El PP amenaza con citar a Díaz sobre formación y el PSOE a Moreno por la 'Gürtel andaluza'

Las comisiones parlamentarias de investigación, que la Cámara deberá abordar en septiembre, tensan el ambiente político andaluz pese al vacío de agosto. Los dos partidos mayoritarios se han amenazado mutuamente con citar a sus respectivos líderes para comparecer en estas sesiones, aún ni siquiera aprobadas.

El presidente del PP-A, Juanma Moreno, ha anunciado en una entrevista a la agencia Europa Press, que piensa pedir la comparecencia de Susana Díaz y de sus antecesores, los expresidentes Chaves y Griñán, para que den explicaciones sobre los cursos de formación, como «los verdaderos protagonistas» de las presuntas irregularidades que se están investigando en una veintena de juzgados de la comunidad. La comisión saldrá adelante, pues ha sido pedida por toda la oposición, PP-A, Podemos, Ciudadanos e IU, pero queda por determinar cómo se llevará a cabo, el periodo que abarcará y los objetivos, un asunto que habrá de negociarse en sede parlamentaria y en el que va a tener la llave el partido de Juan Marín.

El anuncio provocó la inmediata reacción del PSOE-A, que lo último que quiere es volver a ver a sus presidentes en una comisión de investigación, y menos en una nueva campaña electoral, y que además advierte el interés del PP-A por salpicar a Susana Díaz, a pesar de que los cursos de formación llevan suspendidos desde 2011, antes de que la actual presidenta formara parte del Gobierno andaluz, al que llegó un año después.

El secretario de organización, Juan Cornejo, y el de acción institucional, Francisco Conejo, respondieron sacando de nuevo a colación la posibilidad de pedir otra comisión, esta vez sobre la llamada Gürtel andaluza, la presencia de empresas de la trama en la comunidad, no ya en contratos con el Ayuntamiento de Jerez, caso en el que está imputado el que era jefe de comunicación de javier Arenas, sino en impagos detectados por la Cámara de Cuentas en campaña electoral, por importe de unos 500.000 euros, que hicieron decir a los socialistas que los de Arenas habían acudido «dopados» a las urnas.

En esta posible comisión, que ya había esgrimido el portavoz Mario Jimenez, el PSOE haría desfilar a Javier Arenas y al propio Juanma Moreno, a quien Cornejo ha acusado de «cinismo e hipocresía».

Incluso el PSOE se plantea no sólo investigar las implicaciones de Gürtel, sino extender la indagación a la trama Púnica, que ha estallado posteriormente con epicentro en la Comunidad de Madrid y vínculos con la primera de estas redes.Moreno, dice Cornejo, solo busca «generar daño y perjudicar la imagen de nuestra tierra» ante su «incapacidad y falta de liderazgo» y hasta dice que «su actitud es bochornosa en tanto que es incapaz de hacer la más mínima autocrítica en las cuestiones que le afectan».

A los socialistas andaluces les ha sentado muy mal las declaraciones de Juanma Moreno y su reacción hace presagiar una dura batalla política a la vuelta de agosto. Hasta ahora el PSOE se ha resistido a decir si dará su apoyo a la comisión, con la excusa de que primero ha de conocer en qué exactamente van a consistir, pero tampoco tiene clara la actitud que adoptarán los partidos emergentes, sobre todo Podemos, que ha manifestado reticencias a seguir la pauta del PP-A, e incluso Izquierda Unida, que ha pedido ampliar la investigación a todo tipo de casos de corrupción. En este sentido, ayer la secretaria general de Podemos, Teresa Rodríguez, dijo que «habrá comisiones de investigación para todo» y se mostró partidaria de crear un órgano permanente en la Camara para tratar sobre estos escándalos.

Por su parte la secretaria general del PP-A, Loles López Gabarro, dijo que «el PP-A no tiene nada que esconder» ante la amenaza de investigar las presuntas relaciones con la Gurtel, pero también esbozó la posibilidad de llevar a cabo una «macroinvestigación» sobre todos los escándalos ocurridos desde 1982, entre los que citó el caso Ollero. «Muchos de los que no hablaron en aquella época hoy estarían dispuestos a hacerlo», dijo. Para López, el PSOE «pone el ventilador» y da muestras de nerviosismo, además de hacer «el mayor de los ridículos»