Miki Molina: «El apellido pesa, pero sarna con gusto no pica»

M IKI Molina no para. Sigue subido a los escenarios, prepara el rodaje de una película y afronta uno de sus mayores retos: una producción sobre su padre, «el gran Antonio Molina».

Con la gira de 'Juegos de Hollywood' le quedarán pocas vacaciones. ¿No se está mejor en la playa?

La verdad es que se lleva bien, a pesar de que las giras ya no son como las de antes. Ahora son más complicadas porque vamos dando saltos de un lado para otro. Pero me lo paso bien porque la obra es muy divertida y, como toda comedia, hace reír al público.

Al estar volcado en el teatro, ¿cierra las puertas a otros trabajos?

En esta profesión uno no se puede volcar en nada. Aunque estoy centrado en el teatro, también tengo por delante una película y una serie de televisión.

¿Puede adelantar algo?

A comienzos del año que viene queremos empezar el rodaje de 'Cruz del sur', con Marta Arrieta, que tiene uno de los guiones más interesantes que me han llegado y que trata sobre padres que devuelven a los hijos con problemas. Sobre la serie, después del verano podríamos ponernos en marcha, aunque aún es pronto para hablar sobre ella; si no, dicen que se gafa.

¿A qué director cinematográfico nunca le diría que no?

Hay muchos que me han marcado, pero Coppola no se puede rechazar. Además, últimamente lo que más me gusta es trabajar con directores jóvenes, son mi debilidad porque tienen una energía y una visión diferentes y eso te atrae más a medida que te haces mayor.

«El teatro me llena»

Ha tocado todos los palos: cine, teatro y televisión. ¿Con qué se queda?

Me quedo con el trabajo, aunque el teatro es mi sangre. Es el arte escénico más antiguo y lo que más me llena porque te permite estar en contacto continuo con el público y tener los pies en la tierra. Además, no hay ni una función igual, por mucho que se pueda representar una obra.

Lo de la música sí que está aparcado tras sus pinitos con disco incluido, ¿no?

No me lo he vuelto a plantear, pero me gustaría hacer un disco bonito con temas que me hayan marcado. Pero también hay que saborear la vida y no sólo pensar en el trabajo.

Con lo que seguramente no se queda es con las apariciones en los programas del corazón.

Lo respeto mucho, pero sí que procuro salir menos, porque lo que me da dinero es el trabajo. Tengo muchos amigos y creo que el respeto es recíproco. Algunos meten la pata, pero no pueden pagar todos el pato.

Pero sí que ha recibido muchos palos ...

Ahora está todo más tranquilo. Llega un momento en que estás un poco harto de todo, pero se intenta llevar de la mejor manera.

¿Pesa mucho el apellido Molina?

El apellido, lo que conlleva, es una gran responsabilidad, pero hay que cumplir porque el listón está muy alto, tanto por mi padre como por el resto de la familia. Mi padre dejó lo que dejó, y procuro ser digno y llevarlo adelante. Es un peso, pero positivo ya que, como se suele decir, sarna con gusto no pica.

¿Cómo va 'Yo Molina', la película sobre su padre en la que hará de actor y coproductor?

Ahora estamos trabajando en la producción, con muchas reuniones ya que ambientar las calles de Málaga en los años de la posguerra requiere de una gran inversión. Esperamos iniciar el rodaje a comienzos de 2011. Era fundamental rodarla en Málaga porque esta es su tierra.

¿Mantiene el contacto con Málaga?

Bastante, ya que tengo familia y amigos, además de muchos compromisos. Y ahora vengo continuamente para cerrar los flecos de la película.

Vive en Madrid, pero ha pasado muchos años en Ibiza. ¿Es para tanto?

Ibiza no es sólo el 'chunda-chunda', tiene cosas mucho más interesantes. Allí he pasado mi infancia y buena parte de mi vida, por lo que tiene un rincón en mi corazón y siempre procuro pasar temporadas largas.

¿Se sigue llevando al equipo de trabajo a ensayar a casa?

Lo único que no me gusta de mi profesión es tener que moverme. Este trabajo es un placer salvo cuando te obliga a dejar lejos a la familia. Soy un poco vago y, sobre todo, muy casero, así que organizo los ensayos en casa los fines de semana. Si se puede estar en casa, a gusto, mejor que mejor.

Su vida se ha vuelto más pausada últimamente. ¿A qué se debe?

En este oficio hace falta estabilidad, es algo de lo que te vas dando cuenta con el paso del tiempo. Afortunadamente, estoy muy enamorado de mi mujer y muy a gusto, así que virgencita, que me quede como estoy.

Sandra, su mujer, es cuñada de su hermana Ángela. ¡Todo queda en familia!

Efectivamente, nos conocíamos desde hace tiempo.

Hablando de familia, ¿qué tal se lleva el clan Molina?

Muy bien, somos una familia muy unida. Nos queremos y nos respetamos mucho, y eso es importante.