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Susana Díaz, con gesto serio tras la segunda votación del Parlamento que rechazó su investidura el pasado mayo.
Susana Díaz fuerza a la oposición a decidir entre su investidura o nuevas elecciones

Susana Díaz fuerza a la oposición a decidir entre su investidura o nuevas elecciones

C’s suscita expectación al dejar la puerta abierta a un ‘sí’ que permitiría la elección de la socialista por mayoría absoluta

Maria Dolores Tortosa

Sábado, 6 de junio 2015, 02:04

Un ultimátum o un órdago o las dos cosas a la vez. Susana Díaz ha convocado a los líderes de la oposición a una nueva tanda de contactos para desbloquear su investidura como presidenta con una advertencia: Será la última ronda de negociaciones. De esta forma Díaz fuerza a los dirigentes andaluces de PP, Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida a decidir entre facilitar la formación de un nuevo Gobierno o unas nuevas elecciones.

Con el orden de mayor número de escaños a menor, la presidenta en funciones ha citado en San Telmo al presidente regional del PP, Juanma Moreno, y a la secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, para el lunes, mientras que recibirá al líder de Ciudadanos, Juan Marín, y al coordinador andaluz de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, el martes. Será la segunda vez en dos meses que recibe a la oposición, después de las entrevistas preparatorias de abril. Todos los contactos posteriores fueron en los segundos niveles de los partidos, sin ningún éxito.

Díaz retoma en primera persona el desbloqueo a su investidura y, según hizo saber ayer una fuente de Presidencia a este periódico, apelará a la «responsabilidad» de los grupos para que la dejen ser presidenta toda vez que es la única candidata y no hay alternativa, para lo que es imprescindible que el Parlamento le otorgue la confianza por mayoría simple. Necesita 16 abstenciones como mínimo de los 62 diputados de la oposición al ganar las elecciones sin mayoría absoluta. Hasta ahora todos han votado en contra en las tres sesiones celebradas en el Parlamento el pasado mayo. Díaz lleva presidiendo un Gobierno en funciones con competencias limitadas desde las elecciones andaluzas del 22 de marzo. Hará 80 días este lunes.

El Estatuto de Autonomía prevé que si pasados dos meses desde la primera votación (el día 5 de mayo) no hay elegido presidente, el Parlamento se disolverá y la presidenta en funciones deberá convocar nuevas elecciones. Susana Díaz quiere que la decisión de los segundos comicios se despeje ya, sin esperar al día 5 de julio, la fecha límite. De ahí la advertencia de que no volverá a negociar si esta próxima semana los partidos no responden a su petición.

Díaz pretende que si la respuesta de todos o de alguno de los partidos es positiva el Pleno del Parlamento para su investidura se celebre esta próxima semana, antes de la constitución de los ayuntamientos, prevista para el sábado día 13. La socialista busca de esta forma desligar su investidura de los pactos para la elección de los alcaldes, muy enrevesados por la reproducción del mismo escenario que en la Cámara andaluza: corporaciones sin mayoría absoluta en la mayoría de grandes ciudades y con los partidos emergentes con la llave de las alcaldías.

Díaz aleja de esta forma un acuerdo con el PP, cuya principal condición para apoyar su investidura es que el PSOE se comprometa a respetar la lista más votada en los ayuntamientos para garantizarse las alcaldías de todas las capitales, salvo Huelva, y las de Marbella y Jerez. El PSOE, que busca recuperar alcaldías como las de Sevilla, Córdoba y Jerez con pactos con otros partidos, ha rechazado un «cambio de cromos» de instituciones y ha abogado por negociar caso a caso. El presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, lamentó en su cuenta de Twitter el ultimátum de Díaz. Reprocha al PSOE que acorte el tiempo de la negociación cuando aún falta un mes. «Los ultimátums no son la mejor forma de iniciar una negociación», ha escrito.

El PSOE se trabajó a fondo un acuerdo para la abstención de Podemos y Ciudadanos antes de las elecciones del 24 de mayo, pero al final rechazó por excesivas las condiciones de ambos partidos. Los dos pidieron la renuncia de Chaves y Griñán a sus actas del Congreso y del Senado. Podemos se contentó con que los expresidentes, investigados en el caso de los ERE por el Tribunal Supremo, declararan que no volverán a postularse para ambos cargos electos, pero no así Ciudadanos.

El partido morado no vio cumplidas otras dos condiciones: la ruptura de relaciones de la Junta con los bancos que desahucian a familias necesitadas y una reducción drástica del personal político, empezando por conocer su número. El PSOE, que ofreció un 10% de reducción de cargos y una partida presupuestaria para la compra de viviendas para desahuciados, reprocha a Podemos que Manuela Carmena y Ada Colau no hablen de romper con los bancos que desahucian. Carmena se entrevistó con el director de Bankia.

Teresa Rodríguez dijo ayer que no le parece «serio» que se convoquen otras elecciones, aboga por trabajar «el músculo del diálogo» y acusa a Díaz de «tirar a los dados» primero con el adelanto y ahora con la repetición de elecciones hasta que le toque una mayoría que le permita gobernar. El compañero de Rodríguez, José María González Kichi, aspira a la Alcaldía de Cádiz con el apoyo del PSOE, algo todavía en el aire. El secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, opina que la advertencia de Díaz obedece a que ya tiene un acuerdo cerrado con otros partidos.

Expectación con Cs

La presidenta invitó ayer a todos los dirigentes a las conversaciones después de que el jueves solo lo hiciera al líder de Ciudadanos, Juan Marín, lo que suscitó expectación por un acuerdo con el partido de Rivera. Su líder en Andalucía dijo que se mantiene sus condiciones de máximos, como la firma del pacto anticorrupción y la renuncia de Chaves por escrito, aunque ahora solo exige que Díaz firme un papel que se comprometa a ello si es imputado. Una matización que abre la puerta a un posible entendimiento. Díaz ya dijo en noviembre que pediría la dimisión de Chaves y Griñán si son imputados. Marín dijo que si se cumple esto, Cs votará con el sí, otra matización importante ya que hasta ahora solo había hablado de abstención. Si los nueve diputados de Cs votan sí, Díaz puede salir elegida por mayoría absoluta y no necesitar de otro partido.

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