Cuando se habla de la logística, como en otros ámbitos del transporte, hay dos conceptos que marcan la tendencia: intermodalidad y ferrocarril. En Andalucía, como en otros ámbitos, el atraso en este sentido es mayor que en otras regiones españolas, e incomparable con la media ... europea. Potenciar el tráfico ferroportuario, esto es, la interconexión entre este medio y el barco para la importación y exportación de productos a gran distancia, es uno de los grandes retos a los que tendrá que hacer frente el Gobierno central, en un contexto de restricciones crecientes por parte de la UE para la contaminación que produce el tráfico.
El punto de arranque es francamente malo: el puerto de Algeciras, el más importante de España para el movimiento de contenedores, apenas desplaza un 3% de las cargas por esta vía, muy lejos de los puertos de Valencia, Barcelona e incluso del Cantábrico. Málaga tiene una sola línea actualmente, la de Hapag-Lloyd, que conecta la capital española con el recinto malagueño y de ahí, por barco, a Canadá, con una entrada semanal. Sólo Sevilla supera la media de uso, en torno al 8%. Huelva también tiene conexión, pero ni Motril ni Almería cuentan con una línea para los vagones. En contraste, la media del continente europeo es del 25%, aunque en países como Suiza alcanza el 50%.
En este escenario, hay una infraestructura clave para impulsar la logística en toda la comunidad: el Puerto Seco de Antequera. Después de quince años viviendo en los planos, la apuesta visionaria del empresario del transporte Domingo de Torres acaba de lograr todos los parabienes legales y urbanísticos. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, lo presentó en diciembre como una de las principales apuestas de su gobierno, y anunció la próxima licitación de las obras de la primera fase.
Esta consistirá en la urbanización de una parcela de 102 hectáreas (podrá llegar en sucesivas ampliaciones hasta las 330), con un presupuesto de 46 millones de euros y dos años de obras. El Megahub Andalucía –que así es como se va a promocionar– estará operativo a partir de 2022 y será la oportunidad de crear el mayor centro logístico del sur de la península. Para los puertos, principalmente los de Algeciras y Málaga, supone la oportunidad de disponer de una zona de transporte intermodal, conectado por carretera y ferrocarril, y a corta distancia (en términos de logística global). Y ello se traducirá en grandes oportunidades para captar tráficos. Los grandes puertos europeos lo son, entre otras razones, porque están conectados a redes que abarcan a varias instalaciones y países.
El Puerto Seco es fundamental para que el sistema portuario andaluz gane en eficiencia y competitividad en un mundo cada vez más global, bajo el prisma de la intermodalidad, que es el concepto central de la apuesta por una nueva logística, dentro de las exigencias de desarrollo sostenible de la UE. Este medio de transporte tendrá un papel fundamental en el puerto seco, ya que por Bobadilla discurren tanto el corredor Mediterráneo como el Atlántico. Sergio Cuberos, presidente de la Cámara de Comercio de Málaga y propietario de la cadena de supermercados Maskom, confirma este extremo: «El Puerto Seco es la clave, pero tiene que estar vinculado al desarrollo del transporte de mercancías por vía ferroviaria». A su juicio, la rada algecireña tiene que estar conectada con Antequera, y esta asumirá el protagonismo central de la distribución a gran escala en Andalucía. Este experto apuesta por aliviar el tráfico de camiones, y por apostar por un transporte más económico, ecológico y sostenible. «Es fundamental que haya una buena conexión entre Algeciras y Antequera, y desde allí al resto de provincias y para seguir por los corredores Mediterráneo y Central hasta Madrid», a lo que añade: «Si no se le da conexión ferroviaria no servirá para nada toda la inversión».
'Última milla' en las ciudades
Hay otra cuestión que preocupa a los expertos, y es la fuerte carencia en materia de espacio de uso logístico en el entorno de las grandes ciudades andaluzas y de las principales aglomeraciones urbanas, caso de la Costa del Sol. «Necesitamos más suelo logístico y sigue estando atascado», critica Cuberos. Si en el supuesto anterior se trataba de cubrir grandes distancias, aquí el problema es que la cobertura de la llamada 'última milla' (la distribución de proximidad) está resultando difícil, en un contexto de crecimiento exponencial del comercio digital, y para ello son necesarias plataformas de unos 20.000 metros cuadrados en zonas cercanas a las urbes, donde las empresas de distribución se puedan implantar.
En este contexto, no extraña que Amazon cuente ya con dos plataformas en Sevilla (una de ellas, en el puerto) y una en Los Prados, en la capital malagueña, donde busca terrenos para otra instalación de mayores dimensiones.
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