Aritz Aranburu: «El andaluz es una persona acogedora, y que recibe al visitante con los brazos abiertos»

¿Qué es lo mejor de Andalucía desde el punto de vista deportivo, y en su caso en el mundo del surf?

Andalucía siempre ha sido una potencia en cuanto a deportistas y equipos se refiere. No hay más que ver los equipos de fútbol que tiene en la élite (Sevilla, Granada, Betis y Málaga), de baloncesto como el Unicaja y el Sevilla, además de otras muchas especialidades que se codean con los mejores equipos nacionales como en el Voleibol, con el Unicaja Almería, o el balonmano con el Puente Genil. En lo que a mi deporte se refiere, Andalucía siempre es un destino muy apetecible para surfear. Es una zona en la que hay olas de buena calidad. La única pena es que las condiciones de mar no son constantes. En Andalucía hay playas de renombre para surfear como El Palmar (Cádiz). He disfrutado mucho cada vez que me he movido a su costa.

Por lo que se ve, le gusta Andalucía, pero siempre hay algo que no funciona, ¿qué es en su opinión?

Es difícil calibrar desde la distancia qué es lo peor desde el punto de vista deportivo. Entiendo que cuando hay tantos equipos de primer nivel es porque se trabaja bien desde la base.

¿Qué se necesita mejorar el deporte andaluz?

Desde el punto de vista del surf, es positivo para Andalucía la proximidad con Portugal porque estamos ante un país que apuesta fuerte por el surf. Siempre es positivo tener esa opción de poder coger el coche y codearte con surfistas de alto nivel. Portugal tiene un circuito nacional de surf muy potente. Sé que se está trabajando bien en Andalucía en este sentido, en promocionar los jóvenes valores.

¿Cómo ve a las andaluces y su comunidad?

Ahora parece que está de moda la mezcla del andaluz con el vasco, lo digo por la película... (risas). En el Palmar hay una churrera simpática como ella sola que hace los mejores churros que he probado nunca. Es un buen ejemplo de cómo veo yo a los andaluces: gente acogedora, siempre con una sonrisa en la boca y que recibe al visitante con los brazos abiertos.