IGNACIO LILLO ilillo@diariosur.es
Domingo, 13 de diciembre 2009, 12:03
Publicidad
El nombre seguramente no les sonará, pero los UT 446 han estado muy presentes en las vidas de miles de ciudadanos de la capital y la Costa del Sol. Precisamente, se acaba de cumplir el vigésimo aniversario de la puesta en servicio de este modelo de tren de Cercanías, que se produjo en noviembre de 1989. Pero su camino ha terminado, al menos en la línea C-1, entre Málaga y Fuengirola, donde Renfe ha culminado ya la renovación de toda la flota. Los viejos vehículos han sido sustituidos por los modernos Civia, más cómodos, adaptados a las personas con discapacidad y con mayor capacidad.
El UT 446, con una velocidad máxima de 100 km/h, fue el primero de Renfe diseñado específicamente para el servicio de proximidad, y ya entonces destacaba por su fiabilidad y su reducido consumo energético, así como sus excelentes prestaciones de aceleración y deceleración, que lo convertían en idóneo para este tipo de servicios. En toda España había unas 170 composiciones en servicio.
A finales de mayo de este año la operadora puso en marcha las dos primeras unidades en la línea C-1, que han convivido durante meses con los convoyes antiguos. Tienen una capacidad de unas 600 plazas, de las que 227 son sentadas y una velocidad máxima de 120 km/h. Además de ser más cómodos y espaciosos, la principal característica es la de ser plenamente accesibles a personas con movilidad reducida. Su coche central cuenta con una rampa adaptada a la altura del andén que se despliega de forma automática con la apertura de puertas del tren y permite el acceso de sillas de ruedas. Además, este vagón central dispone de dos plazas especialmente diseñadas, con anclajes para la silla de ruedas, cinturón de seguridad y un baño adaptado, según explicaron fuentes de Renfe.
Estas mismas condiciones benefician igualmente a otros viajeros, como personas mayores o aquellos que llevan carritos de niños pequeños. Además, la plataforma cuenta con un pasillo que recorre el tren de cabina a cabina, lo que lo convierte en un todo continuo, sin separación entre los diferentes coches ni tabiques opacos. Los asientos son ergonómicos, antivandálicos y volados (sin patas) para facilitar la limpieza. Los coches están dotados de aire acondicionado, indicador de parada, megafonía y monitores de vídeo en color.
Publicidad
Destino Guadalhorce
El reto ahora es extender los Civia a la línea de Cercanías C-2, la del Valle del Guadalhorce, algo que se producirá a medio plazo, una vez que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) culmine las obras que ya están en marcha para adaptar las estaciones y los andenes a las dimensiones de estos vehículos. Fuentes consultadas garantizaron que la renovación de la flota se extenderá también a este servicio, donde Fomento adjudicó a finales de octubre obras de recrecido de andenes y mejora de la accesibilidad en las estaciones de Álora, Pizarra y Aljaima, con un presupuesto de 422.000 euros.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
La juzgan por lucrarse de otra marca y vender cocinas de peor calidad
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.