Sandra Morales y Víctor Fernández, los creadores del cuento para Claudia. sur

Un cuento para visibilizar una vida feliz

El matrimonio de Víctor Fernández y Sandra Morales ha creado una historia sobre la pequeña Claudia para concienciar sobre la agenesia y romper los estigmas

Lunes, 2 de agosto 2021, 00:48

Pocas niñas en el mundo podrán presumir de protagonizar un cuento sobre su vida, lleno de ilustraciones y en el que aparece haciendo lo que más le gusta: jugar y ser feliz. La afortunada Claudia García, de tan sólo 4 añitos, es el enlace de ... una historia llena de ternura y concienciación. Y no sólo para los más pequeños, también para sus familias y sus círculos, porque no hay nada más importante que crecer en la inclusión, la solidaridad y el apoyo a los demás.

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Todo comienza a raíz de dos historias que se entrelazan. Por un lado, la del matrimonio que forman Víctor Fernández y Sandra Morales, un tándem artístico imparable que se atreve con cualquier tema, siempre que tenga una moraleja o enseñanza para los pequeños que lo lean. Ella es la encargada de ilustrar los cuentos y él se encarga de armar la historia y darle sentido. Por otro lado, está la pequeña Claudia, que nació con agenesia en su mano izquierda. Su madre, Pilar Fernández, cuenta que se enteró de que su niña nacería con una diferencia en sus extremidades en la semana 20.ª del embarazo, y aunque al comienzo fue duro de asimilar, pronto se puso junto a su marido a buscar información y soluciones para que su pequeña llevara una vida lo más cómoda posible: «Al principio buscamos en foros y unos padres no abrieron camino. Mi duda era cómo iba a ser mi niña, si se manejaría con todo», relata. Poco después impulsó una página de apoyo en Facebook que ahora llega a todos los rincones del mundo: 'Agenesia España' fue el germen de lo que más tarde Pilar formaría parte, junto a afectados de agenesia u otras anomalías similares de países como México, Argentina, Ecuador, Chile, Paraguay o Colombia, entre otros. De este modo, surge la Comunidad Internacional de Diferencias de Extremidades (CIDE).

A través de esta agrupación se pretende concienciar de estas malformaciones congénitas y así fijar un día mundial, el 12 de abril, para no olvidar la batalla de muchas personas que viven en ocasiones con el rechazo: «Siempre se busca el bienestar de todos, participar en las campañas, respetar las decisiones, inculcar la igualdad, el respeto, la diversidad y la aceptación. Todos somos diferentes», recalca la impulsora de Agenesia España.

En este momento entra en juego el papel fundamental que han jugado Víctor y Sandra en la vida de Claudia. Todo empezó en el colegio de la pequeña, en Fuengirola, cuando escuchó comentarios hirientes de otros niños sobre su manita izquierda. Entonces, cogió algo de miedo a ir sola por los pasillos: «Su profesora explicó la historia de Claudia a los niños y niñas de su clase porque se lo pedimos, pero entendemos que esas situaciones espontáneas con otras clases pueden pasar y son incontrolables. Entonces le pedimos a l a dirección del centro que se explicara también en el resto de aulas que hay niños diferentes y que no por ello se tienen que reír unos de otros», comenta Pilar Fernández.

La pequeña Claudia, de 4 años, posa sonriente. SUR

Por ello, al poco tiempo la madre de la pequeña se puso en contacto con este matrimonio y en cuestión de semanas nació '¡Soy muy feliz!'. Sandra y Víctor, que ya habían lanzado otros cuentos con anterioridad, no se lo pensaron dos veces si una acción de este tipo tenía un efecto tan positivo en la vida de Claudia y, como consecuencia, en todo su círculo. Por un lado, quisieron plasmar la historia de la pequeña desde que recibió esos comentarios tan dañinos para ella; después, con la ayuda de su profesora Manoli y sus compañeros de clase, Claudia se animó y no dejó de participar en una gymkana muy especial que habían preparado en su colegio. Así que, feliz y con el apoyo de sus compañeros y profesoras, pasó un día precioso jugando y divirtiéndose, haciendo pruebas muy difíciles sin impedimento ninguno.

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Finalmente, demostró que era más que capaz y se llevó el primer premio, así que la moraleja de la historia va mucho más allá de mostrar que todos somos diferentes, porque también somos capaces: «Sacamos el cuento poco antes de que terminara el colegio, para que los niños se fueran con ese mensaje para todo el verano. En septiembre haremos un cuentacuentos», relata el creador de la historia, que explica con emoción todo lo que han conseguido en poco tiempo con una historia de este calibre: «Queríamos normalizarlo todo, porque a Claudia esa diferencia le ayuda a tener una personalidad fuerte. Es un cuento feliz, al fin y al cabo», explica.

Un cuento para todos

Además, antes de lanzar la historia a Amazon, donde se puede adquirir por 9,99 euros, Víctor y Sandra se la contaron a sus dos hijos y la respuesta fue óptima, mucho más de lo que esperaban: «Dijo uno de mis hijos que era lo más bonito que había escuchado en su vida, porque son situaciones cotidianas y muy cercanas a ellos», cuenta la ilustradora.

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Aunque en junio ya se realizaron actividades en el centro de la pequeña, como proyecciones de vídeo del cuento y actividades en inglés sobre el mismo, esta reivindicación sólo acaba de comenzar para todos los implicados en la historia: «Nuestra misión era esa, dar visibilidad a las necesidades y demostrar que aunque con diferencias en las extremidades se puede lograr cualquier cosa, sobre todo una convivencia plena y que esté basada en el respeto y la igualdad. Al final cada detalle nos hace únicos, es nuestra esencia», relata la madre de la pequeña Claudia, iniciando un camino en el que cada vez está más acompañada.

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