Chaves asegura que la actitud del PP contra él, al acusarle de favorecer a una empresa en la que trabaja su hija, es «políticamente amoral». / J. R. LADRA
MANUEL CHAVES VICEPRESIDENTE TERCERO Y MINISTRO DE POLÍTICA TERRITORIAL

«El PP vive una 'berlusconización', cree que la corrupción no le perjudica»

«Mi hija no intervino en el expediente por el que me ha denunciado el señor Arenas ante el Tribunal Supremo, y él lo sabe perfectamente»«Es incoherente no apoyar la nueva financiación y luego poner la mano»

ANTONIO MONTILLA

Domingo, 19 de julio 2009, 12:24

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Manuel Chaves abandona su escritorio para saludar. Ni rastro del Guadalquivir. Las vistas de su actual despacho muestran el bullicio del Paseo de la Castellana. El río, y los papeles principales en la política andaluza, quedaron atrás hace poco más de dos meses y medio. Asegura que ha cambiado el chip. José Luis Rodríguez Zapatero le encomendó colaborar con Elena Salgado en la tarea de desencallar la reforma del sistema de financiación autonómica. La misión se ha cumplido en el último momento. Los que se quejaban del 'café para todos', ahora se han conformado con una taza más grande.

Y todo en la misma semana en la que el PP ha presentado, de forma definitiva, una querella contra él ante al Supremo, el mismo tribunal que ha citado como imputados a dos altos cargos del PP.

- Usted dijo recientemente que creía, por sus años de experiencia, saber dónde estaba el límite de bajeza política, a la vez que reconocía que se había equivocado al comprobar la actitud del PP de Andalucía en el 'caso Matsa'

-A mi me duele que en la política se actúe de una forma amoral y sin escrúpulos, en especial a todos los que creemos en la política como algo digno que está al servicio de los ciudadanos. Yo llevo muchos años en política y he visto en la reciente estrategia del PP de Andalucía una actuación sin escrúpulos y políticamente amoral. Yo creo que el señor Arenas se tiene que dar cuenta que para ganar unas elecciones en Andalucía no puede pasar por encima de una serie de valores morales y éticos y, sobre todo, lo que no se puede es utilizar a la familia ni a los hijos, porque eso hace mucho daño.

-El PP le ha acusado ante el Tribuna Supremo de prevaricación y tráfico de influencias

-Yo animé al PP a que acudiera a los tribunales, para que dejara de manipular a las instancias judiciales, sobre todo al Tribunal Supremo con eso de anunciar que presentaba una querella, luego decir que la retiraba y ahora comprobar que la amplía. Yo estoy muy tranquilo al respecto y quiero que se aclare todo lo antes posible, por eso no me asusta la denuncia. Está claro que el PP presenta esta querella con la intención de tapar sus vergüenzas.

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-¿Y en cuanto al fondo de la denuncia?

-Hay que valorar si una multinacional que invierte 200 millones de euros en una zona deprimida de Huelva y crea 400 puestos de trabajo tiene o no tiene derecho a recibir una ayuda pública, como otras miles de empresas en España, por el simple hecho de que Paula Chaves trabaje en esa empresa, porque mi hija no es dueña ni accionista, simplemente trabaja en esa empresa y, como ha quedado demostrado, no interviene en el caso de este expediente, y eso el PP lo sabe perfectamente.

-¿Considera que decisiones como las de Luis Bárcenas o Francisco Camps tras ser imputados por el Supremo ponen muy alto el listón para que un dirigente público español dimita en España?

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-No creo que ellos coloquen ningún tipo de listón, cada político actúa según su propia conciencia. Lo que tengo claro es que si hubiera un tesorero en el PSOE que se pudiera encontrar, hipotéticamente, en la misma situación que el señor Bárcenas, en mi partido no hubiera ocurrido lo que está ocurriendo en el partido del señor Rajoy. La sospecha de una presunta corrupción se extiende ya desde los pies a la cabeza del PP.

-¿Los casos de corrupción afectan de la misma manera a los partidos de izquierda que a los de derecha?

-El PP piensa en un fenómeno que no le perjudica, por lo menos a corto plazo. Tomando como referencia lo que ha ocurrido en la Comunidad Valenciana en las últimas elecciones europeas, en el PP creo que se está produciendo un proceso de 'berlusconización', es decir, que a un partido de derecha los casos de corrupción no le afecta desde un punto de vista electoral y eso le da cierta tranquilidad. Sin embargo, a largo plazo estos casos de corrupción tienen su coste electoral.

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-Al final, el 'sudoku' de la financiación se ha resuelto añadiendo más ceros. ¿Los que rechazaban el 'café para todos' se han conformado, simplemente, con una taza mayor que el resto?

-El acuerdo se ha basado en dos claves políticas importantes: las comunidades autónomas necesitaban más financiación para sostener los servicios públicos que se prestan a los ciudadanos, sobre todo en un momento de crisis y preservar la igualdad de todos los españoles a la hora de acceder a los servicios públicos fundamentales, independientemente del lugar donde residan.

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-Pero el PP denuncia que atenta contra esa igualdad que usted preconiza

-Si se examina el modelo aprobado, en el fondo de garantías de los derechos fundamentales, que es el fondo más importante del sistema y que acapara el 80% de los recursos para educación, sanidad y servicios sociales, la nivelación está garantizada al cien por cien. Todos los españoles reciben la misma financiación per cápita.

