El restaurante la Bardemcilla saca los colores a los Bardem

Quién le iba a decir a nuestro actor internacional más galardonado que incurriría en tan flagrante contradicción: por un lado manifestarse contra el ERE del Teatro Real y apoyar a los trabajadores que se manifestaron en octubre durante la presentación de su película 'Skyfall' y, por otra, verse envuelto en un expediente de regulación de empleo para los once trabajadores del restaurante La Bardemcilla, en el madrileño barrio de Chueca, del que es accionista junto a sus hermanos Carlos y Mónica y su madre, Pilar Bardem.

Es cierto que la hermana gestiona el local y, como administradora única, fue quien mantuvo el pasado día 8 una reunión con la plantilla para explicarles que, debido a que la sociedad Mi Buenos Aires querido S. A., gestora del local, era insolvente, no le quedaba más remedio que presentar un ERE ante las autoridades laborales... Y que Fogasa -entidad gubernamental que gestiona el pago de salarios ante la quiebra de empresas- se limitaría a darles 20 días por año trabajado.

La reacción no se hizo esperar entre el personal del bar y en distintos círculos sociales y culturales, que criticaron duramente a la familia Bardem por echar mano de una reforma laboral que tanto han criticado y que supone una menor indemnización para los trabajadores. Ante el escándalo, los Bardem hicieron ayer público un comunicado en el que reprochan a Mónica haber tomado la decisión del ERE de forma unilateral, y que aun estando de acuerdo con el cierre del restaurante, su aprobación «no incluía nuestra autorización para que la empresa presentase un expediente de regulación de empleo».

En la misma nota, firmada por Carlos, Javier y Pilar Bardem, explican que el local mantiene «pérdidas prolongadas desde hace ya dos años», por lo que se ven abocados a cerrarlo, no sin antes «retirar de inmediato el ERE»: «No estamos dispuestos, bajo ningún concepto, a someter a nuestros trabajadores a un procedimiento de estas características amparándonos en una reforma laboral contra la que nos hemos manifestado públicamente». Añaden que han dado instrucciones para liquidar unas indemnizaciones «superiores, incluso, a las cantidades que fija actualmente la ley».

Tanto disgusto debe haber afectado a la matriarca del clan, de 74 años, que ayer fue ingresada por una insuficiencia respiratoria en la clínica Ruber. Afortunadamente, evoluciona de forma favorable.