Ángeles Férriz: «Moreno Bonilla pone más energía contra el Gobierno de España que en buscar alianzas»

–Esta nueva estrategia que deja atrás el discurso de 'nosotros ganamos pero no gobernamos porque el PP pactó con la ultraderecha' y lo cambia por 'tomemos la iniciativa para quitarle protagonismo a la ultraderecha' supone que el PSOE ya ha hecho la digestión de la pérdida de la Junta?

–Ganamos, es verdad, lo que pasa que es tan verdad como que gana quien gobierna. Somos la primera fuerza política de la Cámara y lo que estamos pretendiendo es darle un sentido a ser oposición. Hay dos maneras de hacer oposición: una la que vemos en el Congreso de los Diputados, de acoso y derribo, sin propuestas y con el fin de derribar al Gobierno a toda costa, y hay otra, que es ser alternativa al Gobierno, siendo útiles a los andaluces y las andaluzas. Eso implica que el principal partido de la oposición, que es el que tiene más diputados, intente llegar a acuerdos en lo que beneficie a Andalucía. Eso no supone dar un cheque en blanco, nosotros no estamos aquí para cumplir con el programa del Partido Popular, pero la Cámara puede ser útil, constructiva. Se lo debemos a los ciudadanos, que están hartos de que la política se viva de una manera tan bronca. Esta forma de hacer oposición es la mejor para servir a la sociedad y el mejor camino para volver a gobernar.

–¿El PSOE ha perdido tiempo en los dos años y medio que se llevan de legislatura?

–No. Los compañeros que me han antecedido en la dirección del grupo han hecho lo que creían mejor en cada momento. Hemos pasado por un proceso de primarias, lo cual supone un cambio, y el cambio también implica otra estrategia comunicativa y parlamentaria. No es fácil hacer oposición en un parlamento cuando en la bancada está sentado el anterior gobierno, pero también creo que hay determinadas formas de hacer oposición con la que se pueden obtener mejores resultados. Lo sabremos cuando lleguen las elecciones autonómicas. El PSOE siempre ha tendido la mano, lo que pasa es que hasta la fecha el PP ha decidido apoyarse en otro partido que es el que actualmente le garantiza los sillones de gobierno. También tiene que ser un cambio para el propio Gobierno. Nuestra voluntad es de verdad, sincera, y la vamos a demostrar, pero también hay una pelota en el tejado del presidente. ¿Es verdad que tú quieres entenderte con alguien más que no sea Vox o te resulta más cómodo entenderte con la extrema derecha? Esa es la pregunta que también tienen que responder ellos.

–¿Esta estrategia no le generará dificultades a la hora de marcar un perfil propio cuando llegue la campaña electoral?

–Nosotros no estamos promoviendo acuerdos en todo. Lo que decimos es que hay dos opciones, enfrentarnos o sentarnos e intentar llegar a acuerdos. Hay muchas leyes que llegan al Parlamento que tienen una base de acuerdo y otras que no la tienen. Y desde luego vamos a ponerle voz a lo que necesita la gente y lo que necesitan alcaldes y alcaldesas. Nuestro cometido es ponerle voz a Andalucía.

–El portavoz del Gobierno andaluz ha dicho que la prueba del algodón va a ser la ley del suelo.

–He visto esas declaraciones y hay algo que no acabo de entender, porque es como que no quieren que nosotros colaboremos. Hemos dejado clara cuál es nuestra voluntad. Cuando uno quiere llegar a acuerdos tiene que sentarse. Esta ley es muy importante y la están esperando los alcaldes y las alcaldesas, pero entenderá el Gobierno que para que nosotros la apoyemos también tendrá que ceder y decirnos en qué están dispuestos a acordar. Si no están dispuestos, es que a lo mejor tienen un pacto con Vox y siguen en la línea de no querer entenderse con el principal partido de la oposición.

–Hay otras leyes en tramitación, como la de la Autoridad del Profesorado, la de la Infancia y la Adolescencia o la de Tributos Cedidos. ¿Cuál va a ser la postura del Grupo Socialista?

–Son leyes muy importantes. Vamos a presentar enmiendas, en algunos casos ya lo hemos hecho, con un único fin, mejorarlas. Yo no tengo ninguna duda de que podemos llegar a acuerdos, la pregunta es si el Gobierno quiere imponer o está dispuesto a acordar. ¿Están dispuestos a explorar otro camino o no quieren hacerlo porque ya cuentan con el apoyo de la extrema derecha? Nosotros somos los principales interesados en que esto marche bien, en que las leyes salgan, porque somos un partido con capacidad de gobierno y volveremos a San Telmo. Entenderá cualquiera que estamos mucho más interesados que otros partidos en que las leyes salgan bien. Lo más inteligente es que salgan con el máximo consenso. Eso no supone que el Gobierno imponga lo que piensa, sino que tiene que ceder también ideológicamente.

