Parte del equipo de profesionales de Málaga Acoge, en calle Ollerías. Cristina Pinto

Un trabajo invisible que crea nuevas vidas

Desde sus cuatro sedes provinciales, Málaga Acoge trabaja por reducir el impacto de jóvenes sin hogar y promocionar su integración laboral con programas de formación y ocho pisos de acogida

Lunes, 15 de abril 2024, 00:20

Nada más entrar a su sede de calle Ollerías se palpa el ambiente de trabajo. De un despacho a otro, de un pasillo a otro, en el patio, las salas de espera… Esta sede de Málaga Acoge, uno de los cinco centros que tiene la ... asociación en toda la provincia, es el núcleo desde donde se trabaja en el Área de Empleo y de Jóvenes para reducir el impacto del sinhogarismo y promocionar la integración laboral. Entre esos pasillos y esos despachos están día a día los profesionales que tienden la mano para ayudar a quienes lo necesitan y que son los grandes culpables de que tantos jóvenes salgan adelante en sus vidas. Aunque a ellos no les guste ponerse tantos méritos, son esenciales para los chicos y chicas que viven en la calle y acuden a ellos para buscar una luz en el camino. Ellos son Carmen, Berni, Pedro G., Pepe, Tarek, Geno, Ana, Antonio, Débora, Cristina, Pedro B. y muchos más de todos los equipos de la asociación, que trabajan desde la sede de Ollerías, calle Bustamante, Fuengirola, Antequera y Torre del Mar.

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«¡Esperad! ¡Ya voy! Estoy terminando de sacar los billetes, ¡que se va a Huelva a trabajar!», cuenta una de las trabajadoras mientras sus compañeros esperan para poder hacer la foto de este reportaje con SUR. Justo ese es el fin de este trabajo de Málaga Acoge, que los jóvenes que llegan procedentes del sistema de protección de menores logren conseguir su emancipación. Desde la asociación forman parte del Servicio de Apoyo a Jóvenes del Sistema de Protección de Menores en la Agrupación de Desarrollo de Personas Sin Hogar y cada día reciben peticiones de chicos y chicas desde los 18 años que buscan avanzar en su nuevo proyecto de vida.

«Ahora mismo tenemos a 33 niños esperando para acceder a nuestros pisos; contamos con ocho viviendas que ofrecen 42 plazas de acogida; están todas llenas», señala la responsable del Área de Jóvenes de Málaga Acoge, Genoveva Pérez. Desde este equipo se organizan en tres niveles que ella misma detalla: «Los primeros son itinerarios de adhesión en los que se trabaja con los chicos y chicas que no tienen sus necesidades básicas cubiertas y viven en la calle, con ellos hacemos estudio de documentación, residenciales, prevención del consumo… Esta es la fase inicial y el objetivo es reducir el impacto del sinhogarismo. Luego llega la fase de intervención, en la que ofrecemos nuestros recursos residenciales de acogida (8 pisos) además de los programas de inserción sociolaboral, entorno educativo, participación… Por último llega la fase de seguimiento, cuando ya están emancipados pero seguimos prestando ayuda para mejora de empleo o apoyo para temas burocráticos».

En la asociación trabajan desde cinco sedes en toda la provincia. C. Pinto

Otra de las vías de acompañamiento es la de los llamados itinerarios de calle. «Acuden al centro prácticamente todos los días porque vemos cómo están, si se han duchado, cómo han dormido… Ellos son jóvenes que están sin hogar y a los que ayudamos en los que podemos hasta que conseguimos plaza», explica Genoveva Pérez. Ellos son parte de los jóvenes que visitan la sede y se quedan en la sala de espera o bien cargando móviles, utilizando wifi o charlando entre ellos y con los técnicos para tomar la confianza necesaria para luego acudir a los cursos de formación y reinserción laboral.

«Son chicos y chicas que están en una etapa complicada, como cualquier adolescente, en la que necesitan mucho apoyo. La situación tan dura de exclusión y desprotección a los extutelados es cada vez peor, sus procesos dependen de ellos mismos y de lo que tengan alrededor, por eso les ofrecemos ayudas para que guiarlos en su camino, siempre dejando que ellos tomen las decisiones», concreta Genoveva Pérez sobre el trabajo que llevan a cabo en Málaga Acoge con la colaboración de Fundación 'la Caixa'. Además, cuentan también con la ayuda del IES Vicente Espinel (Gaona) para llevar a cabo los proyectos de retorno educativo y poder matricular a los jóvenes que acuden a la asociación.

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Esto es sólo una pequeña parte para mostrar un gran trabajo que hacen estos profesionales y muchos más de la asociación Málaga Acoge por devolver una nueva vida a jóvenes que están perdidos. Un trabajo que a veces es invisible para la sociedad, pero que es tan importante para cientos de chicos y chicas que cada año acuden a su ayuda. Y ellos no dejan de tenderles la mano.

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