-El Gobierno esperó al 'sí' de Cataluña para explicar las cifras del nuevo modelo ¿Por qué da la sensación de que la negociación de todos los modelos de financiación se convierten en una subasta donde Cataluña siempre puja la primera y la última?

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-No ha sido ninguna subasta, pero hay que reconocer que ubicar la financiación de Cataluña en un sistema conjunto, en un sistema multilateral, ha ocasionado tradicional e históricamente dificultades, fundamentalmente por el hecho de que es una región que aporta mucho al conjunto de la riqueza nacional. No se puede decir que las dificultades a la hora de la negociación haya provenido solamente de Cataluña. La negociación con Andalucía también ha sido delicada. Garantizar la igualdad era un papel y una responsabilidad que le correspondía fundamentalmente al Gobierno de España.

-¿Y cómo han logrado garantizar la igualdad en las comunidades donde la población no ha crecido en los últimos años?

-Ahí es donde hemos tenido más dificultades, porque en algunos territorios ha descendido la población. Para garantizar la igualdad, lo que hemos hecho es ponderar una serie de variables como la dispersión o el envejecimiento de la población, que ha permitido que aumente la financiación de esas comunidades autónomas.

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-¿Por qué ha declinado el Gobierno especificar cuánto dinero extra reciben cada una de las 15 comunidades adscritas al sistema general?

-En el documento nunca se ha establecido lo que percibirán cada una de las comunidades, entre otras cuestiones porque esas cantidades van a variar y a evolucionar a lo largo del desarrollo del sistema. Ahora bien, cada gobierno regional conoce perfectamente la cantidad inicial que se le ha atribuido y sabe también por qué concepto recibe esa cantidad. A partir de esta cifra, las comunidades autónomas han sumado cantidades por las competencias homogéneas y comunes y cantidades por competencias que son propias. Las cantidades definitivas no se conocerán hasta 2012.

-¿Cataluña es la que más gana, porque es la que más batalla le ha presentado al Gobierno central?

-Cataluña no es la que más gana. El PP ha vuelto a intentar crear agravios comparativos con Cataluña y con Andalucía, basándose en una incomprensible 'catalanofobia' e, incluso, en una 'andalucíafobia'.

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-¿El nuevo modelo de financiación pone fin a la teoría de las balanzas fiscales o este debate tendrá mayor recorrido en los próximos años?

-Lo que está absolutamente claro es que el nuevo modelo de financiación no está basado en las balanzas fiscales, porque el Gobierno ha cumplido con su compromiso. Lo que resulta extraño es que este debate lo vuelva a sacar, no un dirigente nacionalista catalán, sino la presidenta de la Comunidad de Madrid, que pertenece a un partido nacional.

-¿Le preocupa que vuelvan a oírse opiniones sobre que unas comunidades autónomas con más recursos y suficiencia financiera debilitan al Estado?

-Estamos asistiendo, de una manera bastante evidente, a teorías sobre la ineficiencia y el despilfarro que representan las comunidades autónomas en España y al mismo tiempo, de la necesidad de una centralización de las competencias que están en manos de las comunidades autónomas, pero nadie recuerda que las comunidades autónomas son Estado. El Estado español del siglo XXI no se entiende en todo su desarrollo económico, político y cultural sin el trabajo y responsabilidades ejercidas por las comunidades autónomas.

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-¿El nuevo sistema de financiación acerca a las 15 comunidades adscritas al sistema general a los niveles de suficiencia de los sistemas del País Vasco y Navarra?

-En estos momentos, si hablamos de financiación per cápita, todavía no. Sí se ha producido una reducción considerable entre las diferencias que existían entre los sistemas de concierto del País Vasco y Navarra con respecto a las quince regiones y las dos ciudades autónomas adscritas al régimen común.

-Todo lo aprobado el miércoles se tiene que concretar ahora en las comisiones bilaterales Estado-gobiernos autonómicos. ¿Atisba dificultades?

-Yo creo que la gran incoherencia del PP es no aceptar el modelo y luego poner la mano en las comisiones mixtas para recibir el dinero. Las comunidades del PP deberían reflexionar sobre lo mismo: si reciben más dinero del que están recibiendo ahora mismo y si hay más igualdad entre las regiones el dilema es: o se apoyan los intereses de los ciudadanos o se apoyan los intereses partidarios del señor Rajoy. Estoy convencido de que cuando se celebren las comisiones mixtas no habrá ningún problema.

-El PP, al final, ha tenido que recurrir a la disciplina de partido para abstenerse en la votación

-Las declaraciones de sus dirigentes son propias de una jaula de grillos. Si el PP dice que este modelo beneficia a las más prósperas, también se tiene que decir que entre las comunidades más prósperas se encuentran Valencia, Madrid, Murcia o La Rioja, que están gobernadas por el PP. Las declaraciones de los dirigentes del PP recuerdan a una jaula de grillos. Unos dicen que es antisocial, pues hay que recordar que el 80% del sistema va a política sociales; otros critican que aumentan el déficit, pero sin embargo te encuentras a presidentes del PP que reclaman más dinero, aunque sea a costa de incrementar el déficit; la señora Aguirre dice que el sistema beneficia a Cataluña y Andalucía y el señor Arenas lo critica porque dice que perjudica a Andalucía. Sería bueno que se pusieran de acuerdo.

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