los mensajes se endurecieron notablemente.

Hubo, además, un hecho al que los grupos de la oposición se aferraron y que se terminó convirtiendo en uno de los puntos centrales del debate: la ausencia del presidente, Juanma Moreno, que optó por no modificar la agenda comprometida con anterioridad y no participar del pleno extraordinario. Moreno se reunió por la mañana en Madrid con el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y posteriormente se desplazó a Salamanca para participar en un acto electoral en respaldo del candidato a presidente por el Partido Popular en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Además del presidente, faltaron los consejeros de Presidencia, Fomento, Igualdad, Educación y Agricultura.

Este flanco ofrecido a los partidos de la oposición fue aprovechado insistentemente por sus distintos portavoces. El parlamentario de Unidas Podemos Guzmán Ahumada, ante las repetidas críticas hacia los grupos convocantes de que pleno no era otra cosa que un acto con fines electorales inició su intervención asegurando que el único que se encontraba este viernes en un acto de proselitismo era Juanma Moreno.

El portavoz de Vox, Manuel Gavira, acusó de soberbia al presidente por su ausencia y la socialista Ángelez Férriz aseguró que si deja la silla vacía es que no quiere a la gente a la que representa. «¿Tan lejos tiene los pies del suelo?», se preguntó. También el candidato socialista, Juan Espadas, que ocupó un lugar en la tribuna reservada para el público, censuró con dureza la ausencia del presidente.

En su intervención, el diputado popular Pablo Venzal excusó al presidente y explicó que en su reunión institucional con el gobernador del Banco de España iba a informarse de primera mano sobre el comportamiento previsto de los tipos de interés, ya que la Junta va a endeudarse en próximos ejercicios por 5.000 millones de euros. « Es importante saber cómo se van a comportar los tipos de interés, más que escucharlos a ustedes», les dijo.

No fue la única crítica que desde las filas del PP se lanzó contra los grupos de la oposición. En su intervención, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, denunció la confluencia de votos de la izquierda y Vox para la convocatoria del pleno y mostró su extrañeza por ver a Vox convertido «de una forma tan clara en muletilla» de los socialistas. «Gavira le está haciendo la campaña al señor Espadas, como si Abascal se la hiciera a Sánchez -ironizó-, no sé qué dirán los votantes».

Para el consejero, su comparecencia obligada en el pleno obedece a que «el tripartito andaluz formado por PSOE, VOX y Unidas Podemos ha entrado en modo campaña, a la desesperada, con voluntad de utilizar la sanidad pública como elemento de desgaste al Gobierno». Lamentó por ello que a los grupos de la oposición no les importe la sanidad, sino «arañar votos con la pandemia».

Las críticas a la gestión sanitaria fueron repetidas. El portavoz de Vox aseguró que «es tan mala como la de los socialistas» y acusó al Gobierno de intentar taparla con propaganda.

Inmaculada Nieto, de Unidas Podemos, afirmó que la soberbia del Gobierno «le está causando problemas de salud muy graves a los andaluces» y la socialista Ángeles Férriz sostuvo que el Gobierno está desmantelando la sanidad pública para favorecer a las empresas privadas del sector.

Desde los grupos que sostienen al Gobierno se recordó el voto en contra de la oposición a los Presupuestos en los que, aseguraron, estaba la solución a muchas de las demandas que ahora plantean. «Votaron que no y ahora la piden, eso se llama ser sinvergüenza», señaló la portavoz popular Beatriz Jurado, reconvenida por la presidenta de la Cámara, que le pidió que moderara el lenguaje.