La cuestión del dinero en la expulsión de Teresa Rodríguez de Adelante Andalucía

Tras la expulsión de Teresa Rodríguez y siete diputados de Adelante Andalucía por la Mesa del Parlamento está la cuestión del dinero, entre otras causas, admiten fuentes consultadas de Izquierda Unida. En concreto, el dinero que el Parlamento andaluz asigna al grupo por sus 17 diputados: 1.665.933,84 euros anuales abonados por trimestre. La pelea por el control de este dinero y un último movimiento, el escrito firmado por Teresa Rodríguez a principios de octubre y dirigido a los órganos competentes del Parlamento para el cambio del número de cuenta a la que transferir la asignación, desencadenó la operación auspiciada por Podemos e IU para la expulsión por transfuguismo de la antigua dirigente de la formación morada en Andalucía. Según el relato construido con versiones de unos y otros, las relaciones comenzaron a envenenarse antes, con la salida voluntaria de Teresa Rodríguez de Podemos en febrero junto al resto de la corriente Anticapitalistas. Hubo dos momentos álgidos, la entrada de esta corriente en Adelante Andalucía en mayo sin anuencia de Podemos e IU, socios fundadores de la coalición; y la constitución de la Diputación Permanente del Parlamento durante el confinamiento, en la que la mayoría anticapitalista ninguneó a la portavoz del grupo, Inmaculada Nieto, de IU.

Adelante es una coalición de Podemos e Izquierda Unida acordada para las elecciones autonómicas de 2018 y municipales de 2019 en Andalucía. En teoría debía ser una versión andaluza de Unidas Podemos, con la incorporación incluso de dos partidos minoritarios creados ad hoc poco antes, Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista, ambos con ascendiente en el desaparecido Partido Andalucista (PA). El pasado enero, Podemos e IU acordaron un reparto trimestral de la asignación del Parlamento para 2020 por el que la formación morada con 11 diputados, entre ellas la presidenta del grupo, Teresa Rodríguez, recibe el 59,26% de la subvención y la izquierdista, con seis representantes, un 40,74%.

En febrero, Teresa Rodríguez anuncia su salida de Podemos de forma amistosa con Pablo Iglesias, con quien graba un vídeo y el secretario general del partido morado elogia su lealtad y escribe en un tuit que se trata de un «hasta luego». Los once diputados que figuraban en las listas de Adelante Andalucía de Podemos, algunos como independientes, se desligan de esta formación y siguen a Rodríguez. Hasta que en mayo no se celebran primarias y es elegida la nueva dirección regional de Podemos, con Marina Velarde, afín a Iglesias, como secretaria general, el grupo de Rodríguez sigue al frente del partido morado en Andalucía de forma interina y maneja la asignación junto a IU. En ese periodo de interinidad, Rodríguez propicia una votación en la que no está presente IU ni Podemos por la que se aprueba la entrada en Adelante Andalucía de la corriente Anticapitalistas, de la que ella es militante antes de participar en la fundación de Podemos. Teresa Rodríguez nunca oculta que su aspiración es la de constituir una candidatura con ese perfil e incluso marca para concurrir a las elecciones generales y tener grupo propio en el Congreso, proyecto en el que invita al resto de fuerzas.

Las desavenencias en el grupo entre Anticapi, Podemos y los diputados de IU se sustentan primero en la pugna por la marca Adelante Andalucía, pero también por las asignaciones. Desde el momento en que Teresa Rodríguez abandona la sede regional de Podemos en junio con la entrada de la nueva dirección, el partido morado no recibe nada de la asignación parlamentaria. Hay conversaciones para un nuevo reglamento en el que se decida otro reparto y, sobre todo, Podemos e IU piden a Teresa Rodríguez que anule el registro de Adelante como partido realizado en vísperas de las elecciones generales de noviembre de 2019. En la confluencia de Podemos e IU empiezan a sospechar que el proyecto de Teresa Rodríguez de formar un partido propio con vistas a las elecciones generales y autonómicas se haga a costa de una asignación e infraestructura que es propiedad de todos. Por parte de Anticapi mantienen que lo que buscan Podemos e IU es allanar el camino a un futuro gobierno con el PSOE, a lo que se oponen. Rodríguez abandona Podemos por la entrada de este en el Gobierno nacional en enero, aunque su posición contraria a un pacto con los socialistas es desde siempre. En 2015 cuando entró al Parlamento con 15 diputados de Podemos se negó a facilitar la investidura de Susana Díaz.

