La importancia de cuidar a los cuidadores: «Son muchas lágrimas a solas»

Ella es una de las más de 480 personas que en Andalucía han acudido a estos talleres. «En AFA me hablaron de la escuela y afortunadamente he podido asistir a todos los cursos. Ellos me han quitado un peso de encima porque yo no sabía cómo salir, cómo actuar… Ellos hacen que te veas a ti misma, que no te quedes atrás. Gracias a ellos te das cuenta de que tienes que ayudar a la persona que está a tu lado, sí, pero que te tienes que cuidar a ti. Eso de pronto es como una bofetada porque tú piensas: 'Pero si mi objetivo es cuidar a mi marido'. Y la realidad es esa, pero también estamos nosotros mismos y para poder ayudar a la persona que tenemos a nuestro lado, lo primero es saber cuidarnos a nosotros», explica Lucía Cerro.

Desde que conoce la Escuela de Cuidadores, ningún día se ha sentido sola: «Cada semana me llamaban para preguntar si podía asistir. Sólo con ese simple gesto ya sabías que no estabas sola porque se están interesando en ti y en tu problema», puntualiza.

No ha querido perderse ni un taller, desde 'Cuidarse para cuidar', 'Acompañamiento emocional y buen trato' y 'Recursos comunitarios' hasta otros como 'Confort físico' o 'Hablemos sobre el duelo'. «Esto es muy duro, pero es imprescindible tratarlo porque tenemos que pasar ese momento y saber lo que vas a dejar atrás para despedirte de algunas cosas y de la persona con la que convives. El tema de los recursos también ha sido muy interesante porque nos informaron de las opciones que tenemos para facilitarnos el día a día, además de las ayudas económicas», cuenta.

Como destaca la evaluación cualitativa presentada por Fundación 'la Caixa' y la Universitat de Vic tras realizar los talleres, el 86% de los participantes aseguran sentirse más capaces para atender tanto física como emocionalmente a la persona que cuidan. «La media de edad de las personas que se han adherido es de 53 años y el 87% son mujeres y un 62% de ellas cuidan a alguno de sus progenitores», detallan desde la fundación.

No es el caso de Lucía Cerro, que vive con su marido, Fernando Martín. Pero sí que representa a ese 87% de mujeres cuidadoras: «Yo ya soy como un detective, estoy continuamente observando los cambios. Él tiene 71 años y yo 66, no somos tan mayores. Por eso digo que esto es una bofetada que te da la vida porque yo pensaba que lo tenía todo ordenado, una jubilación alegre, contenta y tranquila. Cuando te das cuenta de todo empieza el dolor y la rabia, son muchas lágrimas a solas porque no acabas de aceptarlo», explica la cuidadora.

Fernando Martín, profesor de universidad, doctor y con cuatro carreras a sus espaldas, es un hombre querido por todos y destacado por su sabiduría. «Ha dado muchas conferencias por todo el mundo, hemos viajado mucho, es una persona a la que acudían todos cuando tenían una duda… Muy culta, cariñosa, entrañable. Y este es un cambio muy grande porque hay muchas lagunas que a veces son océanos en los que le ves nadando y perdiéndose; aunque le rescatas, al rato vuelve a estar sumergido», reflexiona Lucía Cerro.

El trabajo de AFA Marbella cada día es algo que también ha ayudado a Lucía Cerro a salir de su soledad. Y los talleres de la Escuela de Cuidadores de Fundación 'la Caixa' le han salvado: «Nos han enseñado a mirarnos a nosotros, a empatizar con los demás. Te ves perdida y abandonada, pero cuando están ellos comprendes todo; tengo tanto que agradecer a estos talleres...», concluye.