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ÁNGEL ESCALERA
Jueves, 22 de enero 2009, 10:38
Una prueba de la visión permite determinar que personas sanas, pero genéticamente predispuestas a padecer alzhéimer, envejecen antes que otras que tienen su ADN normal y no tienen riesgo de sufrir esa demencia. Esta es la conclusión extraída de una investigación realizada por el neurocientífico y oftalmólogo malagueño Antonio Alcalá Malavé. Ese trabajo pone de relieve que el ritmo al que envejece una persona (o reloj biológico) puede medirse a través de una prueba de la visión llamada campimetría computerizada, una técnica que habitualmente se emplea para diagnosticar el glaucoma.
El estudio del doctor Alcalá, titulado '¿Puede ser la visión clave en la prevención precoz de la enfermedad de alzhéimer?', ha recibido el premio doctor Espina y Capó al mejor trabajo en cronopatología que concede la Real Academia Nacional de Medicina. Mientras que la cronobiología estudia los ritmos biológicos del organismo desde el nacimiento hasta el final de la vida, la cronopatología analiza la ruptura de los procesos que conducen a un envejecimiento prematuro.
Reloj biológico
La investigación de Alcalá se hizo en dos fases. En la primera, se comparó el reloj biológico de 117 personas, con una edad media de 48 años, predispuestas a padecer alzhéimer, aunque no presentaban ningún síntoma ni signo clínico de la enfermedad. Eran sujetos sanos, pero tenían el ADN alterado. La segunda parte del trabajo se llevó a cabo con 117 personas sanas que, además, tenían el ADN normal. Tanto a un grupo como a otros se les practicó una prueba de la visión (campimetría computerizada). Al comparar los datos, se vio que en el caso de los individuos que padecerían alzhéimer la campimetría demostraba que su reloj biológico estaba disparado, es decir, que envejecían a un ritmo más rápido que las personas no predispuestas a sufrir esa demencia.
Una vez detectado este hecho, la investigación del doctor Alcalá indica que a los pacientes que desarrollarían el alzhéimer y, por tanto, tenían adelantado su reloj biológico, este se les ponía en hora si tomaban un fármaco que se emplea para prevenir o tratar infartos de miocardio.
En el envejecimiento prematuro, además de por una alteración del ADN, influyen factores como los niveles del colesterol, el peso (a mayor número de kilos el reloj biológico se adelanta), la tensión arterial alta y baja (sobre todo la baja) y los niveles de azúcar en sangre. Sorprendentemente, manifestó el doctor Alcalá, la edad no guarda relación.
El oftalmólogo malagueño considera que «la cronobiología del envejecimiento humano está ligada al sentido más utilizado en mamíferos superiores: la visión. A su juicio, su trabajo de investigación «es el primero que demuestra la importancia de la visión en la prevención del alzhéimer y el primero que arroja datos contundentes acerca de la visión y la esperanza de vida». Antonio Alcalá trabaja ahora en la búsqueda de nexos de unión entre las demencias de alzhéimer y no alzhéimer, el genoma humano y la visión.
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