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El procedimiento es seguramente más fácil de explicar y de entender que de ejecutar. Se trata de descomponer el agua, quedarse con uno de sus componentes –el hidrógeno-, emitir a la atmósfera el oxígeno (o buscarle otros usos) y utilizar las propiedades energéticas del primero. ... El cambio climático, además de exponer las dramáticas contraindicaciones de los combustibles fósiles, ha obligado a apostar decididamente por las energías alternativas. En esa carrera, esta fuente energética ha tomado la delantera por su mayor potencial frente a otras energías renovables. En aquellas industrias en las que no es posible la electrificación, que consumen mucha energía y que funcionan a altas temperaturas, la única alternativa a la descarbonización lleva el nombre del hidrógeno verde.
¿Cuándo se considera verde el hidrógeno generado a través de ese proceso? Cuando en éste sólo se han utilizado energías limpias. Es decir, que la disponibilidad de energía solar o eólica no sólo tiene valor en sí misma, sino por la posibilidad de utilizarla para generar una energía más potente y necesaria en el sector industrial, pero que también ya se considera la mejor alternativa en sectores como el transporte marítimo, el transporte terrestre pesado e incluso el transporte aéreo.
En la Junta de Andalucía entienden que esta comunidad reúne las condiciones ideales para transformarse en el territorio ideal de esta nueva energía. Una especie de Golfo Pérsico del hidrógeno verde que dispone de los recursos naturales para su generación: el sol, el viento y, la principal ventaja comparativa, una mayor radiación solar que en el resto de los territorios. En concreto, un 13% más que la media española y un 50% más que Alemania, el país más industrializado de Europa y por lo tanto el que más energía de este tipo demandará en el futuro. El 27 por ciento de las actividades que se desarrollan en España en relación al hidrógeno verde tienen lugar en Andalucía.
El consejero de Industria de la Junta, Jorge Paradela, presentó el pasado martes tras el Consejo de Gobierno de la Junta un mapa industrial del hidrógeno verde, que identifica a unas 80 organizaciones relacionadas con esta energía. Entre ellas figura medio centenar de empresas, pero también entidades de apoyo, clústeres y grupos de investigación relacionados con esta actividad en Andalucía.
Paradela explicó que además de los recursos naturales, hay otras condiciones que pueden disparar la ventaja comparativa de Andalucía: su situación geográfica; la fortaleza de sus puertos –puerta de salida para la exportación de esta energía, que puede transportarse en barco una vez convertida en amoníaco o etanol-; la existencia de industrias que ya demandan hidrógeno , ya que el 40 por ciento de las industrias españolas que consumen actualmente hidrógeno convencional están localizadas en la Bahía de Algeciras y en Palos de la Frontera; la experiencia acumulada en ambos polos industriales andaluces en el tratamiento del hidrógeno, y la competitividad andaluza en la producción de energía natural que se utiliza en el proceso.
Con una sequía que avanza inmisericorde, la pregunta es cómo se puede estar planteando Andalucía tomar la delantera en un sector cuya materia prima es precisamente el agua. Según Paradela, esta aparente contradicción no es tal. En primer lugar, porque el hidrógeno convencional que ya utilizan las industrias andaluzas en los polos de Cádiz y Huelva consume más agua que el verde, por lo que esta apuesta supondrá ahorro. Pero también porque algunos de los proyectos ya en marcha incluyen su propia desaladora.
Cepsa lidera uno de estos proyectos, el denominado Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, con una inversión prevista de 3.000 millones de euros y que comenzará a producir esta energía en cantidades industriales en el último trimestre de 2026.
También está previsto que el corredor marítimo que unirá el puerto de Algeciras con el de Rotterdam para transportar esta energía esté operativo a finales de 2027.
Otro de los proyectos localizados en Andalucía es el de la naviera Maersk, la segunda mayor del mundo, que ha iniciado un proceso de descarbonización de su flota. Esta multinacional de origen danés desarrollará este proyecto en Andalucía y Galicia con una inversión de 10.000 millones de euros.
El pasado 29 de marzo se presentó la Alianza Andaluza del Hidrógeno Verde, impulsada por el Gobierno andaluz, con el objetivo de aprovechar las oportunidades que ofrece el despliegue de este sector y acelerar el desarrollo de las tecnologías asociadas a la producción, almacenamiento, distribución y uso del hidrógeno renovable y alentar su desarrollo en Andalucía.
Una de las cuestiones en las que se hace hincapié es la influencia que el hidrógeno verde puede tener en la industrialización de Andalucía, ya que se considera que la disponibilidad de fuentes de energía es fundamental para la atracción de inversiones en este campo.
El mapa industrial del hidrógeno verde contiene una ficha para cada empresa o entidad con una breve descripción de su actividad, incluye el número de empleados y una selección general de sus productos o servicios más representativos, en especial los de mayor interés en relación con el hidrógeno verde, sus certificados de calidad, las iniciativas de innovación y principales proyectos desarrollados en los últimos años. Se trata de un catálogo abierto que irá nutriéndose de nuevas empresas y entidades que estén relacionadas.
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