El 22 de marzo de 2022 arrancó en Málaga un proyecto pionero con el objetivo de ofrecer ayuda a los jóvenes que lo necesitan por crisis de violencia, ideas o decisiones suicidas en proceso, problemas psicológicos o simplemente sentimiento de soledad. Es algo que se ... lleva haciendo años desde el Teléfono de la Esperanza, pero los menores de 35 años no solían acudir a este servicio. De ahí el nacimiento del Chat de la Esperanza, una aplicación que ya es todo un apoyo para esta parte de la ciudadanía, que ha encontrado un refugio en esta iniciativa en la que la psicóloga Aurelia González tiene mucho que ver. Ella puso la semilla para que naciese: «Hemos comprobado que la gente joven prefiere usar otros medios de contacto de atención inmediata», valora.
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Durante 2023 duplicaron las ayudas en el Chat de la Esperanza. Si bien el primer año fueron 3.834 personas las que acudieron a este servicio, en los últimos datos que se ofrecen la cifra asciende hasta 7.728: «Con esto hemos encontrado un recurso que los jóvenes utilizan como expresión útil para comunicar un sentimiento de soledad, situaciones de crisis o autolesiones. Nosotros antes casi que no recibíamos llamadas de menores de 35 años y el incremento de intervenciones tras poner en marcha el chat ha sido muy relevante», analiza el presidente del Teléfono de la Esperanza, Juan Sánchez Porras.
De esas 7.728 personas, la gran mayoría son peticiones de ayuda de jóvenes que van desde menores de edad hasta los 35 años: ocupan casi el total de estas atenciones en el Chat y así lo confirman los datos que aportan desde la organización. «El 90% de las personas que conectan a través del Chat son los jóvenes y coincide también que son los que menos llaman al teléfono», informa Aurelia González, que a la vez detalla los motivos más recurrentes: «La mayor problemática es la soledad, seguida de las acciones suicidas, autolesiones y suicidios en curso; también trastornos de ansiedad y relaciones sociales y familiares», concreta.
Detrás de este servicio se encuentra la intervención directa con más de 30 personas que atienden los mensajes de seis de la tarde a 12 de la noche y que reciben una formación específica. «Esto es totalmente anónimo y la respuesta por parte de nuestros voluntarios es inmediata, ahora mismo hay más de 30 detrás de las pantallas pero estamos formando en estos momentos a otras 40 personas para sumar más ayuda», explica Aurelia González.
Talleres y cursos de formación completan el trabajo del Teléfono de la Esperanza, que sigue luchando por no dejar de tender la mano cuando otros lo necesitan. Por eso mismo reclaman más apoyo: «Necesitamos más voluntarios para intervenir y conseguir nuestro objetivo final, que es ofrecer el mejor servicio».
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Se puede acceder al Chat de la Esperanza, bien a través de su aplicación "Conéctate.social" (gratuita tanto en iOS como en Android), así como a través de la sección "necesito ayuda" de la página web ww.telefonodelaesperanza.org.
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