Larga vida al voluntariado

Pero el momento del reconocimiento a la labor de los malagueños y colectivos que cada día ponen su grano de arena de forma altruista para hacer de este un mundo mejor, llegaba con la entrega de los premios de la mano del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y la concejala del Área de Participación Ciudadana, Mar Torres. El primero, en el apartado de 'acompañamiento de personas en los ámbitos asistencial-hospitalario, educativo, domiciliario y de tratamiento de adicciones' para la asociación de voluntarias universitarias Womet por su iniciativa 'Proyecto Palmarés: clases de apoyo escolar a niños y niñas de la Finca La Palma'.

El siguiente galardón, en 'promoción y asistencia en el campo de la salud y el bienestar mental' fue para la Asociación Internacional Teléfono de la Esperanza (ASITES) por el 'Chat de la Esperanza'. Los premios seguían en la gala entre aplausos y el tercero llegaba en el apartado de 'contribución a la economía circular y el medio ambiente' y se entregó a Esperanza Oña por la creación de la plataforma 'Prodia', que promueve el respeto de animales y plantas. El cuarto premio fue para la Fundación El Pimpi por 'La Comunedad', que acompaña a personas mayores solas y fue galardonado en el apartado de 'reducción de la brecha digital en colectivos vulnerables a través de la formación, capacitación y asistencia técnica'.

Hubo una mención especial a la voluntaria Carmen Martell Pino, que lleva participando en la asociación VIVE 26 años. «Hemos querido en todas estas ediciones que el voluntariado de Málaga se sintiera reconocido, estimulado y valorado», señaló De la Torre en su discurso.

El toque final de la velada lo pusieron la música y las letras de los malagueños Javypablo. Como dice una de sus canciones: «Lo importante es vivir». Pues eso, larga vida al voluntariado.