Jóvenes juegan en uno de los patios del barrio de La Trinidad, cedido por los vecinos. fundación don bosco

Fundación Don Bosco: Un camino para formar y acompañar a personas

Desde calle Sevilla, este centro social se adapta a las necesidades de colectivos vulnerables con un amplio abanico de programas centrados en la inserción laboral, la emancipación y lo socioeducativo

CRISTINA PINTO

Domingo, 16 de octubre 2022, 23:54

Desde su centro educativo y a través de un proyecto de absentismo y mediación, una chica llegó a la Fundación Don Bosco: «A partir de ahí empezamos a trabajar con ella, participó con nosotros en el programa 'CaixaProinfancia', venía a actividades de ocio por la ... tarde, mejoraba la asistencia... Pero ese año acabó abandonando los estudios. Y conseguimos que viniese a la escuela de verano, luego a la prelaboral y al año siguiente decidió entrar a la escuela de segunda oportunidad, se preparó las pruebas libres y este año ha obtenido el graduado. A raíz de ahí comenzó con algunos proyectos de empleo y ahora mismo está trabajando. Ese es el ejemplo de una persona que se ha ido adaptando a través de los proyectos que hemos tenido acorde a sus necesidades. Actualmente podemos considerar que es un caso de éxito». Este ejemplo lo pone Pilar Díez, coordinadora de programas de residencias y socioeducativos de la Fundación, justo cuando ve pasar a esa joven por la sede en la que trabajan desde calle Sevilla, aunque tienen otras instalaciones en El Palo.

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Allí, en pleno barrio de La Trinidad, este centro social se centra por «el servicio de la juventud más vulnerable», aunque atienden a la gran parte de colectivos. «No nos dedicamos a ninguno en específico porque apostamos por realizar proyectos de diferentes tipos para atender de la forma más integral posible a la persona que venga, aunque fundamentalmente nos dedicamos a la gente joven», resalta el director territorial de la Fundación Don Bosco, Antonio Ruiz Herrera. Esos proyectos se centran en tres aspectos generales, aunque después cada uno se trabaje de forma específica: 'residencial y emancipación', 'socioeducativo' e 'inserción laboral'.

En este último, su coordinadora, Reyes Berlanga, detalla cómo trabajan cuando llega la persona a la que quieren acompañar y cuidar en su camino: «Cuando vienen a nosotros hacemos una valoración social y con ese diagnóstico medimos el plan de actuación que trate las actividades a desarrollar por la persona. Cada uno de ellos tiene un camino único y exclusivo según lo que quiera encontrar y a partir de ahí les acompañamos hacia su objetivo», concreta la coordinadora. Son casi 30 personas las que trabajan diariamente desde esta Fundación, vinculada en su totalidad a la obra de Salesianos, y que velan por una sociedad mejor centrándose en casos concretos. Porque allí les importan las personas.

Las coordinadoras Reyes Berlanga y Pilar Díez, junto al directo territorial Antonio Ruiz Hererra, en la sede de calle Sevilla. c. pinto

«Cada uno de nosotros tiene un proyecto y se encarga de coordinar o supervisar, pero la fuente principal es el camino de la persona. Por eso cualquier intervención queda registrada y todos sabemos la evolución del usuario que tratamos, aunque esté en un proyecto residencial y laboral a la vez y seamos diferentes técnicas, pero todos sabemos cómo van en general», resalta Reyes Berlanga, algo que corrobora también Pilar Díez: «En las reuniones hablamos de casos concretos y nos ponemos al día para seguir creando ese itinerario acorde a la necesidad de cada persona».

Una casa en La Trinidad

Y en calle Sevilla tienen también otra de las partes que acompañan a estos jóvenes en su camino: la residencial. «Tenemos espacio para chicos mayores de edad que acaban de salir de esos centros de protección y a los 18 no saben dónde ir», explica Antonio Ruiz Herrera. Y continúa detallando Pilar Díez, que conoce de primera mano este proyecto: «En el piso tienen un objetivo de conseguir en un año una autonomía, que controlen sus ingresos... Desde el día uno tienen que aprender a hacer la cama y cocinar si no saben, porque se trata de enseñarles, no de una casa de acogida, están para aprender a tener una vida autónoma y estable. Ahora mismo tenemos uno aquí, en calle Sevilla, con cinco plazas», señala Pilar Díez.

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La variedad de programas van desde estos residenciales a los socioeducativos, en los que se facilita el intercambio de experiencias y aprendizajes para llevarlos a itinerarios formativos como el ejemplo de la joven que mencionaba al principio Pilar Díez. Y de ahí al programa de inserción laboral, que reúne varios proyectos como 'Itinerarios Singulares (FSE)' , 'Prácticas No Laborables (EPES)', 'Programa Incorpora (Caixa)' o 'Más Empleo (Caixa)': «Hay algunos que son orientación pura, otros con búsqueda activa de empleo, acompañamiento a las empresas... Se trata de acercar a las personas a descubrir su objetivo personal», concluye Reyes Berlanga. Porque al final esto va de eso, de acompañar y formar a personas.

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