A la izquierda, el pantano de El Gergal, en Sevilla, desembalsa tras alcanzar el 100% de su capacidad; a la derecha el embalse de La Viñuela, en Málaga, en diciembre de 2024 EFE y Eugenio Cabezas

Andalucía: húmeda al oeste, seca en oriente

Las últimas borrascas evidencian el desequilibrio hídrico andaluz

Domingo, 2 de febrero 2025, 00:30

La sabiduría popular reflejada en el refranero advierte de que las lluvias nunca conforman a todos y en Andalucía esa situación empieza a tener un marcado tinte de desequilibrio hídrico. Las borrascas que durante las últimas semanas han entrado por el oeste de la península ... han devuelto una escena prácticamente inédita en la última década, la de algunos pantanos andaluces desembalsando agua.

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La imagen, especialmente impactante en una comunidad que durante décadas tendió absurdamente a una unificación forzada -como si lo que sucedía en las tres provincias occidentales valiera para el conjunto del territorio-, podría invitar a concluir que Andalucía ha superado uno de los problemas que más la ha inquietado en los últimos años, pero eso no es así. La sequía, que oficialmente se inició en marzo de 2016, persiste y está lejos de ser superada. La diferencia es que comienza a concentrarse en la parte oriental de la comunidad.

Desde que comenzó a llover en las últimas semanas y el problema pareció mudar de la falta de agua al riesgo de inundación que padecieron algunos puntos de la Andalucía Occidental -un centenar de vecinos de Cueva de la Mora, en Huelva, tuvieron que ser evacuados ante el riesgo de rotura de una presa por el exceso de presión en un embalse-, desde la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural se empezó a advertir de que la Andalucía húmeda va por un lado y la seca, por el otro.

Los expertos estudian los motivos por el que las borrascas procedentes del Atlántico ya no penetran tierra adentro

El Gobierno andaluz lleva ya tiempo concienciando sobre el nuevo escenario que el cambio climático ha traído al sur de España y otras regiones meridionales de Europa y eso no lo han cambiado las borrascas de los últimos días. Lejos de desmentir la nueva y dramática situación climática, los fenómenos extremos la confirman.

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Esta semana, el consejero, Ramón Fernández-Pacheco, advirtió de que en las cuencas del Guadalquivir y del Tinto, Odiel y Piedras se puede estar relativamente tranquilo en cuanto a la reserva de agua, pero en la Mediterránea la situación es aun peor que hace un año. «No podemos bajar la guardia», señaló antes de adelantar que la hoja de ruta en la planificación y ejecución de obras para afrontar la realidad de la sequía no va a sufrir cambios.

Cambio climático

¿Hay alguna relación entre el cambio climático y esta realidad dispar que ya se configura claramente entre la una Andalucía seca y una húmeda? Los especialistas creen que sí y hay dos motivos. Uno de ellos es que las borrascas que años atrás entraban por una zona y se iban extendiendo por todo el territorio han dejado lugar a las danas, fenómenos mucho más localizados que descargan una gran cantidad de agua en una parte muy acotada de territorio sin afectar a las partes contiguas. Lo sucedido en Valencia el pasado octubre fue la expresión más dramática de un fenómeno que, aunque no siempre con semejante virulencia, comienza a ser frecuente.

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El otro fenómeno que se encuentra ahora bajo estudio, según explica el investigador José Luis Escudero, responsable del blog Tormentas y Rayos (en SUR.es), está relacionado con los llamados vientos ábregos, que templados y húmedos y procedentes del Atlántico entran a la Península por el suroeste y son portadores habitualmente de lluvias persistentes.

Por causas que están en estudio y que los expertos relacionan con los cambios que está experimentando el clima en todo el planeta, estos vientos ya no penetran tanto en el territorio y no pasan a la parte más oriental de Andalucía, concentrando todas las precipitaciones en el oeste. A medida que este fenómeno se vaya acentuando, el desequilibrio hídrico entre las dos zonas de Andalucía tenderá a ser mayor.

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Situación de las reservas hídricas

Para comprender cuál es la situación global de las reservas hídricas andaluzas y la repercusión que las lluvias de las últimas semanas han tenido sobre las mismas, basta con considerar que actualmente se encuentran al 37,11 por ciento. En sólo una semana, las reservas se incrementaron en un 2,5 por ciento, pero lo hicieron sólo en la parte más occidental de Andalucía.

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La cantidad de agua embalsada ya representa un 70 por ciento más de lo que había hace un año, con lo que la situación ha mejorado en su conjunto de manera muy importante, pero supone todavía un 17,4 por ciento menos de la media de los últimos diez años.

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Si se analiza cuenca a cuenca y se comparan los datos de la Andalucía occidental con los de la oriental, se percibe claramente la realidad dual hacia la que se dirige la comunidad autónoma.

La del Guadalquivir, la de mayor capacidad de almacenamiento y que cruza Andalucía de Este a Oeste, se encuentra por encima del 38 por ciento de su capacidad, que es de 8.030 hectómetros cúbicos. Si se compara ese volumen con el del año pasado, se comprueba que creció en 1.341 hectómetros cúbicos, aunque se encuentra todavía por debajo de la media de la última década, que es del 43,24 por ciento.

Por el contrario, la cuenca Mediterránea Andaluza, que recorre el litoral desde el Estrecho de Gibraltar hasta el Cabo de Gata, está apenas por encima del 29 por ciento de su capacidad total de almacenamiento, que es de 1.152,83 hectómetros cúbicos. Se encuentra por debajo de la semana anterior y un 56 por ciento mejor que hace un año, cuando la situación era dramática. No obstante, está lejos de acercarse a la media de los últimos diez años, que es del 43,81 por ciento.

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Guadalete-Barbate, en la provincia de Cádiz, tiene una capacidad de almacenamiento de 1.651 hectómetros cúbicos y se encuentra al 28,53 por ciento. Tiene 230 hectómetros cúbicos más que hace un año y 300 hectómetros cúbicos menos que la media de la década.

Asimismo, el agua en la demarcación hidrográfica cuenca Tinto-Odiel-Piedras-Chanza, en la provincia de Huelva, es de 579 hm3, lo que representa el 51,93 %, de la capacidad total de almacenamiento de 1114,95 hm3. En sólo una semana el nivel aumentó un 8,7 por ciento, tiene 150 hectómetros cúbicos más que hace un año y se encuentra apenas cinco puntos por debajo de la media de la última década.

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La cuenca del Guadiana, que atraviesa el sur de Castilla La Mancha pero finaliza en Huelva, está al 41,34 por ciento de su capacidad total, que es de 9.538 hectómetros cúbicos. Embalsa actualmente 1.382 hectómetros cúbicos más que hace un año y 421 menos que la media de los diez últimos años.

La cuenca del Segura, que afecta a buena parte de la provincia de Almería, está al 20,96 por ciento de su capacidad total, que es de 1.140 hectómetros cúbicos. Ello supone dos puntos más que hace un año y 12 puntos menos que la media de la década.

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Créditos

  • Gráficos: Alba Martín Campos

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