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De izquierda a derecha, Yolanda Quesada, Rafael Salcedo, Ruth Sarabia, Francisco Salado, Laura Cruz, Natalia Sánchez, Paco Rodríguez y Ana Pérez-Bryan. Ñito Salas
La acción social, en su «mejor momento» gracias al trabajo en equipo

La acción social, en su «mejor momento» gracias al trabajo en equipo

Administraciones, empresas y tercer sector avanzan en estrategias comunes, como el desperdicio cero y el trabajo «en el territorio cercano»

Cristina Jiménez

Jueves, 26 de septiembre 2024, 00:13

La acción social es una estrategia en la que convergen administraciones públicas, empresas, tercer sector e incluso la sociedad civil desde hace años, pero de manera más eficaz desde la pandemia, cuando ante la crisis sanitaria hizo que el sistema tuviera que dar respuesta a mucho en poco tiempo. Ahora la acción social está en «su mejor momento» gracias a ese trabajo en equipo y en todos los frentes.

Este análisis forma parte del debate que tuvo lugar esta mañana sobre la mesa en un encuentro técnico organizado por SUR y Mercadona, en el que participaron representantes de esas tres líneas de acción. Además, el debate giró en torno a tres pilares fundamentales: la responsabilidad social, el desperdicio cero y las donaciones en el territorio cercano.

Hay desafíos y retos que marcan y definen la Málaga del pasado, del presente y del futuro; la responsabilidad social es uno de esos frentes que ha vivido una gran evolución en los últimos tiempos. Así lo puso de manifiesto el presidente de la Diputación Provincial, Francisco Salado, convencido de esa realidad de «vive su mejor momento» a pesar de que aún queda «un camino por recorrer».

«Hay que mantener el músculo de la acción social para así mantener este compromiso a largo plazo»

Francisco Salado

Presidente Diputación Málaga

«El modelo de responsabilidad social busca compartir la preocupación social y ambiental»

Laura Cruz

Directora de acción social de Mercadona

«La unión es lo que realmente va a conseguir que las personas sean menos vulnerables»

Ruth Sarabia

Delegada territorial, Inclusión Social, Juventud, Familia e Igualdad

La mesa técnica, moderada por la redactora jefe de SUR Ana Pérez-Byran, contó, además, con la participación de la delegada territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Ruth Sarabia; la vicepresidenta ejecutiva y secretaria general de la CEM, Natalia Sanchez; la directora de acción social de Mercadona, Laura Cruz Jiménez, y el adjunto a la presidencia de Bancosol, Rafael Salcedo.

Los ponentes entraron a fondo en esas líneas de acción, y lo hicieron desde distintas perspectivas: la empresarial, la institucional y la social; pero todos coincidieron en el camino recorrido. Fue el caso de Sarabia, que destacó «la unión de la administración, las empresas y la ONG, que es lo que realmente va a conseguir que las personas sean menos vulnerables y que seamos capaces de dar un paso más allá».

Además, hubo datos que confirmaron que, hoy en día, Málaga sea la provincia española con mayor número de entidades sociales. Los invitados destacaron que no sólo se reparten alimentos, sino que también promocionan y ayudan a salir de la «espiral de pobreza» a familias que viven en situaciones de vulnerabilidad.

En este escenario resulta vital la colaboración de las empresas. Es el caso de Mercadona, cuya responsable de acción social a nivel nacional reivindicó el compromiso de la compañía por impregnar el trabajo cotidiano de ese carácter solidario. «Nuestro modelo de responsabilidad social busca compartir esa preocupación social y ambiental, avanzando en la idea de buscar soluciones entre todos», expuso Cruz.

En este sentido, tanto Sánchez como Cruz destacaron que la acción social ya no es solo un «sello» que exhiben las empresas, sino un compromiso profundo, que además tiene que «estar integrado en el ADN empresarial, especialmente en los sectores más vulnerables». Y la responsable de Mercadona avanzó que parte del éxito de esta estrategia empresarial y social de la compañía es «hacer un trabajo de campo muy importante para conocer la realidad del territorio y de sus barrios».

«Lo fundamental es que cada uno sea profesional en su campo, pero que todos estén alineados, hay que pensar en el usuario final»

Rafael Salcedo

Adjunto presidencia de Bancosol

«Las empresas tienen que ser capaces de contribuir para ayudar a las personas»

Natalia Sánchez

Vicepresidenta ejecutiva y secretaria general de la CEM

Más allá de la responsabilidad social de las empresas, los invitados insistieron en la necesidad de abordar nuevos retos, desde la lucha contra el desperdicio alimentario hasta la mejora de la sostenibilidad en los procesos productivos. «Es vital mantener una relación muy estrecha con los bancos de alimentos, con las instituciones y las empresas, para saber lo que llega y que, llega bien», dijo el representante de Bancosol. Por su experiencia en primera línea desde hace años, Salcedo reivindicó el valor de ese trabajo de campo: «Nosotros trabajamos en las trincheras, escuchamos las historias de las personas», dijo.

Pero hay cuestiones que van más allá del trabajo en equipo que dan la medida de una acción que se desarrolla de manera transversal y organizada: es la economía circular y todo lo que conlleva, por ejemplo «la necesidad de educar a las empresas y a la ciudadanía en estos aspectos».

Los invitados expusieron los detalles de una ley integral que busca priorizar el uso de excedentes alimentarios para atender a personas vulnerables, y que se encuentran en riesgo de exclusión social, lo que representaría un cambio en la forma en que las empresas gestionan sus recursos y se relacionan con la comunidad. «Lo fundamental es que cada uno sea profesional en su campo, pero que todos estos estén alineados, hay que pensar en el usuario final, nos debemos al ciudadano», aclaró de nuevo Salcedo.

Entre los desafíos en el corto y medio plazo, Salado apostó por mantener ese músculo de la «acción social» en la conciencia de que ha alcanzado su mejor momento, pero el reto «ahora es mantener este compromiso a largo plazo». Y en este sentido, el presidente de la Diputación recordó también el trabajo fiscalizador de las administraciones, que han de velar, dijo, «porque cada euro invertido en políticas sociales se destine al fin para el que fueron destinados».

De esta idea nace 'Málaga No Caduca' un programa que responda a las nuevas exigencias que plantea la Ley de Economía Circular y que articula un convenio entre la Diputación de Málaga, la Confederación de Empresarios de Málaga y la Universidad de Málaga. Su objetivo es aprovechar la recogida y distribución de alimentos que realiza Bancosol, además de posibilitar el aprovechamiento de los excedentes alimentarios del sector.

En este sentido, Salado destacó el papel del tercer sector, «que son nuestros ojos en el terreno y que conocen a fondo las necesidades de los colectivos vulnerables».

Y ahí recogió el guante Salcedo, quien avanzó que «en los últimos tiempos gran parte del tejido del tercer sector se ha ido preparado para que cuando lleguen momentos difíciles se pueda seguir trabajando, hay músculo para enfrentarse a ello, gracias al trabajo que se ha hecho».

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