La crisis del campo se convierte en un nuevo terreno fértil para la bronca política en Andalucía

El desencadenante, paradójicamente, ha sido el intento del Partido Popular de que el Parlamento iniciara su nuevo periodo de sesiones, que comienza con el pleno de este miércoles, con la lectura de una declaración institucional de apoyo a las reivindicaciones de los agricultores.

El Grupo Popular propuso al resto de las formaciones un texto en el que además de citar la importancia del campo andaluz y mencionar las graves dificultades que atraviesa, se aludía a las medidas adoptadas por la Junta de Andalucía para auxiliar al sector en contextos como el de la pandemia, la guerra de Ucrania o la sequía.

También citaba la necesidad de una política de Estado en favor del sector y proponía que el Parlamento mostrara su apoyo a las reclamaciones de los agricultores en relación a una mayor flexibilización y simplificación del Plan Estratégico de la Política Agraria Común del Ministerio de Agricultura.

Esta propuesta actuó como detonante de una nueva bronca. La portavoz socialista, Ángeles Férriz, acusó a los populares de pretender utilizar burdamente al Parlamento para hacerle un lavado de cara a la Junta realizando «una oda a lo bien que lo ha hecho Juanma Moreno con la agricultura y con el campo» y obviando que los fondos para las ayudas aprobadas por la Junta se nutrían de fondos europeos y del Gobierno de España. De estos recursos, aseguró la portavoz socialista, la Junta, no ha ejecutado «ni la mitad».

Para Férriz, el PP ha entrado en una carrera con Vox para apropiarse de las reivindicaciones de los agricultores cuando está en su mano adoptar medidas desde las instituciones que gobierna para que la situación mejore. En lugar de asumir esa responsabilidad, aseguró, Juanma Moreno ha vuelto a poner en práctica «esa técnica que tanto le gusta del escapismo político, de no mojarse nunca o de echarle la culpa a los demás«. La portavoz mostró su derecho a los agricultores que han decidido organizar las manifestaciones, pero reclamó que estas «no se utilicen para arremeter contra el Gobierno de España una vez más»

Una vez que el no de los socialistas a un texto de consenso ya era público, el portavoz popular, Toni Martín, reveló en una comparecencia posterior, que como suele hacerse con todas las declaraciones institucionales, su grupo remitió a primera hora su propuesta al resto de las formaciones sin recibir respuesta de ninguna de ellas.

Martín aseguró que se trataba de un texto que no atacaba a nadie y que, en todo caso, estaba abierto a las aportaciones que cada uno quisiera realizar, pero en el PSOE-A optaron por romper. En su opinión, esta postura responde a que en la izquierda se ha impuesto un mantra que demoniza a los agricultores como enemigos de la sostenibilidad. «Habría que recordarles que los máximos interesados en el mantenimiento del medio ambiente son los agricultores», dijo Martín, que acusó al Gobierno de hacer política contra el sector primario al no respaldarlo en la lucha contra la competencia desleal de terceros país, no ejecutar las infraestructuras hidráulicas y reaccionar de manera tibia frente a los ataques en Francia contra los transportistas de productos españoles o ante las campañas de desprestigio.

También se refirió a que el Ejecutivo de Sánchez no defendió los intereses del campo andaluz en las negociaciones de la PAC y dio la espalda a las alegaciones para su modificación planteadas por la Junta con el acuerdo de las organizaciones agrarias andaluzas.

El portavoz del PP consideró bochornoso y reprobable que el resto de los grupos hayan hecho oídos sordos a su propuesta de declaración institucional y adelantó que remitirán el texto a los organizaciones agrarias para que lo conozcan.

En una intervención en el pleno, la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, reclamó que, aunque no haya sido posible en esta ocasión, en la siguiente sesión se apruebe una declaración que muestre el apoyo de la Cámara a los agricultores andaluces.