El consenso feminista salta por los aires en el Parlamento de Andalucía

Por ese motivo, desde el inicio de la anterior legislatura, el resto de los grupos políticos tuvo que recurrir a opciones poco convencionales para que el Parlamento mostrara su posición mayoritaria en favor de los derechos de las mujeres, la igualdad y el rechazo sin matices a la violencia de género. En algunas ocasiones se optó por leer un manifiesto consensuado entre todos los grupos menos Vox en el exterior del Parlamento y en otras, por hacerlo dentro del hemiciclo pero antes del inicio oficial del pleno. Pero ya ni eso.

El consenso ampliamente mayoritario que hasta ahora existía en el Parlamento en torno a las reivindicaciones feministas saltó por los aires esta semana, y el pleno que se celebra este miércoles y jueves no incluirá por primera vez la lectura de un manifiesto por el 8M.

Los portavoces parlamentarios llevaban negociando un texto de consenso desde el pasado jueves, cuando el popular Toni Martín lo propuso en un grupo de Wassap que comparten con el presidente del Parlamento, Jesús Aguirre. Tras el fin de semana, Aguirre, propuso como punto de partida un texto idéntico al aprobado el año pasado por todos los grupos con excepción de Vox.

A partir de ese momento, los grupos comenzaron a lanzar sus propuestas. La primera fue la portavoz del PSOE-A, Ángeles Férriz, con un texto alternativo que no fue aceptado por Martín y al que se sumó la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, que propuso añadir un párrafo relativo a la feminización de sectores laborales en situación de precariedad, muchos de ellos relacionados con la Administración autonómica.

Llegados a este punto, Martín propuso un nuevo texto al que Férriz pidió añadir una referencia velada a la prácticamente nula presencia femenina en la concesión del galardón de Hijo Predilecto de Andalucía en los últimos cinco años.

Al llegar a este punto, el portavoz de Vox, Manuel Gavira, comunicó que su grupo presentaría su propio texto. Esta propuesta de Vox arremetía contra lo que considera «adoctrinamiento feminista», reclamaba la eliminación del Ministerio de la Mujer y señalaba a la inmigración ilegal como una de las causas del aumento de las agresiones sexuales.

Con la participación de Vox descartada, el resto de los grupos continuó con la negociación, pero la misma no tardó mucho en naufragar. Tras las propuestas formuladas por los grupos de la izquierda, el portavoz del Partido Popular, Toni Martín, preguntó a sus interlocutoras si realmente querían llegar a una propuesta de consenso.

Así estaban las negociaciones cuando ese lunes por la noche sucedió lo que acabaría por hacer explosionar cualquier posibilidad de acuerdo: el PSOE de Andalucía lanzó su campaña por el 8-M bajo el lema 'Moreno Bonilla, yo no te creo', que rescata los posicionamientos de solidaridad lanzados en su día con la víctima de 'la manada' -'Hermana, yo sí te creo'- para acusar al presidente de la Junta de ejecutar políticas alejadas de los derechos de las mujeres y de la búsqueda de la igualdad. La negociación acabó en ese momento. El PP se negó a continuar mientras no se retirara la campaña.

Con el consenso ya descartado, la portavoz socialista acusó este miércoles al PP de actuar como «ofendiditos» y de haber imposibilitado la declaración institucional sobre el 8M. «Sólo querían una excusa», dijo.

Por su parte, Toni Martín afirmó que con esta campaña, el PSOE-A «ha dinamitado todos los consensos sobre igualdad con una campaña que es una agresión a las mujeres». En su opinión, los socialistas han intentado blanquear esa campaña con una declaración institucional en el Parlamento.

Asimismo, desde Adelante la parlamentaria Maribel Mora lamentó que no se llegara a un acuerdo y señaló que una campaña, «por muy desafortunada que sea» no puedo constituirse en un obstáculo para una declaración unitaria. El consenso político sobre este asunto ha pasado a la historia.