Rajoy invoca el ejemplo de Suárez y Aznar para salir de la crisis

Mariano Rajoy ha clausurado la convención nacional del PP apelando al mismo "atrevimiento" con el que los españoles "logramos vencer el peso de la historia durante nuestra transición". Ha prometido que, si llega a la Moncloa el próximo 20-N, enfrentará la "gravísima" crisis económica, social y política "sin miedos, con prudencia pero con el atrevimiento que la situación exige". Ha recordado que los ex presidentes José María Aznar en 1996 y Adolfo Suárez 20 años antes, tuvieron que enfrentarse a situación igualmente complejas conscientes de que la respuesta a dicha contingencia no iba a ser fácil. "Y lo lograron", ha apostillado.

Había expectación por conocer qué diría el candidato popular, y previsible próximo presidente de España según todas las encuestas, en el último gran foro de su partido antes del de las elecciones generales. Tanto que, por primera vez en años, José María Aznar asisitió, acompañado de su esposa Ana Botella, a la clausura. En realidad, no faltó nadie. Pesos pesados de la vieja guardia del PP como Rodrigo Rato, los 11 presidentes autonómicos populares, alcaldes y toda la cúpula orgánica del partido. Cabe resaltar también la presencia en Málaga del ministro de la Presidencia de Marruecos, Nizar Baraka y de más de 30 embajadores en España, un hecho inusual en este tipo de actos que demuestra que fuera del país había interés por conocer la hoja de ruta de Rajoy.

El máximo referente popular, sin embargo, ha optado por esconder sus cartas y no ha anunciado ninguna medida de gobierno. El programa electoral del PP, a 43 días de las elecciones, sigue siendo un misterio. Rajoy, no obstante, se ha comprometido a que "repartirá de manera justa y equitativa" los esfuerzos que tendrán que hacer los españoles para sacar al país de la crisis.

También ha expuesto su disposición a liderar un "gran proyecto nacional" para la recuperación de España basado en el consenso entre las administraciones central, autonómicas y locales y el sector privado de nuestra nación. Rajoy, una vez más, ofrece el PP a todos, "sin importar su procedencia o a qué partido votaron antes". Ha confesado que no aspira caer bien a todos los españoles, pero que sí aspira "a gobernar bien para todos los españoles".

Respecto a la cita del 20-N, ha enfatizado que ese día no sólo se elige un Parlamento, "sino que se elige un camino y un destino para la sociedad española". Ha anunciado que luchará contra la "desconfianza" que el Ejecutivo socialista ha sembrado en el ánimo de los españoles".

Sin "trincheras"

Rajoy también se ha comprometido a gobernar desde la concordia para "cultivar nuevas afinidades" entre los españoles y acabar con el "gran error" de los últimos años, cuando se ha obligado a los ciudadanos a "elegir entre bandos y trincheras". El líder de los populares ha dejado clara su obsesión por la unidad y por la concordia, valores que ha prometido restablecer para "un gran proyecto de recuperación" en el que "no sobrará ningún español". Ha afirmado que su modelo de país intentará acabar con el "error" de los últimos años, cuando "se ha pretendido forzar a los españoles a elegir entre bandos y trincheras".

El PP ha avanzado en esta convención algunas medidas que hará si gana las elecciones. Entre ellas, reformará el Código Penal para incluir la prisión perpetua revisable, cambiará el sistema de elección de CGPJ para que doce de sus veinte vocales sean designados por los jueces o impulsará una ley para evitar abusos a personas mayores por parte de las grandes empresas como los bancos o las compañías telefónicas.

El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, intervendrá en esta sesión de clausura para dar paso después a Rajoy, que cerrará esta convención a la que han asistido unas 3.000 personas entre participantes e invitados.