Los cuatro primeros radares urbanos empezarán a funcionar en octubre

El Ayuntamiento tiene ya casi todo a punto para que empiecen a funcionar los primeros radares urbanos con objeto de reducir la velocidad en algunos de los puntos más conflictivos de las calles y avenidas de la ciudad en lo relativo a accidentes. El Área de Movilidad, en coordinación con la Policía Local, ha colocado las cuatro primeras casetas o armarios que albergan estos equipos y que, previsiblemente, comenzarán a funcionar el mes que viene. No obstante, antes de que eso ocurra, el Consistorio tiene previsto colocar unas señales para advertir a los conductores de que el radar está activado. Estas señales se dispondrán unos cien metros antes de llegar al punto en el que se mide la velocidad del vehículo y se le toma una fotografía para sancionarlo en el caso de que supere el límite establecido.

El concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, explicó que los equipos ya están instalados y sólo resta para su puesta en funcionamiento que sean homologados por el Centro Español de Metrología. Así, una vez superado este trámite, podrían activarse a finales de este mes o a lo largo del que viene, según señaló. «No obstante, se avisará convenientemente a los ciudadanos antes de que empiecen a funcionar», aseguró Casero.

Con todo, según reconoció, son muchos los conductores que ya aminoran la velocidad al pasar junto a alguna de las casetas con la creencia de que el radar que alberga ya está multando.

Todos los carriles

El Consistorio ha colocado cuatro de los 15 que anunció en un principio. Uno se encuentra en la avenida de Andalucía, a la altura del Opencor, y vigila la velocidad en todos los carriles en sentido al Centro. Y es que estos radares no sólo están capacitados para sancionar a los vehículos que circulen por un carril concreto, como sucede en algunas autovías, sino que pueden 'coger' a cualquiera -ya sea moto, coche o camión- en cualquiera de los carriles de la dirección. En este caso son cuatro.

Otro radar está en el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, a la altura del tranvía, y controla la circulación en dirección a Almería, y también existe uno en el paseo marítimo de Poniente, entre el carril de la Chupa y Tabacalera, para los vehículos que circulen en sentido Torremolinos.

El cuarto se encuentra en la avenida de Valle-Inclán, también en sentido Torremolinos, poco antes de llegar al cruce semafórico de Suárez, en el que se producen numerosos accidentes porque los conductores no aminoran la velocidad que traen del tramo anterior de la avenida, en el que existe un máximo de 70 kilómetros por hora.

Las zonas en las que se encuentran los cuatro radares forman parte de la red básica de circulación de la ciudad, por lo que en ellas no se pueden superar los 50 kilómetros por hora. No obstante, al igual que sucede en algunos tramos de las autovías, el Ayuntamiento aplicará un margen de 10 kilómetros antes de imponer la multa. De ahí que esta llegará si el coche circula a 61 kilómetros por hora o más.

Antivandálicos

Los armarios que albergan los radares y que están diseñados para evitar los actos vandálicos poseen dos aberturas. En la de arriba se encuentra el 'flash' de la cámara y en la de abajo, el objetivo.

La Policía Local remitirá las multas a la Dirección General de Tráfico para que la sanción económica vaya aparejada con la retirada de puntos del carné de conducir. Además de la cuantía económica, los infractores perderán dos puntos si el límite de velocidad lo ha superado entre 21 y 30 km/h.; tres puntos si sobrepasa el límite de velocidad entre 31 y 40 km/h. y cuatro puntos si se excede en 40 kilómetros el límite fijado.

Según fuentes consultadas, las primeras pruebas realizadas han revelado que un gran número de conductores serían sancionados por superar los límites de velocidad si los radares multaran ya.