La Consejería de Educación ha iniciado el proceso para convocar oposiciones para casi 6.500 plazas de reposición. Los exámenes se celebrarán en la segunda quincena de junio con el objetivo de que los nuevos funcionarios se incorporen al inicio del próximo curso lectivo 2023-2024.
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De esta forma, se cubrirán al 100 por cien las bajas previstas desde 2020 por jubilaciones, traslados o fallecimientos. En concreto, según explicó la consejera, Patricia del Pozo, el proceso recoge lo previsto en sendos decretos de empleo público que contemplan todo lo correspondiente a 2020, lo que quedaba desde 2021 y gran parte de lo que quedaba por convocar del 2022.
Este proceso se realizará en paralelo con otro ya en marcha para dar estabilidad a otros 6.100 docentes que suman el concurso de méritos ya convocado en noviembre para estabilizar 3.287 puestos y una segunda fase de 2.826 plazas que se realizará el año próximo mediante concurso-oposición.
Una segunda fase en un concurso oposiciones para 2826 plazas. Con todo ello, desde 2019 se habrán convocado en Andalucía oposiciones para 25.400 docentes del sistema público de educación, según los datos aportados por Del Pozo.
En concreto, las oposiciones de este año servirán para cubrir 6.494 plazas de reposición, de las que la gran mayoría, 6.021, corresponden a profesores de secundaria. Habrá también 261 plazas de Música y Artes Escénicas, 88 de sectores singulares de FP, 62 en las Escuelas Oficiales de Idiomas, 52 de Artes Plásticas y Diseño y 10 de Taller de Artes Plásticas y Diseño. Se trata del mayor número de plazas convocados en una sola oposición en Andalucía en los últimos 14 años, según la Junta.
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Las oposiciones comenzarán en el mes de junio y estarán completadas a finales de julio, de modo que los nuevos funcionarios se incorporen a sus puestos el 1 de septiembre para el inicio del curso.
Las oposiciones incorporarán cambios en su organización con las que la Consejería quiere avanzar en materia de transparencia e igualdad. En relación con lo primero, los opositores podrán solicitar copia de su examen y de las calificaciones recibidas una vez publicadas sin tener que esperar al final del procedimiento, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora. Asimismo se incluye por primera vez un plazo de alegaciones a las calificaciones de cada una de las dos pruebas, lo que también supone una novedad.
En materia de igualdad, las madres lactantes podrán recuperar el tiempo destinados a la lactancia en el desarrollo de la prueba. También se incluirán criterios para flexibilizar las fechas de los exámenes en el caso de mujeres que estén de parto o en fechas inmediatas tras el parto, «sin perder garantías de rigor y objetividad, y garantizando siempre los derechos del resto de participantes en el procedimiento», explicó la consejera.
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La Junta también quiere introducir en la celebración de estas oposiciones modificaciones que permitan avanzar en el objetivo de la digitalización. Así, se permitirá completar la digitalización con la presentación telemática de las programaciones didácticas para quienes superen la primera prueba. De esta forma se evitará que los opositores tengan que desplazarse físicamente a los tribunales para entregarlas en persona y se descargará a los tribunales de la tarea de recoger ese documento. En las oposiciones celebradas el año pasado, los aproximadamente 40.000 aspirantes ya pudieron presentar la totalidad de sus méritos de forma digital, ahorrando en torno a un millón de hojas de papel, así como los gastos que generaba la logística del transporte de todos esos documentos. Concurso-oposición. Ahora el ahorro será mayor.
El concurso-oposición comenzará en junio con la presentación de los candidatos ante el tribunal asignado, en cuyo acto serán informados sobre el desarrollo del procedimiento selectivo. Tras el acto de presentación, se desarrollará la primera prueba eliminatoria de la fase de oposición en las que se tendrán en cuenta los conocimientos específicos de la especialidad, la aptitud pedagógica y el dominio de las técnicas para el ejercicio docente.
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La primera de estas pruebas constará de dos partes que se valorarán conjuntamente: una práctica para comprobar la formación científica y el dominio de habilidades técnicas del candidato y otra teórica consistente en el desarrollo escrito de un tema elegido por el aspirante, de entre varios extraídos al azar por el tribunal.
La segunda prueba, centrada en la aptitud pedagógica y el dominio de las técnicas necesarias para el ejercicio de la docencia, consistirá en la presentación y defensa de una programación didáctica y en la preparación y exposición oral de una unidad didáctica.
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Cada una de las dos pruebas deberá ser superada por el aspirante con una puntuación igual o superior a cinco puntos sobre diez. Respecto a la fase de concurso, que se valorará con un máximo de 10 puntos, se evaluarán, entre otros méritos, la experiencia docente previa y la formación académica del personal aspirante. La puntuación global del concurso-oposición resultará de la ponderación de las puntuaciones de las fases de oposición y concurso, en la que valuarán dos tercios la fase de oposición y un tercio la de concurso.
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