‘A puerta fría’ retrata la "lucha del albarán contra el iPad" en el mundo laboral

Hubo aplausos al terminar la proyección. Y eso que, como reconoce Antonio Dechent, la película acaba con una bofetada al espectador. A puerta fría, el largometraje de Xavi Puebla y la segunda cinta a competición en el Festival de Málaga, rinde tributo al oficio del vendedor de a pie con un duro retrato del mundo laboral de hoy, donde frente a la experiencia hay otros valores en alza. Es la lucha del albarán contra el iPad, resumió en la rueda de prensa de presentación Dechent, que borda uno de sus mejores papeles. El guión, tal y como confirmó Puebla, está escrito pensando en el actor andaluz desde la primera página.

Dechent es en A puerta fría un comercial de los de siempre, de los que todavía sellan un trato en papel carbón, pero venido a menos. Su última oportunidad es convencer a un gran cliente norteamericano en la feria del sector. Él será nada menos que Nick Nolte, quien, según explico Puebla, se mostró encantando de participar en una película como las que ya no se hacen en Hollywood. Me he dado cuenta de que cuanta más experiencia tienen las personas, son más humildes y profesionales, añadió el director. Eso sí, para Dechent fue un orgullo hacerle bajar la mirada, según confesó entre risas y en referencia a una de las escenas en la que los dos hablan sin palabras en la barra de un bar.

Para construir a ese personaje en decrepitud sentimental y que se degrada conforme avanza el filme, Dechent dejó su casa y se instaló en el hotel donde se rodaba la cinta. Necesitaba una ausencia total de alegría y de frivolidad. Le película no me permitía reírme de ella, explicó el actor andaluz. Su contrapunto será la joven María Valverde (que esta mañana no podía estar en Málaga), la traductora de los personajes que interpretan Dechent y Nolte.

A puerta fría, el segundo largo de Puebla ambientado en el mundo laboral (Bienvenido a Farewell-Gutmann fue su estreno, también en Málaga), critica la deslealtad de un sistema que se muestra indiferente respecto a aquellos que han sido importantes, en palabras del director. Es el western de ahora, con hombres malos, castigados y que beben. Solo que en lugar de hacerlo en la frontera de México con Texas es en el hall de un hotel, reflexionó Dechent.