La defensa sobre Baena fue durísima. / A. F.
LIGA ASOBAL

Paso atrás del Antequera al encajar de nuevo un gol en el último segundo (31-32)

Los locales se descompusieron a partir del minuto 39 (21-16) y fueron incapaces de parar la remontada del Arrate

ANTONIO FUENTES

Domingo, 8 de noviembre 2009, 04:00

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El Antequera volvió a caer ayer a los puestos de descenso a División de Honor B. Pero, obviamente, eso no es lo más preocupante si tenemos en cuenta el calendario que ha afrontado el equipo hasta el momento. Lo peor es que el conjunto, tras la exhibición de Vigo, volvió a demostrar que le cuesta sacar adelante los finales apretados en el Fernando Argüelles. Y eso que ayer el rival no era uno de los grandes.

El Arrate hizo su partido en Antequera, nunca se dio por vencido, pese a perder por cinco goles en la segunda parte, y aprovechó su oportunidad cuando llegó el momento. Como reconocerían en rueda de prensa el técnico, Carlos Ortega, y el portero Jorge Martínez, «pese a ir ganando nunca tuvimos el partido controlado». Tanto es así, que en sólo 21 minutos, el Arrate remontó el marcador hasta en dos ocasiones para terminar ganando sobre la bocina.

La de ayer fue una tarde aciaga para la defensa, que no ayudó lo más mínimo a una portería que tampoco estuvo a la altura. En ataque sí que funcionó el equipo, pero a rachas. En la primera mitad, el Antequera dominó el marcador, pero no el juego. Poco a poco fue abriendo hueco, aunque dejó el partido abierto. Una vez más cabe destacar la exhibición de Chelu Cid (9/13 en tiro) y el despertar de Trivundza, sacrificado en defensa y ataque ante la baja de Curkovic. Por parte visitante, en el primer periodo todo lo bueno lo hizo el lateral Rédei, que se echó el equipo a las espaldas secundado por el extremo Törö.

Máxima renta

Tras el descanso, el Antequera abrió un hueco que parecía definitivo con los goles de Chelu, Nacho Soto -también sensacional (4/6)- y Trivundza (18-13). Esa renta se mantuvo hasta el minuto 39 (21-16), pero se enjugó muy rápidamente. Entre el pivote Serrano, los contragolpes de Törö y los errores del Antequera el partido se igualó (24-24, minuto 47) para vivir un final de infarto.

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En la recta final, el Arrate siempre llevó las riendas y los locales, que acusaron la falta de rotaciones en el banquillo, tuvieron que jugar con gente poco habitual. Para decidir el encuentro, Ortega dejó en el banquillo a Trivundza y a Baena y dio la oportunidad a Pérez Canca y Andersson. Pero la decisión no salió bien y, pese al empate de Chelu (31-31), un gol de Serrano sin tiempo sobre la línea de seis metros sentenció.

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