Susana Díaz y Antonio Maíllo, ayer durante el debate en el Parlamento

Susana Díaz ignora las críticas de la oposición y sigue sin defender su candidatura al PSOE

Juanma Moreno le llama «presidenta a la fuga»y Maíllo opina que puede acabar como un «ángel caído»

Maria Dolores Tortosa

Viernes, 17 de marzo 2017, 00:52

Susana Díaz se ha propuesto no hablar ni defender su candidatura a las primarias del PSOE hasta el día 26, cuando la presentará en Madrid, y por ahora lo está cumpliendo. Si algo caracteriza a la presidenta de la Junta es su voluntad férrea y una coraza para resistir las presiones. Ayer exhibió ambas en la primera sesión de control de la oposición en el Parlamento andaluz tras confirmarse que competirá con Pedro Sánchez y Patxi López por el liderazgo del PSOE. Ello implicará, de consumarse su victoria, su marcha de Andalucía a la política nacional tarde o temprano. Ella quiere seguir el máximo tiempo posible como presidenta aún siendo secretaria general del PSOE, lo que todos los líderes de los partidos de la oposición han criticado. Ninguno, sin embargo, sacó a colación este reproche en el cara a cara. Solo Juanma Moreno (PP) y Antonio Maíllo (IU) aludieron a la nueva situación de Díaz como precandidata con ironía. Moreno le llamó «presidenta a la fuga» y Maíllo le auguró que puede acabar como un «ángel caído».

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El líder de la oposición aludió a la única referencia que Díaz ha hecho sobre su voluntad de liderar el PSOE y seguir como presidenta. Fue este miércoles en un centro de mayores en Castilleja de la Cuesta (Sevilla). «Trabajaré el doble», respondió a un residente cuando le preguntó cómo iba a compaginar ambas tareas. A los periodistas nunca le ha querido contestar. «Hablaré el día 26», argumenta de forma insistente.

Moreno puso en duda que trabajará el doble porque, en su opinión, la presidenta de la Junta está «sobrepasada por los acontecimientos», gobierna de «carril» y gestiona «al ralentí». «Póngase a trabajar, Andalucía necesita una presidenta que no esté a la fuga», manifestó.

Díaz le retó a comparar las agendas de ambos y le volvió a llamar «subalterno» del «torero» Javier Arenas. «A veces los toreros tienen que hacer el trabajo de los subalternos», dijo en alusión a las declaraciones de Arenas el domingo tras el anuncio de su candidatura.

Encontronazo con Maíllo

El rifirrafe con Maíllo fue más agrio. El líder de Izquierda Unida aludió a su labor de catequista en su juventud para, en un juego de palabras sobre el misterio de la Anunciación y el ángel San Gabriel, espetarle: «No sabemos si ahora que ha anunciado un anuncio de que va a anunciar que se quiere ir de Andalucía, no le ocurrirá que queriendo convertirse en el Arcángel San Gabriel se convierta en un ángel caído».

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Díaz se mostró ofendida por una alusión a una parcela privada y personal de su vida la de catequista en su juventud en un contexto institucional y calificó la expresión de Maíllo de petulante. Aún así, siguió la corriente con el lenguaje religioso para atacar al líder de IU acusándole de «falso profeta» que busca «asaltar los cielos» en alusión a su confluencia con Podemos. «Le deseo que en sus nuevas creencias sea capaz de reconducir a esa formación a la que ha llevado a los peores resultados en años», afirmó.

El grueso del debate, sin embargo, transcurrió sobre asuntos de su gobierno. Moreno le reprochó que quisiera devolver el impuesto de sucesiones al Estado, lo que, en su opinión, supone «una patada al Estatuto». La dirigente de Podemos le recriminó que siga sin aplicarse las cláusulas de garantías sociales en los contratos de la Junta, lo que Díaz negó. El portavoz de Ciudadanos, Juan Marín, le sacó un tema con el que Díaz se explayó, el abandono «injusto» del proyecto Algeciras-Bobadilla en las inversiones estatales para el corredor ferroviario europeo. Y Maíllo la acusó de disminuir las ayudas a autónomos y cooperativas, que también negó.

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Rifirrafe sobre sucesiones

La bronca más dura la tuvo con Moreno. Con el líder del PP andaluz escenificó la oposición a Rajoy, su jefe político. El dirigente popular arremetió con dureza contra Díaz por su anuncio de devolver el impuesto de sucesiones al Estado. El pasado martes la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, envió una carta al ministro de Hacienda, Gabriel Montoro, para que se quede con el impuesto de sucesiones y bonifique a Andalucía la cantidad que recauda, unos 400 millones de euros.

Moreno calificó de «insólito» y «ridículo» que Díaz renuncie al autogobierno, lo que considera una burla al espíritu del 28F, recordó que el artículo 178 del Estatuto de Autonomía recoge la cesión de este impuesto y le preguntó «si también va a pedirle a Rajoy que se quede con las competencias de sanidad y educación porque no es capaz de gestionarlas o que rescate las competencias de empleo porque desde que es presidenta de la Junta ha dejado sin invertir 2.635 millones de euros».

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«Eso no es autogobierno, es crueldad», dijo Díaz tras recordar que Andalucía está mal financiada. «Ustedes entienden la autonomía fiscal como la autonomía para beneficiar a los más ricos y ahí yo no voy a estar», añadió en alusión a la campaña del PP para que se bonifique el impuesto en Andalucía como hace Madrid. Para Díaz reivindicar la armonización fiscal en España y que las comunidades, como Madrid, no hagan dumping, no «es ir contra con el 28F», sino todo lo contrario, es «ser fiel al 28F».

El Parlamento aprobó con el voto en contra del PP y el apoyo del resto de grupos una proposición no de ley para que el Gobierno de Rajoy armonice mediante una norma los impuestos cedidos a las comunidades autónomas para que en todas se cobre lo mismo.

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