La ONG Integración para la Vida celebró la cuarta edición con 40 menores en situación de pobreza y/o exclusión social y afianza así una labor esencial de los educadores: Yise Ballesta y Tamar Pedraza cuentan su experiencia a SUR
Cristina Pinto
Lunes, 31 de julio 2023, 00:16
Han sido tres semanas intensas de aprendizaje las del 'Campamento urbano: Educa-Vida', que este año ha cumplido su cuarta edición a cargo de la ONG Integración para la Vida Málaga (Inpavi). Una enseñanza diaria para 40 menores en situación de pobreza y/o exclusión ... social que al final se convierte en mucho más que eso: es una experiencia de vida para cada uno de los monitores y voluntarios que pasan esas semanas con ellos. O sino que se lo digan a Yise Ballesta y Tamar Pedraza, que a sus 28 y 23 años respectivamente, valoran este campamento como algo único e imprescindible para ellas. Justo al terminar esta cuarta edición, ambas mantienen una conversación con SUR para explicar qué es lo que supone participar en esta iniciativa de Inpavi y detallan qué es lo que un campamento enseña al monitor.
Para Yise Ballesta es el primer año que vive esta experiencia, pero asegura que después vendran muchos más. «Llegué a Inpavi a través de una amiga que me habló de ellos porque me encanta la labor social, en cuanto me enteré no dudé en colaborar con ellos y comencé como voluntaria en octubre del año pasado. Cuando me ofrecieron estar de monitora en este campamento ni me lo pensé; ahora sé que volvería a repetir porque no sólo suple necesidades, sino que vamos a lo más profundo para conocer a los niños e involucrarnos con sus problemas. No me voy a ir de estos campamentos, quiero seguir sin ninguna duda. Yo soy contable, pero dejaría eso sólo por dedicarme a la labor social», confiesa Ballesta ilusionada y emocionada.
«No sólo suple necesidades, sino que vamos a lo más profundo para conocer a los niños e involucrarnos con sus problemas»
Yise Ballesta
Monitora
Desde los 4 hasta los 16 años, divididos en grupos por edades y atendidos por monitores especializados en cada uno de ellos. De eso sabe bien Tamar Pedraza, que cumple con este su tercer campamento y que habla así del funcionamiento de su trabajo allí: «Aprendemos muchísimo cada día de cada uno de ellos porque cada campamentista tiene su propia personalidad y mentalidad, ningún niño es igual, por eso tenemos que saber cómo tratar y enseñar a cada uno. Todos tienen necesidades y carencias distintas, pero lo que me llevo de esto es que todos valen por igual. Es importante visibilizar este tipo de actividades porque aún hay muchos niños que no están siendo atendidos», detalla Pedraza.
Ocio y talleres de conducta
Sobre eso mismo ofrecen desde Inpavi los datos nacionales: «Según los últimos datos (diciembre 2022) del informe Save The Chidren, 2,6 millones de menores españoles se encuentran en pobreza en España, es decir, 1 de cada 3. Por eso ante estos datos alarmantes Inpavi da respuesta a esta necesidad ayudando a aquellos niños que no relacionan el verano con alegría y risas, sino con una desconexión y aislamiento de sus necesidades personales y familiares», informan desde la ONG malagueña. Es por eso que en este campamento urbano, de lunes a viernes los niños reciben la alimentación de tres comidas al día (desayuno, almuerzo y merienda); aula matinal para la conciliación familiar; kit de higiene, uniforme y entrega de materiales gratuitos para todas las actividades; talleres de refuerzo educativo, musicoterapia, teatro, baile y cuentacuentos; excursiones culturales, ocio saludable y actividades deportivas; desarrollo de habilidades sociales y creatividad y talleres de prevención sobre violencia de género y otras conductas destructivas.
Para hacerlo posible, este año la ONG puso en marcha el pasado mes de abril un 'crowfunding' a través de la plataforma 'Mi grano de arena', una iniciativa de la que se hizo eco SUR y con la que consiguieron la suma de 9.057 euros para becar a 13 niños. Aunque desde Inpavi agradecen la colaboración de City Sightseeing Málaga, Ralph Lauren, Niza Cars 'Rent a car', McArthurGlen Designer Outlet Málaga, APD Ofimedia, Centro de Vida Cristiana Málaga, Gross Dentistas, Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía y al Plan Corresponsables de Ministerio de Igualdad.
«Hay una gran enseñanza en esto y es que a veces los padres no pueden llegar a todo y hay cosas que se les escapan. Algunos niños sienten vacío porque sus padres no les escuchan y aquí trabajamos para que nos cuenten sus problemas y luego poder hablarlo con los padres, que nos lo agradecen mucho porque son cuestiones que ellos mismos no se habían dado cuenta. Eso les ayuda a vivir en familia y a estar más pendientes de los hijos», resalta Yise Ballesta sobre la importancia de su trabajo como monitora. «A los padres y madres les manteníamos informados en todo momento sobre cómo avanzaban sus hijos en el campamento, las problemáticas que tenían en casa, los miedos que surgen en sus hijos o alguna manía que no se ve a simple vista», añade Tamar Pedraza. Porque en los campamentos no sólo aprenden los niños, también las familias y los monitores.
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