Mª CARMEN PALMA
Jueves, 6 de agosto 2009, 20:25
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Las excavaciones realizadas en los últimos diez años en Casa del Gobernador han permitido descubrir restos de la Melilla del siglo I antes de Cristo. Durante todo este tiempo, más de 200.000 fragmentos de diferentes piezas han salido a la luz gracias al trabajo realizado por el equipo de Manuel Aragón y de los becarios que verano tras verano viajan a la ciudad para seguir ahondando en su pasado. Lo más importante de estas excavaciones ha sido encontrar toda una ciudad que fue abandonada hace ahora dos mil años.
La consejera de Cultura, Simi Chocrón, visitó ayer Casa del Gobernador para ver el estado en el que se encuentran las excavaciones en el último año de campaña. Las ánforas del siglo I antes de Cristo encontradas en el subsuelo de Melilla la Vieja han permitido arrojar más datos sobre la historia de la ciudad.
Este año son 28 los becarios que están trabajando en las excavaciones. Al margen de la labor que desempeñan en la Casa del Gobernador, estos estudiantes están participando en visitas guiadas por el centro de la ciudad, para conocer los edificios modernistas y los recintos fortificados. Estas actividades les permitirán, según Chocrón, conocer en profundidad el patrimonio histórico y cultural de Melilla. Los becarios trabajarán en cuatro turnos, el primero de los cuales comenzó el pasado día 1 de agosto.
Manuel Aragón, técnico-arqueólogo del Instituto de Cultura Mediterránea, informó de que durante todos estos años de excavaciones se ha encontrado un yacimiento que se remonta al siglo VII antes de Cristo correspondiente a la época fenicia. En estos momentos, los trabajos se centran en sacar a la luz una serie de viviendas del siglo I antes de Cristo que demuestran que la población de aquella época escapó de la ciudad dejando sus casas abandonadas. Según Aragón, estos descubrimientos han llevado al enclave a convertirse no sólo en el yacimiento más importante de la ciudad sino también en el más rico del Mar de Alborán. Las piezas descubiertas en la Casa del Gobernador han permitido demostrar la historia fenicia de Rusadir, ya que nunca se habían aportado restos más antiguos del siglo IV antes de Cristo. En concreto, las ánforas que han aparecido del siglo VII antes de Cristo se utilizaban para el salazón, denominado 'garum'.
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