Dominique Lapierre. / J. M. E. EFE
CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Dominique Lapierre pone rumbo a Sudáfrica para retratar la abominación del apartheid

«Nelson Mandela es un gigante, una luz para la humanidad como lo fue Gandhi», sostiene El escritor presenta 'Un arco iris en la noche'

C. BARRIGÓS

Martes, 30 de septiembre 2008, 04:23

El «veneno abominable» que engendró el apartheid en Sudáfrica está muerto y es irrepetible, sostiene rotundo Dominique Lapierre con motivo de la publicación en España de 'Un arco iris en la noche', un fresco deslumbrante de cómo se gestó la «prodigiosa epopeya» que ha personalizado Nelson Mandela.

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En una entrevista concedida a Efe, este francés de 78 años, consagrado desde que tenía 50 a la lucha contra la pobreza y conocido por libros como '¿Arde París?', firmado con el ya fallecido Larry Collins, o 'La ciudad de la alegría', ya en solitario, no desfallece en su entusiasmo por Mandela, «un gigante, una luz de la humanidad como lo fue Gandhi».

'Un arco iris en la noche' (Planeta), es la apasionante historia de una población y de la dura lucha primero de los colonos bóers contra una naturaleza hostil y luego de los negros nativos por sobrevivir enfrentados sin piedad al 'apartheid' -la palabra holandesa para 'separación'.

Con un directo estilo periodístico, Lapierre cuenta cómo unos plantadores de lechugas holandeses con fe sin límites en la literalidad de la Biblia llegan en 1652 al Cabo de Buena Esperanza con el único propósito de proveer de verduras frescas a los marineros.

Los holandeses y un poco más tarde los hugonotes franceses ambicionan tener sus propias tierras y pasan de ser bóers (campesinos) a «propietarios» de África, afrikaners, pero apartados de la población nativa.

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Hacen el «gran viaje» al interior del continente, luchan contra los británicos, atraídos por el hallazgo de oro y diamantes, y, a comienzos del siglo pasado, deciden profundizar en su separación de los negros. Inspirados en las «enseñanzas» de los nazis unos cuantos inventan el «repugnante régimen racista» que bautizaron como 'apartheid'. «No tenían cámaras de gas pero todo lo que hicieron fue nazi, de la misma inteligencia e imaginación extraordinaria y malévola», subraya Lapierre.

Merced a ese complot, cuatro millones de blancos permanecieron aislados de 25 millones de negros, a los que sometieron a más de 1.700 leyes y disposiciones para garantizar la segregación racial, una «vergüenza execrable» que no murió hasta 1994 combatida por un «héroe legendario» llamado Nelson Mandela.

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Historias de África

«Fue una fortuna extraordinaria para un país como Sudáfrica tener un gigante de la historia como Mandela, que después de 27 años de prisión por culpa de los blancos dijo al pueblo sudafricano que había que crear juntos un país de arco iris, en el que todas las razas se reconciliaran».

El libro, al que ha dedicado tres años de investigación, cuenta también las aventuras de los zulúes cortadores de cabezas y de los buscadores de oro y diamantes.

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