Las conversaciones sobre el nuevo reglamento no fructifican y el 11 de agosto pasado Teresa Rodríguez da por rotas las negociaciones. En ese momento, técnicos de su grupo desalojan a los diputados de IU de las redes sociales de Adelante Andalucía. Los de Podemos no aparecen en ellas desde que hay nueva dirección regional, así como tampoco cuentan ya con ningún colaborador entre los asesores del grupo parlamentario. Desde Anticapi se justifica la medida como «reacción» a que IU ha expulsado a los de Podemos del control del dinero en las diputaciones de Huelva y Málaga. IU tampoco puede acceder a la cuenta mancomunada de Adelante Andalucía en el Banco Ingenieros a la que el Parlamento envía la asignación de forma trimestral. Fuentes de IU desvelan que tras preguntar en el banco conocen que el 28 de agosto los anticapi han desvinculado a su administrador de la cuenta. IU no tiene acceso a la parte de la asignación del tercer trimestre, fijada en 169.675 euros frente a los 228.808,10 establecido en el acuerdo de enero para Podemos, pero que se queda el grupo de Rodríguez.

Lo que hizo saltar las alarmas en IU fue descubrir que Teresa Rodríguez había dirigido un escrito al Parlamento a primeros de octubre con un cambio del número de cuenta en el que ingresar la asignación. Salen en los medios acusaciones de IU y Podemos a Anticapi y Rodríguez de que no solo han secuestrado la marca Adelante, sino también la subvención del Parlamento. Teresa Rodríguez desmiente este extremo y publica en las redes una transferencia de 60. 000 euros para gastos del grupo de IU con fecha del 23 de octubre.

Entonces ya estaba en marcha la operación para expulsar a Rodríguez y siete afines del grupo Adelante por tránsfugas. La Mesa del Parlamento vota el pasado miércoles día 28 de octubre a favor del escrito presentado por la portavoz del grupo, Inma Nieto. Lo paradójico es que en el órgano de gobierno de la Cámara andaluza no hay ningún miembro de Podemos ni de IU, por lo que la expulsión como tal en puridad se debe al voto de PSOE, PP, Vox y la abstención de Cs. Sí hay una representante del sector de Teresa Rodríguez, la diputada Maribel Mora, con voz pero sin voto que intentó mediante un escrito frenar que la Mesa del Parlamento se pronunciara sobre la petición de la portavoz de su propia grupo, que en realidad transmitía una propuesta de Podemos.

Las direcciones nacionales de Podemos e IU estaban al tanto, pero también los propios diputados afectados por transfuguismo, informados por Nieto la tarde antes de debatirse la propuesta en la Mesa del Parlamento. Nieto había registrado la propuesta de forma encriptada, para que no se destapara antes de tiempo.

El paso de Teresa Rodrïguez y afines a diputados no adscritos implica que dejarán de recibir la subvención del Parlamento y los complementos de las comisiones, pero seguirán cobrando su sueldo de diputados, 3.261,53 euros mensuales más gastos de dietas y desplazamiento. Rodríguez llegó a explicar en un vídeo que su sueldo con los complementos de presidenta del grupo y participación en comisiones superaba los 5.000 euros, aunque dice donar una parte a ONG hasta quedarse con lo que cobraría como profesora de instituto.

La polémica del dinero ha quedado en parte oculta por la trifulca en la que ha derivado la expulsión de Teresa Rodríguez, al argumentar esta como una artimaña «sucia» que se haya llevado a cabo cuando estaba de baja maternal. Rodríguez, con una gran proyección mediática a nivel nacional, ha logrado involucrar a mujeres dirigentes del país en la polémica, incluida Irene Montero, su antigua compañera de partido con la que mantuvo este viernes un sonado rifirrafe en las redes sociales por la desafortunada frase de la ministra de Igualdad de que la política «no para» por la maternidad.

Sus antiguos coaligados lamentan este episodio, pero recuerdan a Rodríguez que no ha sido expulsada por ser madre, sino por ser tránsfuga. Y en el tirar a dar en el que se ha convertido la guerra de los antiguos socios de Adelante Andalucía, recriminan a Teresa Rodríguez que no le importara estar de baja maternal para dirigirse al Parlamento para notificar el cambio de cuenta al que había que ingresar el dinero para el grupo parlamentario, la madre del cordero, y perjudicar así a parte del grupo.