Maria Dolores Tortosa
Martes, 3 de febrero 2015, 02:05
Susana Díaz arrancó ayer en la provincia de Córdoba una larga campaña electoral cara a las autonómicas en las que persigue como principal objetivo la mayoría absoluta que le permita gobernar en solitario. Son 48 días los que faltan para los comicios autonómicos del 22 de marzo y Susana Díaz no quiere perder un minuto. Su agenda de todos esos días estará repleta de actos electorales cada tarde y por la mañana los sábados y domingos, según confirman en el PSOE.
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El 22 de marzo podrán votar en las elecciones al Parlamento de Andalucía un total de 6.496.685 electores, de los cuales 6.286.917 residen en Andalucía y 209.768 residen en el extranjero con municipio de inscripción a efectos electorales en Andalucía, según ha informado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE). De los electores residentes en Andalucía 245.202 podrán participar por primera vez en estas elecciones, por haber cumplido 18 años desde la anterior votación al Parlamento, celebrada el 25 de marzo de 2012.
Por provincias, en Almería hay 450.994 electores residentes en la provincia y 36.087 en el extranjero; en Cádiz, 968.766 electores residentes y 24.404 de fuera; en Córdoba, 637.721 y 16.155, respectivamente; en Granada, 704.301 y 43.382; en Huelva, 389.903 y 6.337; en Jaén, 524.709 y 11.109; en Málaga, 1.109.047 y 43.949 y en Sevilla, 1.501.476 y 28.345. Además, el número de electores residentes en el extranjero es de 209.768.
La presidenta, que ayer estrenó el autocar electoral en la provincia de Córdoba, en concreto en el pueblo Doña Mencía, combinará los actos de precampaña con la actividad institucional como ya hizo en las europeas. Díaz, restablecida de la gripe que la tuvo recluida en su casa este fin de semana y que le impidió participar en la convención socialista de Valencia, va a volcarse de lleno en sus primeras elecciones como candidata a la Presidencia de la Junta. De hecho no va a esperar a los 20 días oficiales de campaña, como lo demuestra que el partido ya le haya puesto a su disposición un autobús electoral. Su agenda de ayer sirve de botón de muestra de la intensidad con la que se propone afrontar este periodo. Por la mañana se reunió en San Telmo con representantes de seis organizaciones de trabajadores autónomos, a los que les anunció un plan especial; luego en Córdoba visitó el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba. Terminada la jornada oficial, se trasladó por la tarde ya como secretaria general del PSOE a Doña Mencía, donde paseó por sus calles para el contacto con sus vecinos. Culminó la tarde en un acto en el auditorio de Lucena, junto al secretario provincial socialista, Juan Carlos Durán, y el alcalde y candidato socialista, Juan Pérez Guerrero.
Díaz simultaneará estos 48 días actos relacionados con las autonómicas y con las municipales y reproducirá la agenda de ayer cada día. No hay que olvidar que en la campaña de las municipales tendrá ya su embarazo muy avanzado, por lo que ahora redobla esfuerzos. Esta semana recorrerá Andalucía de una punta a otra: hoy estará en Huelva, mañana en la serranía de Ronda, luego el viernes estará en Cádiz y el fin de semana en Jaén y Antequera.
Díaz se juega mucho. El adelanto electoral solo será una jugada maestra si logra conservar el Gobierno, para lo cual no solo necesitará ganar las elecciones sino hacerlo con mayoría absoluta porque los pactos se prevén difíciles si es Podemos la que corte el bacalao.
Un gobierno fuerte
Al PSOE, que parte de 47 diputados frente a 50 del PP, las primeras encuestas le conceden una victoria, pero alejada de la mayoría absoluta. Díaz reiteró ayer un mensaje que se le oirá mucho cada día. Dijo que aspira a «una mayoría suficiente, para que sea una legislatura estable». «Lo que necesita Andalucía es tener una mayoría amplia; un gobierno fuerte, que haga que la recuperación no sea para unos pocos», reiteró. Aún no puede pedir el voto, algo que solo se podrá hacer en los días de la campaña, a partir del día 6 de marzo, pero este mensaje tiene el mismo sentido.
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Susana Díaz avanzó también que pretende una campaña blanca, que evite el cuerpo a cuerpo y el cruce de insultos con los adversarios políticos. «No voy a entrar a ofender a nadie, porque para defender una posición, para defender lo que es bueno para Andalucía no hay que ofender a nadie», dijo. Añadió que no va a «hablar mal de nadie» porque su propósito es hacer «una campaña en positivo, con los andaluces, con la gente, pensando en lo que quiere Andalucía, y los demás ya sabrán que es lo que aportan a esta tierra», subrayó.
Aún así acusó a al líder del PP, Juanma Moreno, de tener «poco crédito» en la defensa de las prestaciones sociales y sanitarias cuando, en su opinión, ha hecho «tanto daño» como secretario de Estado de Asuntos Sociales «recortando tantísimo a quienes más lo necesitan como los dependientes», afirmó.
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