Los cursos formativos de Escuela de Segunda Oportunidad se dan de lunes a viernes.Sur
Los que trabajan «con los que nadie quiere»
Fundación Marcelino Champagnat ·
Las acciones formativas de la Escuela de Segunda Oportunidad impulsan cada curso el futuro de unos 200 jóvenes de 16 a 30 años extutelados, con diversidad funcional o en situación de pobreza
Cuando Alejandro Rodríguez analiza la labor que llevan a cabo en la Escuela de Segunda Oportunidad de Fundación Marcelino Champagnat en Málaga, puntualiza que «se intenta trabajar con los que nadie quiere». Él es el coordinador de la fundación aquí en la provincia y conoce bien de cerca todas las áreas de trabajo que ponen en marcha. En ellas atienden de lunes a viernes a parte de la población malagueña que está en riesgo de exclusión social y pobreza. «Nuestro criterio de selección se basa en los perfiles más vulnerables. Aquí en Málaga, por ejemplo, trabajamos mucho en Los Asperones y, sobre todo, nos centramos en los jóvenes, ya que la preocupación por ellos fue el motivo del nacimiento de esta fundación», recalca Alejandro Rodríguez.
En las acciones que llevan a cabo, forman a jóvenes en competencia de empleabilidad durante cuatro semanas según los conocimientos específicos de cada curso. «Hacemos muchos de limpieza, atención a personas en situación de dependencia, cursos exclusivos para personas migrantes, reponedores, cajeros... Tenemos mucha variedad y acuerdos con empresas de Málaga que colaboran con nosotros para dar respuesta a la necesidad laboral de los jóvenes», explica Alejandro Rodríguez. Esta Escuela de Segunda Oportunidad en Málaga está impulsada por la Convocatoria de Proyectos Sociales de Fundación 'la Caixa' y cada curso ayuda a más de 200 jóvenes de la provincia con el acompañamiento de un equipo multidisciplinar de pedagogos y educadores sociales y la colaboración de voluntarios de propia fundación.
«En Málaga trabajamos mucho con Los Asperones y nos centramos en los jóvenes», explica el coordinador de la fundación
«El área de sensibilización de voluntariado es otro de los grandes pulmones de la Fundación Marcelino Champagnat, gente que dedica su tiempo a ayudar a los demás. Ahora mismo contamos con alrededor de 20 voluntarios en Málaga que van desde los 18 hasta los 50 años y acompañan a los jóvenes en cada fase de trabajo», recalca el coordinador, Alejandro Rodríguez.
Se centran en el trabajo con jóvenes, pero también en menores y mayores de barrios marginales de la ciudad.
Sur
En cada proceso de la formación están al lado de los jóvenes. Y no se olvidan de ellos cuando acaban esa fase del Programa de Inserción Sociolaboral. «De lunes a viernes estamos con ellos durante los cursos, que suelen durar alrededor de dos meses. Pero luego realizamos un itinerario que nos permite seguirlos y estar en contacto con ellos hasta que acaba el año. Ese es uno de nuestros puntos a destacar en el día a día, ya que nos definimos por el acompañamiento. Este no es un servicio de que vienes y te vas, aquí nos preocupamos por la persona y su seguimiento individualizado», asegura Alejandro Rodríguez.
Acompañamiento
Entre otros de sus proyectos está la preparación a chicos con discapacidad intelectual: «Los ayudamos y acompañamos a prepararse las oposiciones. Esto es tanto para los propios alumnos como para sus familias, ya que el principal objetivo es que tengan un trabajo estable y eso les aporta tranquilidad a la hora de pensar en el futuro de sus hijos», concreta el coordinador de la Fundación Marcelino Champagnat en Málaga, que destaca también el apoyo a menores en barrios como Bailén-Miraflores, Cruz Verde o Los Asperones, entre otros. «Vamos por las tardes para ayudarlos en sus tareas diarias escolares, también buscamos que tengan algunos ratos de ocio».
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