Janusz Wojciechowski. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET
Opinión

Y el comisario de Agricultura es… sorpresa

Mirada periférica ·

La ausencia de menciones al principal responsable de la política europea que más afecta a Andalucía más que extraña resulta inexplicable

Domingo, 2 de junio 2024, 00:08

Hasta que en los momentos finales del último pleno del Parlamento de Andalucía la candidata número dos del Partido Popular a las elecciones europeas, Carmen Crespo, mencionó al comisario de Agricultura, el nombre del principal responsable de las políticas comunitarias relativas al campo no había ... aparecido en los debates de esta rarísima campaña electoral. Resulta extrañísimo, ya que la agenda política de los últimos meses ha estado marcada decisivamente por el conflicto en el agro y si hay un sector económico para el que lo que se decide en Bruselas resulta determinante, ese es precisamente el primario.

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Pero lo extraño se convierte en inexplicable cuando se trata de describir a quién es el comisario europeo de Agricultura. Responde al nombre de Janusz Wojciechowski, es polaco y pertenece al grupo político de los conservadores y reformistas (ECR por sus siglas en ingles). Se trata del grupo presidido por la italiana Giorgia Meloni y al que pertenece Vox. Es decir, la persona responsable de ejecutar las políticas europeas relativas al campo forma parte del mismo espacio político que en España pretende abanderar y capitalizar electoralmente el malestar de agricultores, ganaderos y pescadores con esas mismas políticas. La paradoja es monumental. Y más paradójico aún es que este argumento no aparezca por ningún lado.

No hay debate en la política andaluza en la que Vox no acuse a populares y socialistas de ser los principales responsables de las políticas europeas que, asegura, ponen al medio ambiente por delante de los intereses del sector primario –no ya como si fuesen contradictorios, sino como si remotamente pudieran ir por separado-y en el que no acuse al PP de haberse sometido a los marcos culturales e ideológicos de la progresía, como si hubiera un planeta para los conservadores y otro para las personas de izquierdas. Y resulta que el comisario responsable de la ejecución de esas políticas no es ni popular, ni socialdemócrata, ni liberal. No es un ecologista radical, ni un rojo peligroso, ni un conservador timorato deseoso de buscar consensos a su izquierda. Es de los suyos.

A estas alturas cabe preguntarse por qué el PP, que se ha convertido en esta campaña en el principal blanco de los ataques del partido de Abascal, no ha usado la carta del comisario de Agricultura para desnudar esta sangrante contradicción al menos para defenderse de esos ataques. La respuesta es que una vez que han trazado su estrategia, a los partidos les cuesta salirse de ese guion. Y el guion del PP es no darle foco a Vox.

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Así, en la semana que resta hasta la cita con las urnas, seguiremos asistiendo a tres estrategias imperturbables. El PSOE denunciará un pacto en ciernes entre el PP y la extrema derecha europea; el PP concentrará su artillería en Pedro Sánchez, y Vox seguirá denunciando como el origen de todos los males los consensos entre populares y socialistas que permitieron hacer de Europa la región con más bienestar del planeta.

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