Andalucía Tecnológica, el valor de los intangibles
Antonio Gómez-Guillamón
Domingo, 27 de febrero 2022, 23:19
Secciones
Servicios
Destacamos
Antonio Gómez-Guillamón
Domingo, 27 de febrero 2022, 23:19
Desde hace algo más de dos décadas tenemos en Andalucía los ingredientes tangibles, o de infraestructura, básicos para crear un entorno favorable tanto para emprendedores como para el arraigo de empresas tecnológicas: un atractivo Parque Tecnológico, universidades con campus más que notables, importantes aeropuertos internacionales ... y ciudades que se extienden por la costa y el interior con indudable atractivo residencial y facilidades para acoger a ciudadanos de todo el mundo. En estos años estos pilares se han reforzado mutuamente, apoyándose unos en otros en un círculo virtuoso. Andalucía tiene por tanto el paquete básico de 'hardware' para posicionarse en el mapa tecnológico global y de esta forma lo está haciendo. Pero esto no es suficiente.
¿Por qué Andalucía, y especialmente Málaga como hub tecnológico, ha entrado en ebullición y parece que está ahora tan de moda? Desde mi punto de vista, la razón se encuentra en el valor de los intangibles. Hemos creado una conciencia colectiva en la ciudad para contemplarnos como una comunidad del conocimiento y ciudadanos globales, una sociedad abierta y de acogida. El apoyo institucional es claro; el liderazgo transformador de los ayuntamientos, junto con las diputaciones y la Junta de Andalucía, ha conformado una estrategia para que todos los esfuerzos estén alineados, se apoye mucho y se entorpezca poco. Incluso desde el Gobierno central, que tiene todo un Estado que atender, no se han resistido al atractivo de Andalucía y su proactividad.
La Málaga tecnológica ha aumentado su visibilidad gracias al dinamismo de nuestras empresas, los eventos internacionales que éstas organizan, las acciones de promoción institucional y la magnífica labor que está haciendo el Palacio de Ferias y Congresos con actividades específicas para dar visibilidad a la tecnología, incluso con formatos 'made in Málaga' como son Transfiere, Greencities o Smoving, entre otros. La Universidad ha ganado confianza en si misma y sus grupos de investigación cada día interactúan más con las empresas. Las empresas tecnológicas, el equipo gestor del Parque, la corporación municipal, están trabajando más en equipo que nunca, y con mucha generosidad, para apoyar y apoyarse en la marca Málaga. La creación del club Málaga TechPark Execs. La buena relación entre los 'startaperos', con tipos tan inspiradores como Bernardo Quintero, Joaquín Cuenca, Luis Hernández o Manu Heredia, que desde sus casos de éxito movilizan todo el entorno de jóvenes emprendedores y agitan las redes sociales con opiniones y retos. Las grandes marcas que hacen anuncios en Málaga, muchas gracias al empeño de grandes malagueños: Google, Dekra, TDK, Vodafone, Ericsson, entre otros. El Polo Digital, la industria de los videojuegos, el recién creado Innova Instituto Ricardo Valle, la sede de la IASP y APTE, los clústeres tecnológicos que espontáneamente se van conformando y se convierten en imanes de atracción de más empresas, y así podría seguir citando iniciativas y estímulos que suceden cada día y que no dejan de sumar. Todo lo que ocurre ahora provoca un efecto llamada.
Es verdad que no nos debemos creer que esto es misión cumplida, y mucho menos caer en la autocomplacencia, nos quedan muchas cosas por hacer. Seguimos siendo muy pequeños cuando nos medimos con los grandes centros tecnológicos del mundo y nos falta desarrollar elementos clave: inversores, más conciencia emprendedora, mejor educación desde la base, una administración más digital, grupos de investigación más potentes, empresas autóctonas que ya sean unicornios, más diversidad no solo de genero también de culturas, y entonces tenemos todo el derecho en caer en la autocrítica y en el complejo, y seguramente alguien dirá que es bueno hacerlo para atacar todos los aspectos que hay que mejorar. Pero aún así seguimos todos entusiasmados, disfrutando de cada logro y aplaudiendo cada éxito, sea de quien sea, como si fuese propio. De alguna forma en Andalucía nos hemos olvidado de la envidia, que dicen que es tan española (aunque yo no lo creo), y lo celebramos todo. Ni siquiera pensamos que estamos compitiendo con otras ciudades españolas, cuando uno ambiciona el mundo, el rival no vive en el barrio de al lado.
Afortunadamente, en la visión de Andalucía como polo tecnológico internacional todos sumamos y todos compartimos un proyecto común. Málaga está viviendo su oportunidad con entusiasmo y puede abrir camino al resto de provincias. El broche de oro se conseguirá cada vez que una de nuestras empresas sea internacionalmente reconocida, se hable de ella, de sus productos, de dónde nacieron o en dónde puedes encontrar el origen de su tecnología y todas esas respuestas conduzcan a Andalucía. Mientras tanto, todas las iniciativas son necesarias y cualquier esfuerzo es bienvenido. Se trata de sumar, de atraer y de retener, y hacerlo apuntando alto, mirando al mundo sin complejos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.