Los aranceles de Trump empujan a la baja la previsión de crecimiento de la economía andaluza

«A mí no me toca una recta, cuando no viene la pandemia, viene la inflación, los precios se suben, viene la guerra en Ucrania, y ahora ya que empezamos a respirar, nos viene una administración, en este caso, claramente proteccionista, que ha declarado una guerra comercial de incalculable e imprevisible impacto», Con estas palabras lamentó Moreno el giro que están tomando los acontecimientos, que obligarán, según reconoció, a «recalcular un poco» las previsiones de crecimiento de la economía andaluza para este ejercicio.

Lo hizo durante su intervención en la clausura del ciclo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) denominado 'Andalucía en positivo, la empresa liderando el futuro', celebrado este jueves en Sevilla.

«Se me rompe el corazón porque conozco empresas que llevan décadas abriendo mercado en Estados Unidos, relacionadas con el aceite e incluso con el vino», lamentó el presidente, que apuntó la necesidad de girar en dirección a Asia en la búsqueda de nuevos mercados que permitan evitar la caída de las exportaciones.

«Tenemos también que empezar a virar hacia países, especialmente en Asia, donde tenemos mercados que aprecian mucho los productos andaluces», dijo en referencia a Japón, país del que destacó su alto nivel de renta, y a China, donde realizó una visita el año pasado que, afirmó, permitió abrir unas buenas relaciones institucionales «que están generando una inercia que puede ser positiva». La Junta prepara también ahora una acción similar en Japón ante las puertas que se están cerrando para algunos productos en Estados Unidos.

Tras recordar que el global de las exportaciones de Andalucía superó en 2024 los 40.000 millones de euros con un liderazgo claro en el sector agroalimentario y en el aeronáutico, recordó que Andalucía y Cataluña son las dos comunidades españolas que más exportan a Estados Unidos. «A nosotros sí que nos importa todo lo que está pasando porque va a tener un impacto en nuestra economía y probablemente haya que recalcular un poco las cifras», lamentó.

Aun así, el presidente de la Junta mostró su confianza en el papel de la Unión Europea y manifestó cierto optimismo en que lo que está sucediendo «dentro de lo malo nos va a servir para que nos pegue un zarandeo y orientemos de una vez a la Unión Europea, que tiene un enorme músculo». Por ello, apeló a la «diplomacia inteligente y al sentido común», buscando puntos de encuentro, y siempre defendiendo los intereses de Europa.

Por su parte, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, consideró un «error enorme» la amenaza de Trump, de imponer un arancel del 200% a todos los vinos y productos alcohólicos procedentes de la UE. «Él se lo va a perder porque tengo que reconocer que el vino español es maravilloso, además de todas las regiones de España», afirmó. En su opinión, la política económica arancelaria que está planteando el presidente de Estados Unidos es «errática» y «no es buena para nadie», ni siquiera para el propio Estados Unidos, algo que se ha reflejado en la caída de las bolsas americanas.

El presidente de la CEA, Javier González de Lara, opinó que se esta viviendo un cambio de época. «El orden mundial ha estallado en mil pedazos, y tendremos que construir un nuevo modelo -dijo González de Lara- el proceso de globalización que propició la integración económica y social entre países, ahora ha conseguido desacreditar a las instituciones internacionales creadas para facilitar esa colaboración».