–Esa forma de actuar no sólo supondría un cambio sobre lo que ha pasado en los dos últimos años, sino también sobre lo que pasaba en los años anteriores, cuando gobernaba el PSOE.

–Es que hay que evolucionar. La politica genera un rechazo bestial en la ciudadanía porque la hemos convertido en pim pam pum. La gente ha dejado de escucharnos, porque lo único que ve es uno que dice negro y otro que dice blanco. Lo que trae Juan Espadas es ese cambio. ¿Por qué no se puede hacer una política útil? Es un cambio que merece la pena al menos explorarlo.

–No resulta fácil imaginar un acuerdo en la Ley de Tributos Cedidos, que supondrá una importante rebaja fiscal.

–En todos los planteamientos puede haber un margen de acuerdo. Nosotros no compartimos con la derecha ese afán de rebajar impuestos y de dejar de ingresar. Por una cuestión muy sencilla, porque creemos en el estado del bienestar y el bienestar cuesta dinero. No estamos de acuerdo con esa base demagógica de bajar impuestos, porque hay que garantizar todos los servicios públicos que al día de hoy no están garantizados. El Gobierno andaluz se ha visto con una inyección de dinero extra que le ha venido del Gobierno de España y de la Unión Europea y no se trata de hacer lo mismo y por eso darse el lujo de ingresar menos. Se trata de hacer más, la gente necesita más por la pandemia. Si usted dice que va a bajar impuestos y va a haber una merma de ingresos tiene que decir dónde la va a aplicar.

–El argumento es que cuando más se rebaja, más se recauda.

–Eso no está comprobado. Lo que está comprobado es que cuando se bajan impuestos y se beneficia fundamentalmente a unos pocos, es a costa de la mayoría.

–Uno de los temas que va a marcar la agenda es el cambio en el sistema de financiación.

–Nuestra postura es la de siempre. En esto hay que tener coherencia. Nosotros hemos reclamado siempre una financiación justa para esta tierra y la vamos a defender gobierne quien gobierne en España. Esta pregunta hay que hacérsela a quien no ha tenido esa coherencia. Nos encanta que el Partido Popular esté ahora muy afanado con la financiación autonómica y a mí me hubiese gustado que lo hubiera estado igual cuando gobernaba Mariano Rajoy. La propuesta de que hubiese una financiación justa para Andalucía la lanzó el PSOE estando en el Gobierno y a eso se sumaron todos los partidos salvo Ciudadanos. Vamos a mantener la coherencia. Independientemente de quién gobierne en España, si la financiación no es la justa no es la justa.

–¿Ahora que los canales de comunicación entre el PSOE de Andalucía y el Gobierno son más fluidos cree que este tema se abordará?

–No tengo la más mínima duda de que el Gobierno de España, y concretamente su ministra de Hacienda, va a hacer lo mejor para Andalucía. Pero lo que no voy a compartir nunca es esa teoría del agravio a la tierra, que como artificio estratégico electoral vale pero no es real. Andalucía no está ni discriminada ni agraviada y la prueba son la cantidad de millones que están viniendo. Tenemos unos Presupuestos Generales del Estado, que por cierto el PP no ha votado, en los que por primera vez se ha respetado el peso poblacional de Andalucía, el 18 por ciento. Tenemos unos presupuestos con un 44 por ciento más de los de Mariano Rajoy. Lo básico para ser creíble es la coherencia. Esta tierra ha sido muy agraviada durante los años de Rajoy y aquí nadie del PP abrió la boca. No lo hicieron cuando en lugar del 18 por ciento se hacían presupuestos con el 11 por ciento, cuando no se financiaba la dependencia o cuando había planes de empleo para otras comunidades y no para la nuestra. Ahora, por ejemplo, el ritmo de vacunación va bien. ¿Tanto cuesta reconocer que las vacunas las manda el Gobierno de España? Hay que ser coherentes y generosos, cada uno lo está haciendo lo mejor que puede desde donde está. He visto más energía en Moreno Bonilla contra el Gobierno que en buscar alianzas. Nosotros estamos buscando otra manera de hacer política desde la oposición, pero también la debería hacer la Junta con el Gobierno de España. A lo mejor nos iría mejor.