La consejera de Salud defiende su gestión ante las listas de espera y pone el foco en la falta de médicos

Prácticamente no hay pleno en el que García no tenga que responder a preguntas de la oposición, pero en este caso su comparecencia obedecía a un asunto que despierta las mayores preocupaciones en el Gobierno de la Junta y que la oposición considera su flanco más débil. Todos los grupos parlamentarios, incluido el del Partido Popular, habían solicitado su comparecencia para informar de las listas de espera y la consejera tomó la iniciativa primero para admitir la existencia de un problema y después poner el foco en una cuestión que considera común a todas las comunidades autónomas: la falta de médicos y la necesidad de que el Gobierno de España autorice un incremento en el número de plazas MIR que dé respuesta a medio plazo a esta carencia.

García defendió que el Servicio Andaluz de Salud está utilizando todos los recursos disponibles para incrementar la actividad asistencial con medios propios para revertir esta situación, y en concreto especificó que se han realizado 376.000 indicaciones quirúrgicas, un 15% más que en 2018, último año de gobierno socialista en la Junta; 12,5 millones de consultas externas, un 16,5% más que en 2018, y 9,5 millones de pruebas, un 2% más que hace cinco años.

La comparación con las cifras previa a la llegada de Juanma Moreno a la presidencia es un argumento al que la consejera suele recurrir en todas su intervenciones en la Cámara y en este caso no fue una excepción. Ello le valió el reproche de los grupos de izquierda, que censuraron que siga apelando a lo realizado durante los gobiernos socialistas cuando el PP está a punto de cumplir cinco años en el poder autonómico.

La consejera reconoció su preocupación ante los últimos datos publicados, relativos a junio de 2023, pero insistió en la necesidad de que el Ministerio de Sanidad aumente el número de plazas MIR y advirtió de que hasta tanto se adopte esa medida las listas de espera seguirán creciendo. Se trata, aseguró, de una situación compartida con el resto de las comunidades autónomas.

En la oposición no se comparte este criterio y se pone como argumento el crecimiento exponencial de la sanidad privada que, según argumentan, no tiene problemas en dotarse de personal. Por ello reclamaron que se mejoren las condiciones salariales y de estabilidad del personal sanitario.