Secciones
Servicios
Destacamos
¿Cuánto pasado es capaz de soportar el futuro político de Andalucía? Es una de las múltiples preguntas que se resolverán en las elecciones andaluzas del próximo 19 de junio, nueva cita para elegir a un total de 109 diputados. Para saber lo que ... está en juego hay que remontarse a las últimas elecciones, celebradas el 2 de diciembre de 2018. El PSOE de Susana Díaz ganó los comicios, pero con un resultado insuficiente para gobernar. El PP obtuvo su peor resultado, pero la aritmética parlamentaria, con un Ciudadanos en efervescencia y la abstención de Vox, permitió la investidura de Juanma Moreno. La candidatura de Adelante Andalucía, liderada por Teresa Rodríguez, también sufrió la desmovilización del votante de izquierdas.
Cuatro años dan para mucho. El Parlamento que se constituyó no es el mismo que se disuelve este lunes. El reparto de escaños se ha desfigurado y existe un poblado grupo de no adscritos. Once diputados procedentes de la ruptura de Adelante Andalucía y otro de Vox lo conforman. Con Unidas Podemos Andalucía, hay un grupo que tampoco existía al comienzo de la legislatura.
Dicho esto, el PSOE constituye el grupo más numeroso. Son los 33 diputados socialistas que, por primera vez, han ocupado la bancada reservada para la oposición. Una victoria con sabor a cicuta. El PP obtuvo el peor resultado de su historia en Andalucía. Contabilizó los 26 diputados que mantiene en la actualidad. A veces, poco da para mucho. Suficientes para aupar a Juanma Moreno.
El partido naranja, en una coyuntura diametralmente opuesta a la de ahora, logró 21 diputados. Albert Rivera aún era un imán de votos y Juan Marín tomó figura de vicepresidente. PP y Ciudadanos sumaron fuerzas para llegar hasta los 47 escaños. Un acuerdo que iba a dar como resultado un gobierno de coalición. La mayoría absoluta está en 55 diputados, cifra que parece ya inalcanzable en un escenario de multipartidos. Los entonces doce diputados de Vox se abstuvieron y allanaron el camino al autoproclamado «gobierno del cambio».
En la actualidad, Vox mantiene un diputado menos. Al relevo y la posterior salida de su cabeza de lista, Francisco Serrano, hay que unir el paso de Luz Belinda al grupo de los no adscritos. Por ello, Vox parte en la carrera del 19J con once diputados. Los mismos que se ha dejado por el camino Adelante Andalucía, después de dinamitar su grupo parlamentario.
Los once diputados que lucían los blasones de Adelante Andalucía al inicio de la legislatura también pasaron al grupo de no adscritos. Los seis diputados restantes conformaron un nuevo grupo, bajo el nombre de Unidas Podemos Andalucía. Una réplica del modelo nacional, donde confluye Izquierda Unida con el partido morado.
Esta es la foto fija del momento, las fichas que se ponen sobre el tapete. Las aspiraciones, sin embargo, han variado. Moreno llega al 19J en pleno rebufo de unas encuestas que le son favorables. El objetivo está claro: obtener un resultado que le permita gobernar en solitario, sin la necesidad de nombrar a consejeros de Vox. El PP confía en poder sacar más diputados que la suma de los diputados de los partidos de izquierdas, lo que dejaría un relato expedito a los populares para reivindicar un gobierno en solitario.
El PSOE afronta un cambio de candidato. Juan Espadas tendrá que mantener sobre sus hombros el grueso de la campaña desde un liderazgo interno consolidado, pero con un grado de conocimiento que no es comparable al de Moreno. Los 33 escaños que obtuvo Díaz son el objetivo mínimo. El 19J se intuye como una cita complicada para un PSOE que tampoco puede contar con un flanco a su izquierda fuerte. Al revés porque reinará la fragmentación. Teresa Rodríguez encabezará una papeleta. La candidatura que saldrá de Unidas Podemos Andalucía, a dos meses de acudir a las urnas, no es capaz de presentar aún a un cabeza de lista.
De estar al alza, Ciudadanos luchará contra la hecatombe de la desaparición. Los precedentes auguran un velatorio político. En la Comunidad de Madrid, Ciudadanos ya se quedó sin presentación. En Castilla y León salvó un diputado.
En una tendencia contraria está Vox. El partido de Santiago Abascal está en fase gaseosa y cuenta con una marca que ahora suma por sí sola. Prueba de ello es que en las últimas semanas se ha enfriado la posibilidad de que Macarena Olona lidere la candidatura de Vox. La formación ahora sí quiere entrar en el gobierno de la Junta y sueña con replicar el modelo Castilla y León: un gobierno de coalición con el PP.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.