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Maria Dolores Tortosa
Jueves, 30 de abril 2015, 00:33
Las declaraciones de Felipe González poniendo en tela de juicio que Susana Díaz aceptara las renuncias de Chaves y Griñán en los «diálogos» para la investidura han sentado mal en el PSOE andaluz. González dijo que él nunca hubiera aceptado las dimisiones, que Podemos y Ciudadanos habían puesto como condición para la negociación. También Manuel Chaves calificó esta petición de «chantaje político».
El portavoz del grupo parlamentario socialista, Mario Jiménez, intentó dar la réplica a ambos sin alusiones y evitando toda acritud. Dijo que el PSOE «bajo ningún concepto» permitió que se incluyera la situación de los expresidentes en las negociaciones para la investidura de Susana Díaz. «En algún momento algunos grupos plantearon que eran requisitos para sentarse a hablar», trató de explicar. Pero los socialistas, añadió, «no aceptaron que se planteara la situación personal de nadie» como condición para el diálogo.
«Hemos dicho a todo el mundo que no íbamos a aceptar bajo ningún concepto, y nunca ha sido así, que se estableciera como elemento para la negociación la situación política de nadie, ni de Chaves ni de Griñán ni de nadie», apostilló. «Los ciudadanos no lo entenderían», añadió Jiménez.
Rivera responde a Chaves
De otro lado, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, respondió a Chaves que la condición impuesta para la negociación de que abandone el escaño, no es un «chantaje», sino una «exigencia democrática».
A su juicio, es el PSOE el que está siendo «chantajeado» por Manuel Chaves y José Antonio Griñán mientras está pendiente la investidura de Susana Díaz como presidenta.
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