Los accidentes de tráfico se resisten a la pandemia pese a bajar la movilidad en Andalucía

Según los datos ofrecidos por la Dirección General de Tráfico (DGT) en Andalucía, en 2020 se produjeron en las vías interurbanas de la comunidad 165 accidentes mortales en los que fallecieron un total de 184 personas, lo que supone tan solo un descenso de un 7% en las víctimas mortales. Durante el pasado año se registraron más de 74 millones de desplazamientos de largo recorrido en Andalucía, lo que supone una reducción por la pandemia de un 23% respecto a 2019, con 22 millones de movimientos menos.

Por tanto, la siniestralidad en 2020 no se redujo en la misma proporción que la movilidad y la menor presencia de vehículos en las carreteras por las restricciones no conllevó una esperada mejora en estos fatídicos datos. Es más, la mitad de las provincias andaluzas, en concreto Granada, Almería, Huelva y Jaén, han incrementado sus registros de mortalidad en las carreteras, un resultado que sorprende porque la exposición al riesgo descendió por la menor movilidad. El dato andaluz también queda lejos de la media nacional de siniestralidad, que se situó en el 21% frente al 7% de la comunidad.

La responsable de la DGT en Andalucía, Ana Luz Jiménez, considera que no hay un causa clara que pueda explicar este escaso descenso en los accidentes pese a la reducción de los desplazamientos, aunque admite que tal vez el exceso de confianza y la falsa sensación de seguridad que los conductores hayan podido sentir por el poco tráfico que se ha registrado, especialmente en las carreteras no convencionales, lo que puede haber contribuido a ello ya que en estas vías es donde los siniestros son mucho más graves por el doble sentido de la circulación, que aumenta el riesgo de las colisiones frontales.

El descenso en los desplazamientos por el coronavirus ha sido mayor en fines de semana que en días laborables y también mayor en vehículos ligeros que en los pesados, ya que estos últimos siguieron circulando para abastecer a la población durante el periodo más duro del confinamiento. Además, se aprecia un descenso importante de la siniestralidad en autopistas y autovías , con una bajada de 18%, mientras que en las carreteras convencionales la reducción fue de solo un 3 por ciento.

Estas vías convencionales acapararon la mayor parte de los fallecidos, con 142 personas, solo 4 menos que en 2019, y siguen siendo las más peligrosas y con mayor número de víctimas mortales, con el 77% del total de los fallecidos. En cambio, en las vías de alta capacidad fallecieron 42 personas, frente a los 51 de 2019.

La principal causa de la accidentalidad mortal son las salidas de vía, una causa que está detrás de uno decada dos fallecidos en estos siniestros. En concreto, fueron 89 fallecidos por este motivo, lo que supone un aumento del 6% con respecto a 2019.

Otras tipologías de accidentes fueron las colisiones frontales, con un 19,02% de los fallecidos, y las colisiones laterales o frontolaterales, con un 16,85%. Asimismo, se observa un descenso en la siniestralidad de las motocicletas, con un 28% menos, y una subida en los ciclistas, con un 50% más.