Andalucía y Valencia pactan una propuesta común para acabar con la infrafinanciación

La comunidad andaluza y la valenciana, la primera y la cuarta, respectivamente, por peso poblacional, son dos de las regiones que menos financiación reciben por habitante, por lo que reclaman que hasta tanto se diseñe un nuevo modelo, esos fondos se destinen a igualar sus ingresos y los del resto de las regiones infrafinanciadas a la media de todas las comunidades autónomas. Una vez alcanzada esa nivelación, el resto de la partida debería distribuirse en proporción a la población ajustada, un baremo que se utiliza para el reparto de fondos que parte del número de habitantes de cada comunidad y se ajuste en función de parámetros como la población mayor de 65 años, la menor de 16 o la superficie total, entre otros.

Pese a haber acordado solicitar esta solución provisional, ambos han coincidido en destacar que este mecanismo transitorio no debe aplazar una reforma global del sistema, la compensación de la deuda acumulada por la infrafinanciación y un reparto más equitativo de los recursos.

Bravo defendió la necesidad de plantear, «desde el diálogo y el consenso, una reforma del actual modelo que no perjudique a ninguna comunidad autónoma pero que aporte más recursos a aquéllas que están peor financiadas, como ocurre con la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía, para afrontar los servicios públicos esenciales como la educación, la sanidad y las políticas sociales, y también la recuperación post-pandemia».

Por su parte, el conseller valenciano de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, apuntó que «las diferencias de recursos de hasta 30 puntos por habitante ajustado» impide que se pueda afrontar la recuperación con las mismas oportunidades, puesto que las capacidades financieras son muy dispares. «Nuestra propuesta de reforma parte de la base de que todas las comunidades autónomas deben verse beneficiadas y estamos convencidos de que desde el diálogo y el consenso podremos sumar los apoyos necesarios para lograr una reforma que es inaplazable y más perentoria que nunca»,señaló.

Ambos han incidido en que es mucho más lo que une que lo que separa a estas comunidades, gobernada una por el PP y Ciudadanos y la otra, por una alianza de izquierdas encabezada por los socialistas. Para ambos, el reparto debe tener como principal criterio la población ajustada.

Ambos consejeros explicaron que la evolución de los ingresos del modelo de financiación se sitúa permanentemente por debajo del gasto calculado en base a la evolución de las necesidades de los territorios, lo que implica que se haya consolidado una insuficiencia global del sistema que el documento de los expertos de 2017 cifró en 16.000 millones de euros.

Esta situación impide mantener las coberturas de los niveles reales de prestación de los servicios, por lo que insisten en que debe ser corregida en el nuevo modelo.

Defendieron por ello que las autonomías peor financiadas deben tener la oportunidad de encarar con los recursos necesarios la recuperación, porque si no se adoptan soluciones transitorias y se avanza en la reforma del modelo de financiación, la reconstrucción tras la pandemia se producirá a distintas velocidades y de forma insolidaria.

La reunión de este viernes fue preparatoria de la cumbre prevista para septiembre en la que participarán el presidente andaluz, Juanma Moreno, y su par valenciando, Ximo Puig.