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Patronos y responsables de Fundación El Pimpi, durante la presentación de la campaña 'Ucrania desde dentro'. claudia san martín
La Fundación El Pimpi ayudará a Ucrania en terreno junto con otra fundación

La Fundación El Pimpi ayudará a Ucrania en terreno junto con otra fundación

Su alianza con la entidad Ayuda a la Iglesia Necesitada permitirá sostener la labor de casi 5.000 sacerdotes y 1.350 religiosas que cuidan de familias y enfermos en búnkeres y parroquias del territorio en conflicto

Miércoles, 16 de marzo 2022, 15:10

En momentos de crisis, la Fundación El Pimpi es consciente que sólo hay una manera de ayudar: mediante la unión, las alianzas y un firme compromiso por mejorar la vida de los demás. Por ello esta mañana presentaba en las Bodegas de El Pimpi un acuerdo entre su Fundación y la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada, quienes impulsan acciones en territorio ucraniano.

Esta última entidad lleva trabajando desde 1947, y concretamente en Ucrania desde 1953, donde ofrecen ayuda humanitaria, psicológica y espiritual, como explica el presidente de la Fundación, Javier Menéndez. Desde la Fundación El Pimpi vieron necesaria esta colaboración en este preciso momento porque son conscientes de su poder de convocatoria y que con sus voces pueden llegar a la población solidaria malagueña: «Cuando surgen tragedias nuestra Fundación siempre está ahí. El corazón te pide lanzarte a los caminos y buscar soluciones adecuadas», explicaba Luis Merino, el presidente de la Fundación El Pimpi, justificando en este momento esa alianza con Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Durante sus intervenciones, los directores de estas dos entidades interpelaron a la solidaridad desde el cariño y la comprensión para con el pueblo ucraniano, aunque fue el testimonio de uno de los sacerdotes en terreno, el Padre Mateusz, quien dejó a todos estupefactos con su cotidianidad durante la guerra. En esa conexión virtual y en directo que se realizó desde El Pimpi con Ucrania, el Padre Mateusz estuvo acompañado por el Padre Pedro Zafra, de Córdoba, quienes contaron cómo es su vida allí desde que comenzó el conflicto.

El Padre Mateusz fue explicando a los asistentes cómo es su día a día, y qué suelen hacer cuando no hay toque de queda: «Lo más horrible para nosotros desde el inicio de la guerra es el ruido de las explosiones de misiles y disparos de tanques. Nos da miedo, normal, pero experimentamos dentro una paz profunda y la Gracia del Señor que nos consuela y asiste con su palabra», explicó este Padre, quien junto con otros 4.879 sacerdotes y 1.350 religiosas han decidido quedarse en Ucrania para ayudar a la población civil mediante la acogida en las parroquias y conventos. El Padre Mateusz explicaba que, en cuanto pueden y tienen ocasión, salen a la calle a limpiar los destrozos de la guerra y a ayudar a las personas que se encuentren, algo que hacen sin temeridad: «Personalmente no tengo miedo, puede llegar la muerte en cualquier momento», reconoce este religioso, explicando que deja su vida en manos de Dios.

Su situación en los búnkeres y parroquias en las que se encuentran es delicada, pero cuentan que permanecerán unidos en el rezo para seguir ayudando a las familias y niños que han permanecido en Ucrania, quienes no han querido o podido abandonar su tierra.

Javier Menéndez, en la conexión con el Padre Mateusz y el Padre Pedro. CLAUDIA SAN MARTÍN

Tras la conexión con el Padre Mateusz, el cónsul honorífico de Rumanía en Málaga, José Luis Ramos, contó que su unión a esta iniciativa mejorará sus acciones ya existentes, como el envío diario de entre 20.000 kilos y 40.000 kilos de ropa y alimentos a la frontera de Ucrania, o los viajes en autobús de la mano de CEAR para traer a personas refugiadas a puntos de Málaga, Sevilla y Cádiz: «Nos estamos encontrando muchos problemas de miedo y temor de aquellas personas que se suben a los autobuses y que antes de que se pongan en marcha se bajan», relata Ramos sobre otro de los coletazos de la guerra. Además, cuenta que dentro de estas acciones se facilitarán a las familias ucranianas que lleguen a Andalucía tarjetas monedero destinadas a la compra de ropa nueva, alimentos o medicamentos sin receta.

En este marco, el presidente de la Fundación El Pimpi hacía un llamamiento solidario a toda la población, explicando que necesitan «ayuda, pero ayuda económica»: «Proporcionamos la absoluta garantía de que euro que recibamos, euro que irá a parar a manos oficiales, a manos limpias», recalcaba Merino, dejando claro que toda la ayuda que reciban en su campaña 'Ucrania desde dentro', y que en la que se puede participar en su página web, estará destinada a ayudar a las personas dentro del territorio en conflicto y en su frontera.

Tras esta petición, Pepe Cobos, fundador de bodega El Pimpi, intervino visiblemente emocionado y sosteniendo un rosario en sus manos para pedir esa solidaridad con el pueblo ucraniano, poniéndose en su vivencia mientras recordó que la bandera blanca de la paz ondea con fuerza en los balcones de El Pimpi y que seguirá haciéndolo más que nunca.

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