
FRANCISCO GUTIÉRREZ @pacogutisur
Domingo, 28 de julio 2013, 03:30
Con siete nombres fue bautizado el malagueño más universal en la iglesia de Santiago, en 1881, muy cerca de la casa familiar, situada en la plaza de la Merced. En esta parroquia, junto a la gran pila bautismal donde fue cristianado el que llegara a ser un artista excepcional, se muestra una copia de la partida de bautismo de Pablo Ruiz Picasso. Como era habitual por entonces, a los pequeños se les imponían varios nombres. Como se ve en el certificado de bautismo, el nombre completo de Picasso es Pablo, Diego, José, Francisco de Paula, Juan Nepomuceno, María de los Remedios, Cipriano, de la Santísima Trinidad.
Publicidad
Picasso fue bautizado el dia 10 de noviembre de 1881 por José Fernández Quintero, presbítero cura párroco de la parroquia de Nuestra Señora de la Merced, con licencia del cura propio de la de Santiago. Según consta en la partida de bautismo, el pequeño Pablo nació el 25 de octubre, a las once y cuarto de la noche, en la plaza de la Merced, nº 36. Por entonces era habitual que las mujeres diera a luz en su propio domicilio, como fue el caso.
Los padrinos del bautizado fueron Juan Nepomuceno Blasco y Barroso, abogado, y su esposa María de los Remedios Alarcón y Herrera, a quienes el sacerdote "advirtió el parentesco espiritual y obligaciones contraidas con el bautizado y sus padres".
La copia de la partida de bautismo se encuentra en la iglesia de Santiago, junto a la pila bautismal. Esta iglesia fue fundada por los Reyes Católicos el 25 de julio de 1490, erigiéndose en parroquia en 1505. Su arquitectura funde los estilos mudéjar y gótico, que se aprecia en la torre y la puerta principal, y barroco, fruto de las reformas del siglo XVIII. La parroquia de Santiago conserva los rasgos de dos momentos históricos y estilísticos. Se funda en el comienzo del proceso de cristianización de la ciudad, como una perfecta simbiosis cultural entre los estilos mudéjar y gótico. El gótico se plasma en su cabecera y en el interior de la capilla mayor, así como en el trazado del arco conopial de acceso a la nave central. La huella mudéjar se aprecia fundamentalmente en la hermosa torre campanario, ubicada a los pies, exenta del templo, de ladrillo visto.
Parece que el destino tenía reservado para el pequeño Pablo un futuro en el que regresaría a su lugar de origen. Porque muy cerca de la casa donde nació y casi pegando a la iglesia donde fue bautizado, un museo muestra algunas de las grandes obras que han hecho de Pablo Picasso un artista inmortal.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.