El SAS absorbió el año pasado casi el 65 por ciento del incremento del gasto de la Junta

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) absorbió durante el año pasado el 65 por ciento del incremento del gasto de la Administración andaluza, al aumentar su presupuesto en 1.565 millones de euros para hacer frente a las actuaciones obligadas por la pandemia. La Junta tuvo 33.635 millones de euros de gasto no financiero, 2.553 millones de euros más que en 2019, lo que supuso un crecimiento del un 8,2 por ciento. De ese incremento, 1.565 millones de euros fueron para el SAS.

Estos datos fueron expuestos este jueves por el consejero de Hacienda, Juan Bravo, en una comparecencia ante la comisión parlamentaria en la que dio cuenta de la ejecución de los presupuestos de la Junta de 2020, un ejercicio marcado a fuego por el incremento de gastos y la reducción de ingresos provocada por la pandemia.

Durante el año pasado, la Junta destinó 11.943,9 millones de euros a gastos de personal, lo que supuso un aumento del 6,6 por ciento (739 millones de euros) en relación con el ejercicio anterior. El 98 por ciento de este aumento fue absorbido por el sistema sanitario público.

Asimismo, se produjo un aumento del gasto corriente del 19,6 por ciento. La mayor parte se destinó también al Servicio Andaluz de Salud, que vio aumentado su presupuesto en este apartado en 752 millones debido al incremento del gasto en productos farmacéuticos para pacientes externos, que aumentó un 34,7 por ciento; en consumo farmacéutico interno, que subió un 14,3 por ciento, y en material, apartado en el que el gasto se disparó un 62,3 por ciento.

En el capítulo de gasto corriente la Consejería de Educación dispuso de 77 millones de euros más que en 2019, lo que supuso un aumento del 24 por ciento. De esta cantidad, 65 millones de euros se destinaron al funcionamiento de los centros docentes, principalmente para adaptarlos a los protocolos Covid.

Asimismo, la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, incrementó sus gastos corrientes en 5,6 millones de euros y la de Transformación Económica, Industria y Universidades, en un 38,3 por ciento, recursos que se destinaron a mejorar los sistemas de información.

El gasto en el resto de las consejerías, indicó Bravo, se redujo en un ejercicio marcado por la necesidad de concentrar los recursos en el combate contra la pandemia.

El consejero de Hacienda detalló que la Administración andaluza recibió durante el año pasado 2.198,8 millones de euros de transferencias del Gobierno para hacer frente a los gastos del Covid. Esta cantidad, indicó, supuso un 13,7 por ciento del total del fondo Covid de 16.000 millones dispuesto por el Ejecutivo central. Se trata, lamentó, de una cifra que se queda muy lejos del peso poblacional andaluz. De esa manera, según los datos de la Consejería, Andalucía percibió 261 euros por habitante frente a una media nacional de 340 euros. Se trata, dijo de «un agravio que no se debe volver a repetir».

El punto que más discrepancias provocó durante la comparecencia del consejero en la comisión parlamentaria de Hacienda fue el del superávit de 206 millones de euros con el que la Junta cerró el ejercicio pasado. Aunque según el consejero esta cifra, que representa el 0,1 por ciento del presupuesto debe considerarse dentro de los márgenes del equilibrio presupuestario, desde el PSOE y Adelante Andalucía se rechazó que en el actual escenario no se hayan ejecutado al completo los fondos disponibles. «A pesar del abuso de la estrategia de confrontación, les ha sobrado un 10 por ciento de todos los fondos Covid», dijo el parlamentario socialista Antonio Ramírez de Arellano, mientras que el portavoz de Adelante, Guzmán Ahumada, consideró «una verguenza» que haya quedado ese dinero sin gastar. «No pueden hablar de equilibrio presupuestario», señaló.

Por su parte, el portavoz del PP en la comisión, Pablo Venzal, subrayó que hubo eficiencia en el gasto y que los fondos se han destinado a lo esencial, mientras que el parlamentario de Ciudadanos, Carlos Hernández White, consideró un hecho positivo que en un año en el que se ha tenido que invertir tanto en Sanidad no se haya aumentado el déficit. «Para los partidos de izquierda es una crítica, pero para Ciudadanos es una buena noticia porque la crisis no ha acabado», afirmó.