La aprobación del Presupuesto de 2020 apuntala la estabilidad de Moreno para toda la legislatura

El Presupuesto, que asciende a 38.450 millones de euros, fue aprobado con los votos de los grupos del Gobierno y el de Vox, mientras PSOE y Adelante Andalucía se posicionaron en contra. Andalucía se adelanta a todas las comunidades autónomas, aunque el bipartito PP-Cs ha puesto también énfasis en que frente a la parálisis del Estado con las cuentas prorrogadas del Gobierno en funciones de Pedro Sánchez, la administración autonómica se presenta como una «isla de estabilidad» para el fomento del crecimiento económico en época de incertidumbre.

El debate de los dictámenes de las enmiendas de este miércoles y jueves derivó en un cruce de acusaciones sobre las negociaciones para la investidura de Sánchez y la sentencia de los ERE, con dardos duros hacia la bancada socialista. Con todo, terminó con un intercambio de mensajes conciliadores entre el consejero de Hacienda, Industria y Energía, Juan Bravo, y el portavoz socialista Antonio Ramírez de Arellano. Bravo, que cumplía ayer diez meses en el cargo como él mismo recordó, también agradeció a «los compañeros de Vox» sus aportaciones «constructivas» y defendió unas cuentas que van a ser «buenas para la sociedad en su conjunto».

La ley del Presupuesto, que entrará en vigor en enero, otorga una gran tranquilidad al Gobierno minoritario de PP y Cs, no solo para el ejercicio entrante, sino para toda la legislatura. Moreno puede a partir de este mes convocar elecciones en Andalucía cuando quiera, pero el Presupuesto aprobado le permite un mayor margen porque puede prorrogarlo a 2021 si no hay acuerdo de nuevo con Vox. En 2022 tocarían las elecciones andaluzas.

Las cuentas destinan a gasto de salud, educación y dependencia el mayor porcentaje, casi un 60%, con más de 11.000 millones de euros a las partidas de sanidad, que se han visto incrementadas en el trámite de enmiendas, coincidiendo este con numerosas protestas del sector sanitario por recortes y paralización de nuevas contrataciones prometidas por el bipartito al comienzo de su mandato en enero. El Presupuesto se elaboró por la Consejería de Hacienda con una previsión de crecimiento económico del 1,9% y 60.000 empleos. También es el primer presupuesto que se ciñe al objetivo de déficit cero acordado para las Comunidades Autónomas, como Bravo recordó en la alocución final.

Este segundo Presupuesto del Gobierno PP-Cs en su primer año de andadura fortalece la alianza de ambos partidos con Vox, socio necesario en el Parlamento. Su aprobación se debe a dos acuerdos con cesiones al partido de Santiago Abascal más en materia ideológica que económica, como la promoción de la caza en los colegios, la creación de un teléfono para las víctimas de 'violencia intrafamiliar', ayudas específicas a la natalidad y embarazadas para que no aborten y el incremento de las partidas para seguridad en centros de menores inmigrantes. Pero Vox también ha impuesto una auditoría externa de las agencias y fundaciones públicas de la Junta, la llamada administración paralela, que costará tres millones de euros, una de las principales novedades del Presupuesto.

Vox avala el Presupuesto porque se presenta con «mimbres» como «base de algo mejor», pero advierte de que vigilará la «acción del Gobierno» por si hace modificaciones en las que incumple los acuerdos con su grupo parlamentario. En este sentido, el diputado Rodrigo Alonso advirtió desde la tribuna de la exigencia de reducir y adelgazar el sector empresarial de la Junta. Y si el Gobierno no cumple con ello tras las auditorías prometidas, su grupo ejercerá una «hostilidad democrática»; y aunque al Gobierno le cabe la prórroga de las cuentas, «tener a Vox de forma hostil por algo que ustedes no cumplan será algo incómodo» en la legislatura.

El Presupuesto vuelve a incluir enmiendas de PSOE y Adelante Andalucía, pero en el caso del primer grupo son técnicas y de olvidos del Gobierno, según los socialistas. El PSOE considera que el Presupuesto es «antisocial» porque «debilita los servicios públicos» y pone como ejemplo la reducción de 63 millones de euros en la renta de inserción social. «Es irreal, no resuelve los problemas de los andaluces y no responde a las necesidades de esta tierra», aseveró Susana Díaz, secretaria general del PSOE-A. Díaz felicitó al consejero de Hacienda, Juan Bravo, como el resto de dirigentes. En esta ocasión no hubo desencuentro como en julio, cuando recriminó a Bravo por haber criticado la etapa socialista en el mensaje final de cortesía.

Adelante Andalucía también rechaza unas cuentas que «consolidan los recortes de la última década» y no atiende a «hitos del momento» como la regularización de viviendas, además de cuestionar su incremento, ya que uno de cada siete euros van a pagar la deuda financiera de la Junta de Andalucía.