Maria Dolores Tortosa
Lunes, 13 de marzo 2017, 00:42
Solo faltaba saber el día que lo iba a hacer público, ya que desde la dimisión de Pedro Sánchez en el caótico comité federal de octubre no había ninguna duda de que Susana Díaz iba a dar el paso para liderar el PSOE. Este periódico ya adelantó el pasado día 4 que la presidenta andaluza haría la presentación oficial de su candidatura antes de final de marzo. Ayer se supo de fuentes del PSOE que será el próximo día 26 en un acto con militantes en Madrid.
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La confirmación de esta fecha por su entorno viene a corroborar a su vez que Susana Díaz se lanzará ya a cara descubierta a la competición por el control del PSOE con Pedro Sánchez y Patxi López, tres semanas antes de que se abra el plazo oficial de la recogida de avales para las primarias. El comité federal para su puesta en marcha será el día 8 de abril. La votación de las primarias será a finales de mayo.
Desde que sus ahora adversarios avanzaron su candidatura y el comité federal acordara la fecha del congreso para el 17 de junio, hace dos meses, Díaz ha actuado en realidad como candidata encubierta, recabando apoyos de socialistas en actos en Castilla León, Castilla la Mancha y Valencia. Ha tenido también el respaldo explícito de José Luis Rodríguez Zapatero y el menos explícito de Felipe González. También le han animado a dar el salto a Madrid presidentes autonómicos como el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; Aragón, Javier Lambán; Valencia, Ximo Puig; y Castilla la Mancha, Emiliano García-Page.
Nunca hasta hoy ha dicho nada, aunque tampoco ha negado nada. Este juego de silencios ha contribuido a una expectación sobre su decisión algo insólita en la política española. Incluso la noticia ayer de su salto a la política nacional se produce sin que Susana Díaz lo diga de viva voz. Una situación que cambiará a partir de hoy. Confirmada ya como aspirante a candidata, Díaz podría dar explicaciones ya sin tapujos. Tendrá muchas ocasiones para ello. Esta es una semana cargada de actividad institucional, con sesión plenaria y de control a la presidenta en el Parlamento. Tampoco se descarta que avance sus intenciones en algún acto de partido en Andalucía, aunque solo está confirmado que el sábado día 18 tendrá un mitin en Cartagena.
Hasta el día 26 Díaz irá facilitando información sobre su equipo de campaña y quién lo dirigirá. La política andaluza ha buscado colaboradores en todos los territorios para que su equipo sea representativo de España.
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«Estoy ilusionada»
«Estaré donde diga mi partido, a la cabeza o a la cola», es la frase que más se le ha oído desde el comité de octubre. Ahora ya se confirma que quiere ir a la cabeza. «Tengo fuerza, tengo ilusión, tengo ganas, estoy animada, y me encanta ganar», dijo el pasado 11 de febrero al verse arropada por más de dos mil cargos municipales en un acto en Madrid convocado por el alcalde de Vigo, Abel Caballero. La frase no dejaba lugar a dudas de que su aspiración es la de liderar su partido y hacía prever un anuncio en poco tiempo.
En realidad Susana Díaz ha mantenido su hoja de ruta y ha agotado los plazos pese a la presión recibida ante la ventaja que le llevan Patxi López y Pedro Sánchez. La noticia de la fecha fue dada a conocer ayer coincidiendo con un acto de Sánchez en Cádiz, en el que este recibió el apoyo de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, francesa de padres andaluces y nacida en Cádiz.
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«Primero las ideas sobre lo que queremos para el partido y España y después, las personas», ha reiterado desde otoño. Lo ha cumplido. El acto oficial de su candidatura será un día después de la presentación de Eduardo Madina de la propuesta política que acompañará a la económica en la ponencia marco del congreso de junio.
Díaz buscó el retraso de la candidatura también por otros motivos. Necesitaba recuperar su imagen tras quedar muy tocada por su participación en el derrocamiento de Sánchez y en la votación a favor de la abstención de los diputados del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy. Una votación que generó un boquete más al cisma del PSOE, la ruptura con el PSC, cuyos siete diputados se rebelaron contra la abstención y votaron en contra de la investidura.
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La reconciliación entre PSOE y PSC se ha producido esta pasada semana y ha sido clave la influencia de la presidenta andaluza, como ya entrevió Miquel Iceta cuando se plantó en Sevilla en noviembre para pedir su colaboración a cambio de neutralidad en las primarias. El de los socialistas de Cataluña no era un mundo proclive a Susana Díaz, sino todo lo contrario. A partir de ahora puede decirse que la andaluza tiene el terreno un poco menos minado en Cataluña que hace dos meses, admiten fuentes socialistas. Tener algo de apoyo en esta comunidad contribuirá a garantizar una victoria. Díaz cuenta con un respaldo grande en Andalucía, donde podría recoger más de 30.000 avales (recogió 22.000 para las primarias andaluzas de 2013). Andalucía, con 45.000 militantes, fue clave en la victoria de Sánchez en 2014 gracias a su orden de apoyarle.
El entorno de Díaz también ha esgrimido que retrasara su candidatura por su responsabilidad institucional como presidenta de la Junta de Andalucía, una comunidad con cerca de nueve millones de habitantes que quiere seguir gobernando el máximo tiempo posible salvo que Mariano Rajoy adelante las generales.
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Aunque logre aplazar el nerviosismo por su sucesión en la Junta, lo que Díaz tendrá más complicado es frenar la inquietud que genera su marcha en el partido en Andalucía. Díaz podrá hacer compatible la Junta y la dirección nacional del PSOE si gana, pero no podrá seguir siendo secretaria de los socialistas andaluces y tampoco su candidata en las autonómicas de 2019.
Una vez que el día 26 suba al escenario de Madrid, se abre el melón de su sucesión en la federación andaluza. Ha ordenado a los barones provinciales que impongan tranquilidad para no estropear su campaña en las primarias, pero será difícil que los aspirantes a sucederla no comiencen sus propias maniobras. El sector de Pedro Sánchez ya ha advertido que habrá más de un candidato.
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Reacciones de la oposición
Tampoco podrá evitar que la oposición en Andalucía aproveche su salto a la política nacional para erosionar al gobierno socialista en la Junta. Representantes del PP, Podemos, Ciudadanos e IU reaccionaron con este aviso ayer a la candidatura de Díaz.
El presidente del PP-A, Juanma Moreno, remarcó en Twitter que Andalucía «no puede ser segundo plato». El secretario de Comunicación de Podemos Andalucía, Pablo Pérez Ganfornina, instó a Díaz a «elegir» sus prioridades. «Si no tiene claro que sea Andalucía, que se vaya», añadió.
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El presidente y portavoz del grupo de Ciudadanos (Cs), Juan Marín, reiteró que si Díaz abandonr el Gobierno andaluz, habría que «renegociar» el acuerdo de investidura de 2015.
El coordinador andaluz de IU, Antonio Maíllo, advirtió que «impugnará» la posibilidad de que Díaz compatibilice los cargos de presidenta y de secretaria general del PSOE, lo que, en su opinión, convertirá a Andalucía en un «plato de segunda».
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