Un mar de carencias hídricas

Según un estudio de la Cátedra Aquae, Andalucía necesita invertir anualmente entre 360 y 645 millones de euros en instalaciones hidráulicas para garantizar la calidad y sostenibilidad de los servicios del ciclo urbano del agua y afrontar futuros escenarios de sequía y del cambio climático. Inversión en nuevas infraestructuras, pero también en renovar y mantener las existentes, tal y como se advierte en este informe impulsado por la Fundación Aquae, la Uned y la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS). En este sentido, la Junta de Andalucía contempla en sus presupuestos de este año una partida de 332 millones de euros en políticas hidráulicas para impulsar infraestructuras de abastecimiento, mejoras en los embalses y sistemas de riego, el acondicionamiento de cauces y proyectos de depuración.

Para garantizar el suministro de agua en periodos de escasez, la mayor actuación puesta sobre la mesa es la ampliación de la interconexión entre el Campo de Gibraltar y la Costa del Sol occidental mediante la construcción de una canalización de 23 kilómetros que permita aprovechar el excedente de la comarca gaditana para paliar el déficit que arrastra el litoral malagueño. Una carencia que también se vería reducida con el recrecimiento del pantano de la Concepción, cuya escasa capacidad le obliga a desembalsar cada vez que llueve con cierta intensidad.

Pero no es la única, ya que esa falta de agua también está provocando problemas en la comarca de la Sierra Sur de Sevilla y en los pueblos del norte de la provincia de Málaga, mientras en Almería siguen a la espera de que vuelva a ponerse en servicio la desaladora del Bajo Almanzora siete años después de que fuera arrasada por una gota fría y, sobre todo en el campo, se echan a temblar cada vez desde el Gobierno central se deja caer la posibilidad de suspender las aportaciones habituales del trasvase del Tajo-Segura. Mientras tanto, en el poniente almeriense aguardan la ansiada 'autovía del agua' que permitiría aprovechar el caudal de la presa de Rules, en la Costa Tropical granadina.

Si faltan infraestructuras para asegurar el suministro de agua a la población y en el campo, también para completar el mapa del saneamiento integral en una región donde aún siguen en el alero la mayoría de las 300 obras de depuración que hace una década (26 de octubre de 2010) fueron declaradas de interés autonómico. Había un plan ambicioso y también la fórmula para financiar una inversión de 1.766 millones de euros, tirando de fondos estatales y europeos, pero sobre todo del bolsillo del contribuyente a través del canon que se viene cobrando en el recibo del agua de todos los andaluces desde mayo de 2011.

Hasta la fecha se han recaudado más de 800 millones, pero la realidad a día de hoy sigue quedando lejos de lo plasmado en aquel Consejo de Gobierno. Prueba de ello es que ocho localidades andaluzas figuran en la lista de los 17 grandes municipios españoles cuya falta de depuración le supuso en 2018 a España una multa de 12 millones de euros por parte de la justicia europea, a los que se suman 11 millones por cada semestre de incumplimientos. Suma y sigue.